Capítulo 16

7.8K 300 16
                                    

Chiara miraba por la ventanilla, el AVE se estaba acercando a Madrid. Violeta dormía con la cabeza apoyada sobre su hombro. El día anterior había sido fantástico. Habían disfrutado de la ciudad, paseado y visitado sitios, y luego en el hotel, bueno, pues no lo habían pasado nada mal tampoco. Pero en el fondo había sido un engaño, porque no habían hablado nada sobre lo que iba a pasar cuando volvieran a casa. Habían fingido que el día siguiente no existía.

Kiki no sabía que podía hacer. Por una parte, quería decirle que la quería, que estaba enamorada de ella, y que además lo estaba desde hace mucho tiempo. Pero por otra parte no quería forzar la situación y que Violeta se alejara. Le había quedado claro que la andaluza sentía algo por ella, y estaba dispuesta a pasarlo un poco mal con tal de tener una oportunidad con ella. Si tenía que darle su espacio y luchar con Yuls, lo haría. Puede que el camino no fuera el más bonito, pero el destino merecía la pena. Siempre lo había pensado, pero ahora, después de disfrutar de ella lo tenía más claro que nunca. Iba a dejar que Violeta fuera la que llevara la iniciativa, al menos al principio.

Cuando vio que ya estaban realmente cerca de la estación despertó con delicadeza a la otra chica. Vio protestó un poquito, pero empezó a estirarse.

- Dios... que sueño tengo. Y tengo que trabajar toda la tarde. Esta noche no voy a ver la cama. –Dijo la pelirroja. A Chiara le dio un pinchazo en el pecho. Iba a dormir con Yuls. Joder, bueno, quien decía pasarlo un poco mal, decía pasarlo muy mal.

- Bueno, es qué han sido dos días un poco ajetreados. Durmiendo poquito. –Elevó las cejas mientras lo decía, consiguiendo sacar una carcajada de Violeta, que se tapó la cara con las manos con vergüenza.

- Calla anda... -Empezó a ponerse la chaqueta y a recoger algunas cosas que había sacado de su bolso.

- Oye, ¿quedamos algún día esta semana? –Chiara habló con mucha cautela, y pudo ver como Violeta se tensaba un poco.

- Bueno, es que tengo que devolverle a Amaia los turnos que ha hecho ella estos días para cubrirme. Además, que Ruslana llegará y tienes que dedicarle tiempo, ¿no?

- Claro, pero bueno, seguro que le gustaría también verte a ti. Le caes mejor que yo.

- Eso es porque aún no te conoce. Te va a adorar, es imposible no hacerlo. –Kiki sonrió ante el halago. Se acercó a Violeta para dejarle un beso en los labios, pero justo en ese momento avisaron por megafonía de que el tren ya estaba llegando. Vio se apartó.- Ya llegamos...

- Sí... Eh... ¿Te vienen a buscar? –preguntó la castaña.

- No, le he dicho a Yuls que no hacía falta. Además, está en el bar trabajando. Voy en metro. –Kiki agradeció el gesto, no estaba preparada para ver como a Violeta la recibía su novia.

- Yo iré caminando. Desde la estación al hotel no hay mucha distancia. –Violeta asintió ante el comentario.

La dos se bajaron del tren y caminaron juntas por la estación. Cuando llegó el momento de separarse se dieron un ligero abrazo sin saber qué hacer. Chiara vio como Violeta comenzaba a caminar separándose de ella. Eso de dejar que fuera ella la que llevara la iniciativa iba a ser mucho más complicado de lo que parecía.




Violeta miró el reloj de su mesilla de noche, todavía quedaban unos minutos para que sonara el despertador. Le encantaba cuando se despertaba sola un poco antes de tiempo, podía disfrutar de la calma de la mañana.

Notó como el brazo de Yuls estaba sobre su cintura. Se dio la vuelta para poder mirarla. La chica seguía durmiendo plácidamente. Hacía varios días que había vuelto de Barcelona y estaba intentando comportarse con normalidad con ella, aunque en ocasiones le era difícil. Habían tenido sexo, pero Violeta se notaba desconectada, por más que intentara fingir normalidad.

De no verte nunca másDonde viven las historias. Descúbrelo ahora