Capítulo 53

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Kiki estuvo a punto de dar la vuelta en varias ocasiones, pero la podían más las ganas que el miedo. Hacía ya tres días de la conversación con Violeta, y aunque habían hablado de tonterías por whasapp no se habían vuelto a ver. Kiki estaba esperando que la otra chica diera el primer paso, pero Violeta no había dicho absolutamente nada sobre verse.

Cuando hablaron dijo que quería que las situaciones se dieran con normalidad, bueno, pues no había nada raro en ir a su bar a tomar un café. Vale que sabía por Ruslana que a las 3 de la tarde Bea entraba a trabajar y Violeta tenía la tarde libre, pero vamos, que no es que fuera justo a esa hora para poder pasar la tarde juntas...

Antes de entrar al bar miró su reflejo en el escaparate de la tienda de al lado. Iba guapa, o al menos decente. Entró y encontró a su hermana trabajando detrás de la barra. Había bastante ambiente en el bar.

- ¡Kiki! –Ruslana gritó su nombre.

- Joder, cuánta gente tenéis ¿no?

- Es que es jueves y muchos universitarios ya paran a tomar algo de la que salen de clase. –Violeta salió hablando del almacén.

Se miraron y se sonrieron. Chiara no pudo evitar recordar esos días después de que Yuls y Vio lo dejaran. Cuando parecía que ninguna de las dos sabía cómo actuar, pero estaba claro que se gustaban. Pese a los nervios que había pasado fue una época ilusionante. Y sí, al verla salir del almacén sonriéndole, no pudo evitar sentir ilusión. Tenía miedo de llevarse otra hostia, pero de verdad que no lo podía evitar.

- A veces se me olvida que el bar queda cerca de las facultades. –Dijo Kiki.

- Pues a estos capullos no se les olvida, no. –Ruslana preparaba una bandeja con cervezas.

- Esos capullos mantienen este bar, bonita. –Vio se metió detrás de la barra y le una colleja en broma a Rus.

- Yo que venía a tomarme un café tranquilamente.

- Pues no has escogido el bar adecuado, pero tómatelo de todas formas. ¿Lo quieres como siempre? –preguntó la pelirroja.

Chiara asintió y Violeta se dirigió a la cafetera.

- ¿Has venido a verla? –Ruslana se paró a su lado con la bandeja en la mano.

- Calla. –Susurró Kiki-. Te va a escuchar.

- ¡Que guay! ¡Has venido a verla! –Rus susurraba también todo lo que sabía, que para el gusto de Chiara era poco.

- Sí, bueno, le iba a decir que si quería salir a tomar algo. ¿Se supone que acaba el turno ahora, no?

- Sí, pero Bea no va a venir, se ha puesto mala esta mañana.

- Oh, vaya...

- ¡Pero yo lo arreglo, no te preocupes!

- ¡No hace falta, Ruslana!

Rus comenzó a caminar hacia las mesas con la bandeja, las sirvió con rapidez y volvía hacia la barra ya con el móvil en la mano.

- ¿Qué tal estos días? –preguntó Violeta mientras le dejaba el café enfrente.

- Bien, todo normal. En la academia estas últimas clases me he sentido bien, creo que empiezo a estar en forma.

- ¡Eso es genial! Solo era cuestión de tiempo.

- ¿Tú qué tal?

- Pues yo trabajando y poco más. Hoy tengo la tarde libre pero Bea no va a venir

De no verte nunca másDonde viven las historias. Descúbrelo ahora