Capítulo 30

8.5K 293 26
                                    

Chiara notó como unas manos acariciaban su espalda con delicadeza.

- Cielo, vas a llegar tarde. No puedes quedarte mucho más rato en la cama.

La castaña abrió los ojos y pudo ver como Violeta abría el armario y buscaba una chaqueta.

- Buenos días... -Le salió la voz ligeramente ronca-. ¿Ya te vas?

- Sí, no quiero llegar tarde, que abro con Amaia y ya sabes que ella y la puntualidad no se llevan muy bien precisamente.

- Ummm... -Kiki estiró el brazo para tocar a la granadina, que ya con la chaqueta puesta se agachó para dejarle un beso en los labios.

- Carol está desayunando, así que levántate ya si quieres tener compañía. Y no pierdas mucho tiempo...

- Joo, para un día que no tengo que trabajar. –Hacia unas semanas que Chiara había encontrado un trabajo en una academia de música.

- Ya, pero tienes que ir al aeropuerto a recoger a tus amigos. Venga, no seas mala anfitriona. Te llamó cuando salga del bar, aunque hoy curro todo el día, así que ya estaréis por ahí cuando yo llegué.

Kiki se limitó a asentir mientras Violeta le daba otro beso y salía por la puerta de la habitación, despidiéndose.

Después de los clásicos cinco minutos más, fue hasta la cocina, donde su amiga estaba terminando de desayunar.

- Buenos días, bombón. –Dijo Carol.

- Buenos días. –Se limitó a contestar Chiara, dirigiéndose a la cafetera.

- Ay Dios, sin el primer café eres una persona muy poco simpática. Deberías de tratar un poco mejor a tu casi compañera de piso.

Kiki le sacó la lengua. No vivía formalmente allí con ellas, pero ya habían pasado cuatro meses desde que Violeta había roto con Yuls y ellas habían comenzado una relación, y Chiara pasaba prácticamente todas las noches durmiendo con ella.

- Te he dejado las llaves del coche en la mesa del salón. Procura no estrellarlo, por favor.

- Que no pesada, que yo conduzco de puta madre.

Carol puso los ojos en blanco, y la castaña no rebatió porque para ser sinceros, tampoco era tan buena conductora. Le gustaba mucho conducir, pero era bastante despistada y por Madrid se ponía muy nerviosa, pero les había prometido a unos amigos que los iría a buscar al aeropuerto.

Eran cuatro amigos de su temporada en Manchester, dos chicos y dos chicas, habían sido compañeros de trabajo. Querían pasar unas semanas en España e iban a empezar por la capital, aprovechando para hacerle una visita a Chiara.

- Eh... Kiki, ¿le has contado a Vio lo que hablamos? –preguntó con prudencia Carol.

- No.

- Ay Dios... ¿Por qué? –Carolina parecía sinceramente desesperada.

- Pues porque creo que no tengo nada que contarle. Solo serviría para que ella estuviera incómoda, porque la conozco y sé que le va a molestar, y sinceramente creo que es una tontería.

- A ver Kiki, cariño, Violeta se va a enfadar sí se entera por otra persona. Claro que es una tontería, pero la vas a hacer tú más grande.

Chiara suspiró. El "problema" era que una de las amigas que iban a hacer la visita era su ex. No es que tuviera una relación muy fluida con Kate, pero tampoco habían acabado mal, y cuando la avisaron de que venían para Kiki no supuso ningún problema.

- Es que la conozco, Carol. Si le digo que es mi ex se va a pasar la noche observándola, fijándose en cómo nos tratamos, y se va a rallar. Lo va a pasar mal... No lo puede evitar. Y Kate no fue una ex importante.

De no verte nunca másDonde viven las historias. Descúbrelo ahora