Capítulo 28

7.3K 295 23
                                    

-          Tía, no me lo puedo creer... ¿Pero por qué? –preguntó Carolina.

Ella, Julia y Chiara iban caminando por la calle. Habían salido del piso de las chicas después de comer, dispuestas a ir a tomarse un café al bar de Violeta.

-          ¡Joder Carol, que no todo en esta vida es follar! –exclamó Kiki.

-          Para empezar, no es todo, pero es muy importante. Y luego, es que no tiene sentido. Habéis estado follando como locas cuando Vio tenía pareja, y ahora que está soltera no lo hacéis, no lo entiendo...

-          La verdad que ahí  tiene un poco de razón, amiga. –Dijo Julia.

-          Gracias por el apoyo, Juli. –Exclamó Chiara. La gaditana riendo se abrazó a la castaña.

-          Perdona... Pero a ver, explícanos más para que entendamos. Hace ya una semana y pico que Yuls se fue, y hasta donde yo sé, os habéis visto todos los días... ¿Qué hacéis?

-          El gilipollas, eso está claro... ¡Ay! –Julia le pegó a Carol para reprenderla. Miró a Chiara instándola a hablar.

-          Pues a ver... Voy al bar, paso tiempo con ella, hablamos, nos reímos. Y salimos por ahí, hemos ido a cenar, a tomar algo...

-          Pero os volvéis cada una a su casita. ¿Por qué? ¿No tienes ganas...? –preguntó Julia.

-          ¡Joder tía, claro que tengo ganas! Pero es que no sé, no surge, creo que la que no tiene ganas es ella... Estamos muy bien, pero no sé exactamente que somos...

-          A ver reina del drama, no digas tonterías. –La cortó Carol-. Violeta está loca por ti, mandó a la mierda su relación con Yuls por ti. Será otra cosa...

-          ¿Habéis estado a solas en algún lugar no público? –preguntó Julia.

-          Pues no... Es que, a ver, la he acompañado alguna vez a su piso, pero ella no me invita a subir, y yo no me atrevo a decir nada, porque como era también la casa de Yuls. Está buscando otro piso, pero aún no encuentra nada. Y tampoco me atrevo a invitarla a venir conmigo al hotel, porque es como demasiado obvio.

-          ¿Y qué tiene de malo? –preguntó Carolina-. Quiero decir, estáis saliendo o algo parecido, ya lo habéis hecho varias veces. Es lógico.

-          No sé, Carol, me da palo.

-          Joder, guapa, pues no te daba nada de palo intentar tirártela en los baños de un bar con su novia en la habitación de al lado. –Carol se apartó rápido de las chicas-. ¡No me pegues, Julia! Que ya sé yo que me he pasado, perdón, Kiki.

-          No, si lo peor es que tienes razón. Estoy haciendo el tonto, ¿verdad?

-          Yo creo que deberías de hablar con ella. Si queréis estar juntas, vais a tener que comunicaros bien.

-          Cómo tú con Amaia, ¿no? Menuda comunicación a tres bandas que tenéis. ¡Ahhh! –Julia le había dado una colleja a Carol.

-          Pues sí, capulla. Tengo muy buena comunicación con ellos. Por cierto, hay algo sobre eso que tengo que hablar contigo...











Amaia tarareaba canciones mientras pasaba una bayeta por la barra. Violeta llegó y apoyo la bandeja. Parecía que todos los clientes estaban atendidos.

-          ¿Hoy estás contenta, eh? –preguntó Vio a la otra chica.

-          Pues sí, es que hoy va a pasar algo muy guay. Tengo una cosita que contarte...

De no verte nunca másDonde viven las historias. Descúbrelo ahora