Capítulo 43

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Llevaban solo unos minutos los tres sentados alrededor de aquella mesa en la terraza, pero se estaban haciendo demasiado largos. La conversación no fluía, por más que Omar lo intentara. Yuls y Violeta evitaban mirarse directamente, pero a la vez no podían quitarse los ojos de encima

Vio era un coctel de sentimientos contradictorios. Por una parte, se sentía tremendamente incomoda. Hacía demasiado que no estaba cara a cara con su exnovia, y era raro. Pero por otro lado estaba feliz de volver a verla. La había echado de menos.

El sonido del móvil de Omar la asustó.

-          Ahora vuelvo, me llama Ruslana. –Yuls y Violeta vieron como el chico se levantaba y se alejaba de la mesa.

-          ¿Será consciente de que nos hemos dado cuenta de que no lo llamaba nadie, verdad? El cabrón ha puesto la alarma. –Dijo Yuls.

Y entonces las dos se echaron a reír, les dio un ataque de risa. Cuando empezaron a calmarse se miraron a los ojos directamente por primera vez. Violeta pudo reconocer en esa mirada franca y honesta a la que había sido su mejor amiga.

-          Me alegro mucho de verte. –Dijo sin poder evitarlo.

-          Yo también. Necesitaba reírme con alguien de lo tonto que es Omar. –Se volvieron a quedar en silencio, pero esta vez ya no era raro-. ¿Cómo estás?

Violeta se limitó a asentir con la cabeza. No iba a decirle que muy bien, porque sabía que Yuls estaba al tanto de todas las cosas que habían pasado, no tenía sentirle mentirle.

-          ¿Tú cómo estás? –devolvió la pregunta la pelirroja.

-          Bastante bien, me están yendo las cosas bien. El bar está funcionando, desde hace unas semanas ya no vivo otra vez con mis padres, y bueno, he conocido a alguien.

Violeta no sabía cómo reaccionar. Era raro pensar en Yuls con otra persona, pero también estaba feliz de verla bien. Pensar que Yuls estaba sufriendo la había torturado durante mucho tiempo.

-          ¡Qué bien! Cuéntame algo. Si te apetece, claro...

Yuls le explico detalles sobre su nueva vida, le habló de su nueva novia, que se llamaba Cris. Sin haberla conocido a Vio ya le caía bien. Omar volvió y se sentó con ellos, y durante unas horas, parecía que el tiempo había vuelto atrás: Al momento en que conoció a Yuls y la chica le presentó un nuevo mundo, lleno de personas especiales que la ayudaron a ser ella misma por fin. Hablaron de los temas que les interesaban a los tres, se rieron de un montón de esas bromas absurdas que solo les hacían gracia a ellos.

-          Comemos algo rápido y nos vamos de copas. ¡Venga, porfa! –exclamó Omar. Llevaban ya varias horas en esa terraza y las cervezas que habían tomado les pedían algo más de marcha para el cuerpo.

-          Por mi bien. –Dijo Yuls.

-          Pues voy a llamar a Rusli. No puedes decir que no, Vio.

-          Quiero que conste que me estáis liando vosotros. Voy a avisar a Julia y Carol, ¿os parece bien?





Así fue como los tres amigos acabaron en un pub que solían frecuentar antes esperando a que llegaran los demás.

-          Antes de que llegue nadie os quería decir algo.

-          ¡Cuidado, Vio! Que Omar se nos pone profundo.

-          Lo voy a decir aunque tú seas un poco gilipollas. –Puso una mano en el hombro de cada uno de sus amigas-. Os echaba de menos así, bueno, nos echaba de menos. Sé que es pediros mucho pero ahora que ha pasado el tiempo estaría bien que pudierais ser amigas.

De no verte nunca másDonde viven las historias. Descúbrelo ahora