Capítulo 70

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La fiesta de reapertura de la academia estaba siendo todo un éxito. A simple vista no habían cambiado demasiadas cosas. Sí el nombre, que ahora era "Escuela de Música Oliver", y se habían llevado a cabo algunas pequeñas reformas estéticas. Sí que se iban a producir muchos cambios internos, que los alumnos irían disfrutando poco a poco.

Aunque solo había estado cerrada unos pocos días la academia por las obras, Noe le había propuesto a Kiki hacer una fiesta que sirviera como promoción de la nueva etapa. Habían invitado a los alumnos de la escuela, algunos periodistas de revistas culturales y locales en busca de una buena reseña, y por su puesto a sus amigos.

- ¡Madre mía! Qué manera de comer tiene la gente... -le dijo Noemí a Violeta y Chiara.

- Bueno, es que hay mucho adolescente. -Explicó Violeta.

- Pues ese chico muy teen no parece. -Contrarió Noemí.

- No. -Kiki cerró los ojos y suspiró-. Ese es mi cuñado. Pero vamos, que lo de que no es un adolescente es una cuestión formal, a nivel intelectual nos encontramos ante otro debate. -Las tres chicas rieron.

- Bueno, el caso es que menos mal que me dejé aconsejar por Julia para pedir la comida, porque si hubiera hecho lo que yo quería, nos hubiéramos quedado cortas... ¡Y no quiero ni una broma sobre que soy catalana!

- Jamás se nos habría ocurrido.

Noemí caminó hacia un periodista dejándolas solas. Violeta agarró a Chiara con suavidad de la cintura y le dio un suave beso en la mejilla.

- Esta saliendo todo genial. ¿Menos nerviosa ya? -preguntó la pelirroja.

- Hasta que no haga el puto discurso, seguiré de los nervios. No sé como me deje convencer por Noe.

- Lo vas a hacer genial, amor, y Noe tiene razón. Tiene toda la lógica del mundo que la que des el discurso seas tú.

- Quizás, pero a mí no se me da bien Eres tú la que da bien discursos, siempre sabes que decir. A mí se me enrolla la lengua en la boca. Le voy a pedir a Julia que lo haga ella.

- ¡Anda ya!

- ¿Cómo que no? Trabaja para mí, no se puede negar.

- ¿Vas a ser ese tipo de jefa? Y sobre todo, ¿Te vas a atrever a putear a Julia?

Chiara fingió un puchero y apoyó la cabeza en el hombro de su novia, rendida ante la evidencia de que en unos minutos tendría que hablar ante todo esa gente.

- Venga, que de verdad que lo vas a hacer genial... y cuando acabes te tengo una sorpresa.

- ¿Una sorpresa? ¿Qué es?

- Aaaah... Cuando des tu discurso y acabe la fiesta.

Solo unos minutos después, Noe le hizo un gesto a Chiara para que la acompañara, y se dirigieron a la pequeña tarima que habían preparado en el hall de la escuela.

- Bueno, es un placer poder estar hoy ante todos vosotros. Para quienes no me conozcáis, soy Noemí Galera, la nueva directora de esta escuela. -Los aplausos la interrumpieron-. Pero solo directora, el corazón de este proyecto es la persona que tengo a mi lado. Mi labor aquí será simplemente ayudarla a que este engranaje funcione de la mejor manera posible, así que yo creo que es mejor que le de la palabra a la propietaria, Chiara Oliver. -Más aplausos que pusieron un poco de los nervios a Kiki.

- Buenas noches a todas. -Chiara se había preparado unas notas, pero ahora el tembleque de las manos le dificultaba la lectura. Levantó la cabeza y cruzó su mirada con la de Violeta, que le sonrió de esa manera que solo ella sabía. Kiki respiró profundamente y abandonando la idea de leer las notas comenzó a hablar.- Me había preparado unas palabras para decir hoy. Lo cierto es que no me gusta hablar en público, así que pensé que lo que podía hacer hoy, al más puro estilo Isabel Díaz Ayuso era leer tres o cuatro cosas con la mayor cara de convicción que me saliera y bajarme de aquí para poder seguir bebiendo champagne-. Las risas de la gente contribuyeron a que se relajara un poco más-. La verdad que no voy a leer lo que había escrito porque ahora, viéndome aquí y después de haber compartido este rato con vosotros, me parece que lo que iba a decir estaba lleno de tópicos y frivolidades. Lo único que puedo hacer es dar las gracias a todos los que me queréis acompañar en esta nueva aventura. No sé si soy la mejor profesora del mundo, y estoy segura que como gestora no será ni siquiera buena, por eso he contratado a Noe. -La gente volvió a reír-. Pero tengo muy claro el lugar que quiero que se convierta esta escuela. Quiero que sea "música", o al menos, lo que para mí es la música. Un lugar seguro, donde refugiarse de los problemas y el ruido del exterior, donde compartir con gente que siente tú misma pasión, donde poder expresarse desde lo más profundo de uno... o donde estar callado si es lo que el alma te pide en esos momentos. Quiero que los alumnos sean los verdaderos protagonistas de esta historia que empezamos hoy. Es decir, no me interesa demasiado salir en las listas de mejores escuelas de música de Madrid o España, que si pasa tampoco me quejaré, eh. Pero no es el objetivo primordial. El fin de esta escuela es que los que salgáis en las listas de mejores músicos del país seáis vosotros. Y los que no lleguéis a salir en esas listas nunca, porque no habéis podido o querido, que tengáis siempre el recuerdo de que este centro os ayudo a través de la música a ser personas.

De no verte nunca másDonde viven las historias. Descúbrelo ahora