De no verte nunca más

Capítulo 18

Kiki se dio cuenta de que Julia se había ido a la barra. Espero a ver si volvía con una copa, pero la gaditana estaba apoyada en la barra, mirándolas desde lejos. Fue hacía ella.

- Menudas tres, ¿eh?... Son un espectáculo. –Dijo la castaña cuando llegó. Julia estaba bastante seria-. ¿Pasa algo,Juli?

- No, no que va. Es sólo que hoy no estoy de muy buen humor y me cuesta un poco seguirles el rollo.

No la creyó, pero tampoco sabía que era exactamente lo que le pasaba, y conocía a Julia desde hacía poco. Al principio de la noche estaba en su salsa, pero poco a poco parecía que se había ido rallando. Se quedaron en silencio unos segundos hasta que Violeta se les acercó. Pidió una copa y cuando se la sirvieron las miro.

- ¿No venís? –preguntó.

- Es que estoy bien aquí, pero Kiki, ve tú. –Contestó Julia.

- Ains... -VIoleta hablo antes de que Chiara pudiera contestar. Se acercó a Julia y le dijo algo al oído, consiguiendo que la chica flipara pero sonriera también-. Pues nada, que vengáis cuando os dé la gana, sosas.

Violeta volvió a la pista, a seguir haciendo el absurdo con las otras dos chicas.

- ¿Qué te ha dicho? –preguntó Chiara-. Sí se puede saber claro...

- Qué tu hermana no es el tipo de Amaia para nada, que no tengo nada de lo que preocuparme.

- ¿Estabas celosa? –Kiki estaba flipando-. ¿Pero vosotras dos estáis...? –Julia asintió-. ¿Y su novio?

- Pues sigue siendo su novio. Se llama Alfred y es majísimo, un tío muy especial la verdad.

- ¿Entonces estas teniendo una aventura con Amaia pero te cae muy bien su novio?

- No, no estoy teniendo una aventura. Ellos tienen una relación abierta, como te explique, y Alfred sabe que yo me acuesto con ella.

- Estoy flipando como pocas veces en mí vida... -Kiki se dio la vuelta y pidió dos chupitos de tequila al camarero-. Te invito, a ver si se me pasa la impresión. –Julia se rio.

- Te entiendo, ya si me paro a pensarlo un poco también flipo. Es una locura. –Dijo todo esto con una sonrisa en la cara.

- Una locura, pero tú estás agustisimo por lo que veo.

- Es que me encanta Amaia. Sé que parece que está fatal, pero es... es única. Y cuando la escucho hablar no puedo evitar pensar que si hubiera más personas como ella, el mundo sería un lugar mucho más bonito en el que vivir. Es todo una locura, pero no quiero dejarla...

Chiara asintió, comprendía perfectamente la sensación. Tomaron los chupitos y Julia pidió otros dos.

- Ahora que ya sabemos que yo estaba toda mustia porque pensé que Amaia se quería tirar a tu hermana, y eso sinceramente ya era demasiado, ¿qué ostias te pasa a ti? –Julia le hizo un gesto con la mano para que no hablara-. Y no te molestes en decirme que nada porque llevas apagadilla toda la noche, y además... Amaia me contó lo tuyo con Violeta, así que sé por dónde van los tiros.

Kiki se quedó boquiabierta. No creyó que Violeta le hubiera contado nada a nadie. Pero en realidad le gustó, si se lo había contado a su mejor amiga es porque era un tema importante para ella.

- Bueno... pues no te voy a negar nada. A veces es difícil estar con ella...

- Lo entiendo. Lo tuyo es peor que lo mío. Aunque si te soy sincera, sin que Amaia dijera nada, yo ya noté que había algo entre vosotras. Pero claro, es complicado...