Capítulo 26

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Las tres amigas se quedaron sentadas en el sofá, con una cerveza en la mano y sin decir una palabra, hasta que Amaia rompió el silencio.

-          Somos un cuadro...

Violeta y Ruslana rieron ligeramente, no les quedaba otra. Entonces la granadina miró a Amaia y pudo ver como a la chica le resbalaban unas pocas lágrimas por el rostro.

-          Ey... Amaia... -Pasó la mano por la cabeza de su amiga y la atrajo hacia su cuerpo, para poder abrazarla-. Tienes que hablar con Julia.

-          ¿Para qué? Si no quiere saber nada de mí...

-          Para saber qué es lo que piensa de verdad, no lo des todo por finalizado con una sola conversación. Si la quieres, tienes que insistir un poco, por los menos dile como te sientes.

Amaia asintió mientras se limpiaba la cara y sonreía ligeramente.

-          Yuls estuvo en el bar, hablando con nosotras... -Empezó a decir Amaia. Miró a Violeta esperando un asentimiento para seguir hablando. Le habían prometido que no le harían hablar de sí misma, pero no podían evitarlo.

-          ¿Y qué os dijo? –cedió Violeta. En el fondo sabía que le vendría bien desahogarse con alguien.

-          Bueno, al principio solo nos dijo que habíais roto y que se iba a ir unos días...

-          ¿Se ha ido de Madrid? –preguntó Violeta, no sabía nada de ella desde que se había marchado de casa.

-          Sí, está en su casa, con su familia. –Contestó Amaia.

-          Bueno, pues eso, que nos dijo que ya no estabais juntas. Nosotras obviamente flipamos. –Contó Ruslana-. Le preguntamos porqué, y ella nos dijo que eran cosas vuestras. Y claro, ahí nosotras la cagamos.

-          ¿Cómo que la cagasteis? ¿Qué dijisteis?

-          Nada, por eso la cagamos. –Explicó Ruslana-. En condiciones normales habríamos insistido, pero cuando nos dijo aquello supusimos que algo tenía que ver con Chiara así que no preguntamos...

-          Y ella se dio cuenta de que sabíais algo... -Concluyó Violeta.

-          Nos preguntó, y yo le conté que sí que lo sabía. –Dijo Amaia-. Lo siento mucho Vio pero no quería seguir mintiéndole.

-          Tranquila, da igual. Ya no tenía sentido ocultarle más cosas. ¿Se enfadó contigo? –Se sentía culpable, Amaia quería mucho a Yuls y no quería perjudicar su amistad.

-          Más que enfadada creo que estaba decepcionada.

-          Lo siento...

Amaia sonrió y le dijo con la mirada a Violeta que todo estaba bien. Otra vez se quedaron en silencio las chicas, como si todas estuvieran asimilando lo que habían hablado.

-          ¿Cómo se enteró? –preguntó Ruslana.

-          Nos pillo hablando, lo justo para saber que había algo entre nosotras. Luego aquí en casa me preguntó y no me quedó más remedio que decirle todo. Por eso te digo, Rusli, que arregles las cosas con tu novio sin que todo se vuelva una mentira enorme...

-          Pobre Yuls... -Dijo Amaia-. Pero bueno, supongo que es lo que tenía que pasar, ¿no? Quiero decir, que lo de Chiara no es un polvo casual que puedas olvidar y hacer como que nunca ha pasado si Yuls no te pilla.

-          No, no es un polvo casual. –Dijo Violeta en un susurro.

-          Y entonces, ¿ahora qué? –preguntó Ruslana-. ¿Qué va a pasar?

De no verte nunca másDonde viven las historias. Descúbrelo ahora