Pasaron los largos y tristes días de la rubia y la castaña sin poder verse, ni siquiera tenían el valor de hablar. Estaban actuando como si ya no quedara nada de su amistad, cuando era todo lo contrario.
Para Taylor era una tortura estar sin Lana, realmente la necesitaba a su lado. No sentía ánimos de nada, ni siquiera había contestado llamadas o mensajes desde esa noche, nadie sabía nada de ella, y todos se preguntaban donde estaba. Sentía demasiado por Lana, incluso cuando el distanciamiento entre ambas hacia que ella estuviese a mundos de distancia.
Taylor no apareció en toda una semana, no había rastro de ella. Pasaba horas tratando de escribir en su habitación, o al menos distraerse un poco, pero no podía. Lo único que quería es que Lana volviera y se quedara con ella.
Lana ya no aguantaba ni un minuto más sin Taylor, pero no tenía el suficiente valor para ir por ella, y estaba tan enojada consigo misma por ello que sentía querer gritar.
Tomó una desición impulsiva: Irse a Nueva York por unos días. Allí estaba el estudio, donde al igual que ella, Taylor trabajaba con Jack Antonoff, el productor de un par de álbumes de ambas chicas, y gran amigo de ambas por supuesto.
Lana se conformaba con estar al menos un poco cerca de su rubia, de cualquier manera, aunque lo que de verdad quería era ir con Taylor y quedarse con ella sin importar qué. Pero no podía.
Así que hizo lo que planeaba, buscó un vuelo a Nueva York por la noche, preparó sus cosas, incluidas un par de canciones que había escrito, y esperó por el momento de irse.
La rubia no dejaba de pensar en ella, su mente estaba llena de Elizabeth Grant. Su corazón estaba lleno de Elizabeth Grant. Pero tampoco tenía la valentía para llamarla o incluso ir a verla.
Ambas odiaban sentir ese temor que solo les impedía su felicidad juntas, odiaban tantas dudas y confusión, odiaban no poder estar juntas.
Y así, sin pensar, Elizabeth tomó su vuelo. Fueron las cinco horas más largas, solo pensaba y sobrepensaba acerca de todo. En el corazón de esa castaña habían mucho dolor y malas experiencias, su vida había sido difícil desde el inicio, con tan solo decir que la primera persona que estaba predestinada a cuidarla amarla incondicionalmente, no lo hizo en lo más mínimo. Solo temía a nunca encontrar esa felicidad que había estado buscando por años en tantas personas diferentes y sin lograrlo, Lana solo deseaba ser amada de una manera sincera, solo tenia miedo a que pasara más de lo mismo, una vez más. Pero con Taylor lo sentía diferente, definitivamente era diferente.
Al llegar a Nueva York llamó a su amigo y productor, Jack Antonoff, necesitaba ir al estudio a distraer su mente y por supuesto, sentir aunque fuese un poco de su rubia. Él accedió de inmediato, era una sorpresa tener a Elizabeth ahí, ella y Taylor eran un
Lana vió a Jack, y lo primero que hizo fue ir directo a abrazarlo. Jack la recibió en sus brazos dándole un abrazo que ella necesitaba—¿Qué haces aquí Lizzy?—Le preguntó él sin dejar de abrazarla—Cuando terminé tu llamada vine directo al estudio.
—Necesitaba un descanso de Los Ángeles.
Y era obvio que no le diría todo lo que pasó con Taylor, algo que probablemente el sabía, por lo menos que habían ido a esa fiesta juntas e incluso se tomaron de las manos.
—¿Y Nueva York es tu auto de escape?—Dijo bromeando. Aunque la broma no fue graciosa para Elizabeth, solo la hizo recordar a su amada rubia.
—Algo así, supongo—Bajó la mirada y Jack lo notó, la notaba rara desde el principio pero no dijo nada, no quería tocar un tema que fuese difícil para ella.
Los dos hablaron por un largo rato, reían y se contaban todo lo que había pasado en este tiempo sin verse. Lana por su parte, omitiendo ciertas partes para no meterse en problemas, ni meter en problemas a Taylor.
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𝐅𝐋𝐈𝐏𝐒𝐈𝐃𝐄 - Taylana
FanfictionUna de las amistades más icónicas de la industria, Lana Del Rey y Taylor Swift. Dos de las mejores artistas de la década juntas otra vez, pero esta vez mucho más cerca la una de la otra. Dos estrellas brillando como si formasen una hermosa constelac...