Taylor llegó a su departamento asegurándose de guardar aquellas pastillas en un lugar seguro, al final sólo sería por un par de semanas mientras pensaba con claridad y elegía el momento exacto.
Ella solía decir que hay una hora exacta cada situación, y a ésta en específico estaba comenzando a darle demasiadas vueltas al no ser algo tan fácil como parecía ser en los miles de escenarios que su mente ya había imaginado.
Suspiró y dejó de preocuparse por ello al menos por un instante, no sin antes tomar su teléfono y dejarle un mensaje a Elizabeth asegurándole que había llegado a casa en perfecto estado.
Luego del mensaje a su chica, decidió dejar otro pero esta vez no era a alguien a quien precisamente estaba planeando, pero sintió la necesidad de hacerle saber que su plan iba de maravilla.
“Ya las conseguí, ¿Aún estás dentro? Escribió en el mensaje que dejó para Travis, extrañamente ahora uno de sus aliados.
El chico no tardó mucho en responder: “¿Segura de que quieres seguir con esto?”. La rubia lo pensó, pero no se resignó ahora que ya había comenzado, así que contestó a la pregunta afirmativamente. “Bien, iré a Florida en tres semanas, creo que te vendrá bien.” Fue el último mensaje que envió Kelce.
Travis y Taylor no eran precisamente los mejores amigos, pero compartían algo en común: Harían todo por amor. Kelce aún seguía gustando de la rubia pero aún así no le molestaba verla feliz al lado de Lana, al contrario, le parecía una bonita relación que Taylor merecía; por lo que no se resignó a ayudarla en aquel plan del que le había hablado en alguna extraña ocasión y el cual no pensó que llegaría a tanto, pero aparentemente estaba siendo así.
A Taylor por su parte le servía tener a un aliado como Travis, no era alguien a quien vería tan seguido y nunca había tenido que darle demasiadas explicaciones acerca de aquel retorcido pero para ella beneficioso plan.
Ahora ya sabía que tenía tres semanas para afinar los últimos detalles, y al menos un día para concretar su plan. Ya sentía escalofríos recorriendo su columna, como si tuviera un mal presentimiento de lo que estaba a punto de hacer. Estaba dudando, pero a veces el amor puede volverte loca; todo estaba siendo un desastre pero era el desastre que ella quería.
Sus pensamientos dudosos fueron interrumpidos por la vibración de su teléfono, bajó la mirada y notó el nombre "Bebé" acompañado de un corazón rosa en la pantalla: Era Lana.
Taylor se sintió ansiosa por la llamada, había pasado un tiempo desde que habían tenido esas videollamadas repentinamente tardías por la noche, que terminaban durando horas y horas.
—¿No puedes dormir, bonita?—Preguntó tan pronto y como contestó la llamada.
La rubia sacudió la cabeza—Te extraño—Rió suavemente.
—Te dije que podía quedarme contigo—Taylor sonrió—Pero siempre quieres hacer lo contrario a lo que digo.
Ambas rieron. Y se quedaron hablando por horas como acostumbraban, tanto que ni siquiera el cansancio pudo con ellas, al menos por un largo rato antes de que Lana comenzara a quedarse dormida mientras Taylor tarareaba una dulce melodía, como si estuviese meciéndola para que se durmiera plácidamente. Hasta que finalmente lo hizo.
Taylor no se atrevió a colgar la llamada, le parecía lindo cuidar a Lana incluso a través de la pantalla, asegurándose de que tuviese una noche tranquila. Taylor sabía que hace mucho que Elizabeth no dormía del todo bien y le alegraba ser quien la hubiese ayudado aquella noche.
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𝐅𝐋𝐈𝐏𝐒𝐈𝐃𝐄 - Taylana
FanfictionUna de las amistades más icónicas de la industria, Lana Del Rey y Taylor Swift. Dos de las mejores artistas de la década juntas otra vez, pero esta vez mucho más cerca la una de la otra. Dos estrellas brillando como si formasen una hermosa constelac...