Taylor llegó a casa y Lana corrió hacia ella con tanta emoción como si hubiesen sido años sin verla. La rubia se abrazó a la cintura de Elizabeth con delicadeza logrando cargarla y besando sus suaves labios rosas con sabor a miel. Elizabeth estaba recién salida de la ducha, vestía solo su bata de baño de satín, el cabello húmedo y estaba impregnada de su característico aroma; tan dulce como melocotones y flores blancas de un hermoso jardín.
—¿Me extrañaste, bonita?—Preguntó sarcásticamente—Yo también te extrañé a ti.
—Te tardaste—Se quejó la castaña—No me gusta quedarme sola, no sin ti.
Taylor besó las mejillas de Lana suavemente, mientras sostenía sus piernas para no dejarla caer y mejorar su agarre. La castaña por su parte no dejaba de repartir pequeños besos en el cuello de la rubia buscando no perder la posición en la que ella la tenía, aunque Taylor estaba disfrutando de tener a Lana como su bebé.
—Te traje estos, son de cereza—Dijo Taylor poniendo una bolsa de dulces sobre la mesa del comedor—Creo que te gustarán.
—Entonces sí me trajiste dulces—Lana estaba sorprendida, sospechaba que Taylor estaba mintiendo, pero no prestó demasiada atención al ver que en efecto, se trataba de dulces.
Taylor rió en medio de su nerviosismo, pero actuó con normalidad y decidió probar uno de los dulces antes que Lana, callando sus ganas de gritar que le había comprado un anillo. A decir verdad, estaba bastante emocionada por proponerle matrimonio a Elizabeth, a pesar de que este anillo sería sólo para proponerle tener una relación formal antes de casarse, pero la emoción era la misma y estaba realmente feliz por ello.
—Abre—Le dio a probar a la castaña, a la que aún tenía entre sus brazos—¿Te gustan?
—Saben mejor tus labios, pero sí me gustan—Bromeó Lana antes de besar la mejilla de la rubia y sentarse sobre la mesa para conseguir más de aquellas dulces cerezas.
—Bebé—Taylor hizo una pausa antes de ver a Lana a los ojos—Quiero pedirte perdón.
Las miradas de ambas conectaron y Taylor supo que era el momento indicado para hablar. Los ojos verdes de Elizabeth le inspiraban una confianza inigualable, tenían ese brillo especial que sin necesidad de decir ninguna palabra, era como si le dieran la bienvenida a ese lugar al que podía llamar hogar.
—Sé que lo que hice no merece tu perdón—Continuó—Pero al menos quisiera explicarte, si me dejas hacerlo—Lana asintió—¿Recuerdas ese día en el estudio? El día que nos conocimos.
—Claro que lo recuerdo, Tay—Sonrió inconscientemente—Jamas podría olvidarme de ese día.
—Bueno, después de que pasamos el día juntas ahí, algo pasó conmigo y con la manera en la que te veía. Al principio pensé que era una mezcla de el cariño que te tenía y la admiración que aún te tengo, y así fue durante un par de años hasta que no pude aguantarlo mucho tiempo más y lo acepté—Taylor suspiró—Me había enamorado de ti como jamás me había enamorado de nadie.
—Tay—Lana se sintió sonrojada luego de oírla, jamás imaginó que Taylor estuviese realmente enamorada de ella y hace tanto tiempo—¿En serio?
La rubia asintió—Pero en ese momento era difícil, estaba con Joe, a pesar de ya no amarlo; y estaba comenzando a perder todas mis esperanzas al verte con alguien más, cada día deseaba que fuese yo la que estuviese a tu lado—Una lágrima corrió por la mejilla de la castaña—Luego de eso, mi mánager me ofreció colaborar con algún artista, e inmediatamente pensé en ti, hasta que él dijo que tendría que fingir una relación con quien elija. Y lo dudé, pero traté de verlo como una oportunidad para quedarme contigo, y tal vez lo hice pero me arrepiento de haberlo hecho de esa forma.
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𝐅𝐋𝐈𝐏𝐒𝐈𝐃𝐄 - Taylana
FanfictionUna de las amistades más icónicas de la industria, Lana Del Rey y Taylor Swift. Dos de las mejores artistas de la década juntas otra vez, pero esta vez mucho más cerca la una de la otra. Dos estrellas brillando como si formasen una hermosa constelac...