034 - Paper Rings

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Taylor no quería abrir los ojos, estaba despierta pero se sentía demasiado cómoda descansando en el pecho de Lana como para hacerlo. Aún ni siquiera podía creer como de verdad estaba con ella y que no se trataba de otro de los sueños que solía tener últimamente, donde sólo podía estar presente Elizabeth. Ella era su primer y único pensamiento al despertar y el último al dormir, a veces se preguntaba cómo era posible que ella se hubiese apoderado de su mente de esa forma, y la única y más lógica explicación es que estaba completamente enamorada de ella.

Se dio cuenta que Lana estaba despierta y admirando el sol matutino que brillaba a través de la ventana y decidió moverse un poco logrando llegar a su mentón, el cuál besó suavemente haciéndola salir de su trance.

—Parece que alguien se despertó—Lana correspondió al beso, esta vez en los labios de Taylor sintiendo la dulzura en éstos—Buenos días, Tay-Tay.

—¿Por qué no dormiste?—Acarició el rostro de la castaña—Debes hacerlo, bonita.

—Tenía que cuidar a mi rubia, no quería que nada te pasara—Lo que decía Elizabeth no se trataba de una mentira.

Había quedado preocupada después de escuchar lo que Ariana le había contado, necesitaba proteger a Taylor a toda costa y a este punto no le importaba lo que tuviese que hacer para lograrlo. Quería mantenerla sana y salva, lograr que pudiese descansar de todo aquello que le preocupaba y le quitaba el sueño por las noches.

—Bebé—Taylor le dio otro beso en la mejilla—Ambas estamos bien, yo estoy bien si estoy contigo, debiste haber dormido.

—Estoy bien Tay, lo prometo—Lana sonrió—¿Tú dormiste bien?

—Muy bien—Taylor también sonrió—No había mejor manera de empezar el año que no fuese a tu lado.

Elizabeth besó la frente de la rubia y la abrazó con fuerza, logrando robarle una carcajada tan dulce como sus besos. Amaba poder escuchar de nuevo su suave voz y la dulzura de sus risas y expresiones, se sentía la más afortunada de tenerla a su lado una vez más y esta vez para siempre, porque se había prometido a sí misma no permitirse nunca más perderla.

—¿Qué tal si te hago el desayuno y comemos aquí? Y de postre te daré tantos besos como estrellas hay en el cielo—Ofreció la rubia tiernamente.

—Nena creo que nunca terminarás con el postre—Lana rió—Pero acepto.

—No debe terminar—Aseguró—Prepararé tus favoritos, como los que hiciste aquella vez en mi casa.

Lana asintió y alejó su mano de la cintura de Taylor para dejar que se levantara. Mientras Taylor estaba en la cocina, ella se dio un baño intentando ahuyentar el sueño que tenía, se puso un vestido fresco como el verano a pesar de ser invierno, pero el sol se lo permitía y estaba bien, mantuvo su cabello suelto con el sólo objetivo de que Taylor pudiese jugar con él, y pintó sus labios de un color rosa bastante suave. Como siempre, Taylor se preocupó por la presentación del desayuno, poniendo corazones por todos lados y preparando la comida favorita de Lana, cuidó cada pequeño detalle. Comieron juntas en la cama jugueteando un poco y besándose ocasionalmente, comenzando el primer día del año de la mejor manera. Al terminar Taylor se encargó de dejar todo en orden el la cocina, consintiendo por completo a Elizabeth, quien se sentía feliz tan solo con tenerla con ella. Al volver a la habitación, Taylor tenía varias cosas en sus manos, sobretodo mucho brillo y colores.

—¿De dónde sacaste todo eso?—Preguntó al ver como Taylor tenía miles de cosas en sus manos.

—Créeme que aún recuerdo cada parte de la casa, bebé, no sé cómo tienes todo esto pero tengo una idea—Taylor dejó todo en el suelo y se sentó ahí mismo—Hagamos anillos de papel, y casémonos.

𝐅𝐋𝐈𝐏𝐒𝐈𝐃𝐄 - Taylana Donde viven las historias. Descúbrelo ahora