Taylor peinaba el suave cabello castaño de Elizabeth mientras ella terminaba de vestirse, eran casi las tres de la mañana y debían irse antes del amanecer. Lana sonreía viendo su rostro abatido y las pequeñas marcas en su cuello, y Taylor volvía a besarlas como si quisiera remarcarlas.
—Tay, quiero descansar—Susurró Lizzy refiriéndose a que quería ir al hotel y dormir luego de tanto—Aunque no creo que pueda moverme de aquí, mis piernas aún tiemblan.
Taylor rió, tal vez se había sobrepasado esta noche, pero realmente ambas lo habían disfrutado como si fuese la última noche juntas, a pesar de que era la primera de unas cuantas que serían como ascender al cielo para ellas.
—Yo manejo bonita, no te preocupes—Dijo la rubia en un tono calmado, acariciando la mejilla de Lana—Estás cansada.
—No es mi culpa—Rió un poco y terminó de abrochar su vestido. Hizo una pausa para pensar y por supuesto aprovechar y ver esos hermosos ojos azules—¿Entonces ya todo está bien entre nosotras?
Taylor asintió. Definitivamente ya todo estaba mucho más que bien, aún se sentía surreal tenerla tan cerca y haber tenido el valor de decirle todo aquello, pero necesitaba hacerlo. Sentía que ahora Lana se había convertido en algo vital y que la necesitaba en cada momento de su vida, nunca en la vida hubiese imaginado enamorarse de ella, pero ahora que sabía que lo hacía no podía permitirse perderla otra vez, sentía que se pertenecían la una a la otra como si ella fuese el lugar seguro donde podría ser solo ella misma sin ser juzgada.
Y por supuesto, sintiéndose amada. Había pasado los últimos ocho meses ocultándose del amor pensando que siempre sería igual que siempre, y que lo único que hacía era romperse junto a miles de promesas falsas, arder como el fuego de una hoguera, y terminar tan rápido como las estaciones; pero mágicamente había aparecido este rayo de esperanza y luz de nombre Elizabeth, y que, aunque parecía una locura, la había hecho aprender que por primera vez, el pasado parecía ser solo pasado y que en el presente, había alguien haciendo del amor lo más preciado para ella.
—Vámonos, bonita—Dijo la rubia tomándola de las manos.
Lana le dió las llaves de su camioneta, y ambas se escabulleron tratando de no ser vistas hasta el estacionamiento al mismo tiempo que reían y jugueteaban como si hubiesen vuelto a ser niñas.
—¡Me voy a caer!—Se escuchaba la voz de la castaña mientras caminaba abrazando a la rubia—¡Camina bien, Alison!
—¡Si te caes ambas nos vamos a caer!—Gritoneaba la rubia entre risas—La que se caiga, tendrá que manejar.
—Te caigas o no, lo harás tú—Lana rió. Después de todo, llegaron juntas al auto sin ningún percance.
Elizabeth tomó el asiento del copiloto mientras Taylor se ataba el cabello y dejaba su chaqueta junto a su compañera para estar más cómoda, se puso el cinturón y puso las manos al volante.
—Te ves tan...—La castaña hizo una pausa tratando de no decir todo lo que se cruzaba por su mente en ese momento, Taylor se veía demasiado bien como para ser real—Tan hermosa.
—Podrías haber dicho lo que pensaste, bebé—La rubia sonrió y Lana se sonrojó, no pensó que se había quedado callada tanto tiempo como para que Taylor notara que estaba pensando en miles de cosas distintas para decirle.
Taylor encendió el auto y comenzó a conducir, sentía la mirada brillante y cansada de la castaña posarse en cada uno de sus movimientos como si estuviese admirando algo. Lana realmente admiraba a Taylor, era como si al verla viese a una diosa en persona, admiraba cada pequeña cosa que hacía y realmente disfrutaba poder estar con ella.
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𝐅𝐋𝐈𝐏𝐒𝐈𝐃𝐄 - Taylana
FanfictionUna de las amistades más icónicas de la industria, Lana Del Rey y Taylor Swift. Dos de las mejores artistas de la década juntas otra vez, pero esta vez mucho más cerca la una de la otra. Dos estrellas brillando como si formasen una hermosa constelac...