Las manos de Lana guiaban a Taylor a una de las habitaciones de la gran casa, caminaban de puntillas como si quisieran ocultar algo y sus risas dulces eran el único sonido presente en el silencio del lugar. La castaña cerró cuidadosamente la puerta detrás de ella, quedando sólo a la luz de las velas que Lana había encendido para esa noche especial, acompañadas de unos cuantos pétalos de flores de un color rosáceo, brindando un ambiente íntimo y romántico al mismo tiempo.
—Eres astuta—Comentó Taylor al ver la manera en la que todo estaba perfectamente preparado.
—Tal vez—Se alzó un poco para besar tiernamente a Taylor—O sólo sé lo que quiero.
Taylor sonrió y volvió a besar a Elizabeth con una dulzura inigualable, saboreando cada pequeña parte de los suaves labios de la castaña y que parecían tener un sabor al cielo. Ella podría morir en esos labios si así fuese necesario, eran algo especial y que provocaba un sentimiento inefable en ella. Eran besos de un ángel, de su ángel.
Sus besos se convirtieron en conexiones largas y dulces de las que no se separaban por más de un par de segundos para tomar aire. Pronto las manos de Taylor comenzaron a explorar el cuerpo de Lana, concentrándose en el área de su abdomen y cintura acariciándola suavemente por encima de la tela mientras seguía besándola con una pasión indescriptible. Decidió ir más allá y ahora tocar la piel de Lana directamente, pero ésta se separó del beso por un momento para soltar un pequeño quejido.
—¿Qué pasa, bebé?—Susurró Taylor preocupada—¿Te lastimé? ¿No quieres hacerlo?
Los ojos de Elizabeth se posaron sobre el brillante azul de los de Taylor—No es eso, Tay, sólo estoy nerviosa—La castaña rió un poco—Tal vez me desacostumbré a que me toques. Pero hazlo, por favor.
Esta vez fue Lana quien siguió con el beso, que tomó por sorpresa a la rubia pero ésta lo siguió con la misma dulzura, acompañándolo de nuevas caricias en la espalda de la castaña, explorando nuevamente su piel que se erizaba ante el toque de Taylor. No pasó mucho tiempo para que los besos de la rubia pasearan llegando al cuello de Elizabeth dejando pequeñas marcas rojizas producto de su labial rojo y eventuales mordisqueos delicados. Paró por un momento para poder llevar a Lana hacia una de las paredes y tener un mejor acceso a los lugares a los que quería llegar desesperadamente; levantó la pierna de Lana encajándola en su cintura de manera de que pudiese acariciarla mientras besaba a la castaña.
Notó un pequeño detalle en el muslo de la castaña que la hizo sonreír de inmediato, era una liga de piedrería bastante delicada y bonita, casualmente de un color rosa parecido al de los pétalos en el suelo. Lana, ya sonrojada, miró a Taylor a los ojos, guiñándole en señal de complicidad, la rubia tocó la nariz de Lana tiernamente y besó dos de sus dedos para ponerlos sobre la línea brillante.
—Es bueno saber que aún seguimos haciendo estas pequeñas cosas—Dijo acariciando suavemente la piel de Lana—Es divertido que seas tan dulce y tan seductora a la vez.
Lana tomó la mandíbula de Taylor y besó sus labios en medio de su risa nerviosa, eran besos gloriosos de un sabor único. Ellas jamás hubiesen imaginado que algo tal vez insignificante como un beso y su sensación resultara tan indeleble como los suyos. Incluso en otra vida, podrían reconocer el sabor y la sensación increíble de aquellos besos.
—Te extraño tanto—Susurró Taylor mientras seguía con sus caricias y con su ronda de besos, escuchando como la castaña gemía dulcemente—Realmente te necesito.
Lana se mantuvo callada pero sonreía al notar como el tono de voz de Taylor comenzaba a cambiar, transformándose en un tono más grave ciertamente seductor que sólo tenía cuando estaba excitada, y Elizabeth sabía reconocerlo. La rubia pareció hartarse de esperar y quitó la tela que cubría parte del cuerpo de Lana, pudiendo ahora admirar su cuerpo semi desnudo, cubierto sólo por su ropa interior y su largo cabello suelto.
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𝐅𝐋𝐈𝐏𝐒𝐈𝐃𝐄 - Taylana
FanfictionUna de las amistades más icónicas de la industria, Lana Del Rey y Taylor Swift. Dos de las mejores artistas de la década juntas otra vez, pero esta vez mucho más cerca la una de la otra. Dos estrellas brillando como si formasen una hermosa constelac...