𝐅𝐋𝐈𝐏𝐒𝐈𝐃𝐄 - Taylana

006 - Bejeweled

Taylor veía a Lana dormir y sonreía, la verdad se veía muy hermosa en su cama, con su cabello castaño ocultando un poco su rostro y su delicada mano abrazando una almohada que puso Taylor para que ella no se diera cuenta de que la rubia no estaba a su lado. Ella dormía como un pequeño ángel, su ángel.

Taylor se sentó junto a ella, sin despertarla, no quería interrumpir su sueño. La observaba con atención y detallaba cada parte de ella, y seguía preguntándose por qué se le hacía tan atractiva. Taylor no estaba segura de ello en lo absoluto, se supone que ella era heterosexual, nunca antes se había sentido de esa forma acerca de una mujer, pero con Lana era distinto; se supone que eran amigas, pero desde aquella noche no la veía de la misma forma, y mucho menos luego de ese beso. Pero aún no estaba segura si la veía como algo más, era confuso, muy confuso aún.

Comenzó a acariciar el cabello castaño de Elizabeth con delicadeza, pensando en el miedo que tenía de lastimarla si todo esto solo llegara a ser una confusión de sentimientos, Taylor sentía la necesidad de protegerla, no quería lastimarla, pero sabía que sus sentimientos aún confusos podrían hacerlo.

Pero ella solo quería disfrutar de ese día con ella, quería olvidarse de todo y todos y que por un momento, solo existieran ella y Elizabeth.

—Tay—Balbuceó Lana apenas despertando. Taylor tomó su mano, que aún conservaba ese color rojo en sus uñas, y la besó delicadamente—¿Por qué no estás aquí?—Dijo la castaña refiriéndose a el lado vacío de la cama.

—Quería verte dormir. Te ves muy bonita cuando lo haces—La rubia
sonrió y Elizabeth le devolvió la sonrisa.

Taylor la siguió acariciando mientras la castaña terminaba de despertar. Su piel era tan suave, su cabello era simplemente perfecto, y estaba tan ansiosa por ver esos hermosos diamantes brillando en sus ojos.

Lana terminó de despertar y lo primero que quiso hacer fue hablar con la rubia—Tay, sobre lo que pasó anoche...—Quiso decir Elizabeth, pero la rubia la interrumpió.

—Lizzy, no quiero que te disculpes por eso. Ambas queríamos hacerlo, lo sabíamos desde la fiesta, era algo que iba a pasar tarde o temprano—Taylor suspiró, tomó la mano de Elizabeth y se atrevió a seguir—Sé que lo que sentimos la una por la otra es confuso ahora, tanto para tí como para mí, y sé que necesitamos tiempo para descubrir lo que de verdad sentimos. Y está bien.

Lana estuvo de acuerdo, al final no era una mentira, ambas necesitaban tiempo para sanar sus relaciones pasadas y entender qué era lo que realmente sentían, aunque ya era bastante evidente.

—Pero no significa que debemos dejar de vernos, disfruto mucho estar contigo—Finalizó la rubia provocando que Lana sonriera.

Lana también tomó la mano de Tay, era suave y cálida, Lana sonrió y la miró a los ojos: La primera conexión del día.

—¿Quieres quedarte hoy?—Le preguntó la rubia con dulzura—Quiero que tengamos un buen día juntas, quiero que olvidemos todo lo malo que nos ha pasado estos últimos meses y solo pasar un buen día.

Era algo que ambas necesitaban ¿Para qué mentir? Y si lo hacían juntas sería aún mejor. Sería un día de chicas, y sería maravilloso.

—Por supuesto Tay, me quedaré contigo.

La felicidad de Taylor fue inexplicable al escuchar que Lana sí quería quedarse, y que tendrían un día maravilloso. Su felicidad fue tanta que no dudó en abrazarla, y fue la mejor manera de empezar el día.

—Será el mejor día, lo prometo—La felicidad de Taylor no cabía en su pecho—Es un día perfecto para hacer galletas, y bailar, y cantar y hacer todo lo que queramos juntas Lizzy.