046 - You Can Be The Boss {!}

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—Entonces vámonos—Rogaba la rubia—O hazlo aquí, pero hazlo, carajo.

Lana seguía negándose, no podía concederle todo a Taylor tan fácilmente, a pesar de realmente quererlo. Rió un poco al ver la desesperación de Taylor y volvió a acercarse a ella.

—Cálmate, aún queda mucho de la noche—Sus labios rozaban los de Taylor, lo que provocaba que ésta quisiese arquear la espalda en busca de un beso.

Lana se alejó sin más, dejando a Taylor incluso con ganas de un pequeño beso. Extendió su mano ofreciéndosela para bajarse del mostrador, ella lo hizo de mala gana al no obtener lo que deseaba.

—Dios, tengo que dejar de consentirte—Rió antes de besar tiernamente los labios de Taylor—Está bien.

La expresión de la rubia cambió por completo al escuchar la aparente aceptación de parte de Lana. Ahora sonreía felizmente y su mirada azul parecía ser una combinación de deseo y desesperación.

—Súbete, y abre las piernas—Ordenó la castaña.

Taylor obedeció, emocionada por lo que pasaría luego, hasta que notó que Lana buscaba algo en su bolso. La castaña estaba realmente concentrada, y sonreía con malicia sabiendo que lo que haría sería algo que disfrutaría al máximo. Tomó dos objetos en su mano, Taylor no pudo distinguir de inmediato que eran, hasta que Lana se acercó a ella nuevamente.

—Se supone que usaría esto más tarde—Suspiró—Pero no me gustaría dejarte tan desesperada, linda.

—¿Qué es?—Preguntó Taylor curiosamente.

Elizabeth sólo acarició las piernas de Taylor abriéndolas aún más para ella, acariciaba la cara interna de sus muslos tan suavemente que resultaba tortuoso para la rubia, hasta que los dedos de la castaña llevaron sus caricias hasta la ropa interior de Taylor.

—Procura hacer silencio—Advirtió antes de mover la tela que la incomodaba—O va a ser peor.

—¿Esa es una advertencia buena o mala?—Cuestionó divertidamente.

—Depende de cómo quieras tomarla—Lana acariciaba suavemente la intimidad de la rubia—Yo siendo tú, esperaría hasta que llegaramos a casa y me quedaría callada.

Las caricias de Elizabeth no duraron por demasiado tiempo al notar la humedad de Taylor, así que decidió proseguir con lo que realmente haría. Tomó uno de los objetos en su mano y lo introdujo dentro  de la rubia, no sin antes poner su mano libre en los labios de ésta, evitando que hiciera ruido.

—Escúchame, nena—Acomodó la ropa interior de Taylor y la vió a los ojos—Esto es un vibrador, ahora mismo está apagado y no sientes nada ¿Cierto?—La rubia asintió. Lana alejó sus manos del cuerpo de Taylor e hizo que ella cerrara las piernas—Pero no permanecerá así toda la noche—Dijo antes de mostrarle un pequeño control—Esto es para mí.

La sonrisa de Taylor se desvaneció por completo al saber que Lana tendría su cuerpo completamente a su merced, en otras circunstancias incluso lo estuviese disfrutando, pero sabía que sería peligroso seguir actuando normal teniendo a Lana controlándola como y hasta cuando ella quisiera.

—Lizzy...—Intentó decir.

—Será sólo un momento, muñequita—Susurró la castaña con malicia—No será una tortura, sé que terminarás disfrutándolo.

Taylor suspiró y volvió a sonreír. Al final cada encuentro sexual con Lana terminaba siendo algo estupendo, y no podía negar que lo disfrutaba increíblemente. Volvió a ponerse de pie y besó a Lana dulcemente, a lo que ella respondió con unas cuantas caricias en la espalda de la rubia.

𝐅𝐋𝐈𝐏𝐒𝐈𝐃𝐄 - Taylana Donde viven las historias. Descúbrelo ahora