Fueron las dos semanas más largas de sus vidas, incluso se sintieron más largas que todo el tiempo que habían pasado sin verse, tal vez era ahora lo mucho que se amaban y necesitaban la una a la otra.
Pasaron todos los días entre llamadas y pequeñas fotos que se enviaban cada cierto tiempo, no había un minuto de su tiempo libre que pasaran sin hablar, se extrañaban demasiado y al menos querían sentirse cerca. Admiraban los conciertos maravillosos de la otra y se halagaban cada vez, incluso crearon una pequeña y linda costumbre de enviarse flores y poemas antes de cada puesta en escena. Contaban cada uno de los días antes del ansiado reencuentro como si hubiesen pasado décadas desde la última vez que sintieron la dulzura de sus labios.
Y así, entre violetas y tulipanes, fotografías tiernas y espontáneas, el tiempo de desespero ante un amor ansioso y la espectativa de un abrazo cálido y un beso tan dulce y suave como la canela, llegó el día tan esperado.
La rubia esperaba a su amada Elizabeth con un par de violetas en sus manos, luciendo un hermoso vestido color azul cielo que hacía resaltar el hermoso azul océano de sus ojos brillantes, su cabello rubio se movía con la brisa y su corazón latía de la emoción de ver a Lana de nuevo.
Era casi la hora del atardecer en Venice Beach, el lugar donde habían quedado en verse. Era un lugar bastante especial, sobretodo para Elizabeth, era uno de sus lugares favoritos en el mundo y estaba feliz de compartirlo con Taylor, sería una experiencia inolvidable admirar las canvas del cielo adornando una perfecta puesta de sol.
El sentimiento que invadió sus corazones al verse fue inexplicable, fue como si el mundo se detuviera solo dejándolas a ellas dos corriendo hacia la otra. La blanca arena en sus pies como un camino directo hacia la felicidad, las olas del mar dándoles la certeza de que todo estaría bien con su melodía, sus rostros angelicales adornados por una sonrisa tan brillante como las estrellas, unos brazos desesperados por sentirse y unos labios anhelando el beso dulce que tanto extrañaban.
Se fundieron en un abrazo largo y lleno de emoción, era el mejor y más cómodo sentimiento, los brazos de Taylor rodeaban el cuello de Lana, y los de ella la cintura de la contraria manteniéndola muy cerca, para luego besar sus dulces labios color rojo.
El sabor del beso era igual de único que siempre, era como si esos labios fuesen algo que se podría llamar “Hogar”, sentirse de nuevo era mágico, deseaban que fuese un beso interminable en el que permaneciera la dulzura inigualable. Cuando la falta de aire se hizo presente y tuvieron que separarse volvieron a abrazarse, se necesitaban de una forma indescriptible.
—Te extrañé tanto Lizzy—Susurró la rubia antes de repartir un par de besos en su mejilla.
—Yo te extrañé mucho más, no puedo vivir sin tí—Lana no se separaba del cálido abrazo de su compañera—Te ves hermosa.
Sus miradas se encontraron nuevamente como si les dieran la bienvenida a un inmenso mar de emociones nuevas y a un mundo completamente mágico en donde solo ellas podían estar, era su mundo, el mundo que se creaba al estar juntas.
Se sentaron a la orilla del mar para vivir entre besos dulces y caricias suaves que se sentían como el paraíso. Lana no dejaba de admirar las hermosas flores junto al atardecer mientras su cabeza descansaba en el regazo de la rubia, y lo único que Taylor podía admirar era la belleza en el rostro angelical de la castaña, no tenía ojos para nada más que no fuesen sus ojos verdes y sus labios rosas que complementaban las facciones perfectas de su rostro.
—¿Viste lo hermoso que es Tay?—Dijo con emoción Lana refiriéndose a los colores naranja, amarillo y rosa del cielo.
—Lo es, pero yo veo algo mucho más hermoso justo aquí—Pasó la yema de su dedo índice por la línea perfecta de la nariz de Elizabeth.
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𝐅𝐋𝐈𝐏𝐒𝐈𝐃𝐄 - Taylana
FanfictionUna de las amistades más icónicas de la industria, Lana Del Rey y Taylor Swift. Dos de las mejores artistas de la década juntas otra vez, pero esta vez mucho más cerca la una de la otra. Dos estrellas brillando como si formasen una hermosa constelac...