—¡Tay! Sé paciente, si sigues así nunca terminaré—Dijo la castaña entre risas.
Taylor estaba abrazando a Elizabeth, y aprovechándose de la diferencia de altura entre ambas besaba su cuello desesperadamente, con el sólo propósito de que Lana le diera alguna de las fresas que estaba cortando para el desayuno.
—Sólo quiero una, bebé—Pidió con ternura—Se ven deliciosas.
Finalmente Lana cedió y puso un pequeño trozo de las fresas en los labios de la rubia. Sonriendo, siguió haciendo lo que hacía hace un momento al mismo tiempo que sentía como las manos de la rubia parecían masajear con suavidad su vientre. Una vez terminó, se dio la vuelta para besar los labios de su amada, aquellos labios dulces y ahora combinados con la acidez y dulzura de la fruta.
—Aún no puedo creer que esté despertando cada día y pueda besarte—Susurró Lana mirando a Taylor directamente a sus ojos azules.
Resultaba increíble como hace apenas unos meses ni siquiera tenían el valor de verse a la cara luego de todo el amor que se habían tenido, pero era hermoso ver como ahora ese amor había crecido y esa incluso más grande que aquella primera vez. Aquella primera vez desde la cual había pasado un año entero y unos cuantos meses, un nuevo verano vendría pronto y sólo podría recordarles a esos maravillosos momentos en los que apenas estaban descubriendo el amor que se tenían entre labios rojos y mejillas rosáceas. Todo parecía ser parte de un sueño salvaje, pero que era la más dulce de las realidades.
Era jueves por la mañana, casi una semana completa desde que llegaron a la hermosa isla. Todo parecía ir bien mientras no estaban, ellas se sentían libres y tan felices como nunca antes a pesar de saber que al volver, tendrían que volver a sus vidas relativamente normales, a las que tendrían que volver a acostumbrarse y ahora, como una pareja. La foto que la castaña había publicado no había pasado desapercibida por nadie en el medio, las especulaciones no tardaron en llegar y nadie dejaba de hablar de ella y su ‘nueva relación’. Pero ella estaba feliz, y Taylor también lo estaba, y eso era más que suficiente para tener el valor de afrontar todo lo que tuviesen que afrontar para defender su amor contra todo viento o marea.
El día pintaba a ser bastante bueno, Taylor tenía planeado hornear alguna de sus recetas favoritas para Lana, y ésta le enseñaría a surfear en la playa tal y como se lo había prometido, y probablemente durante la noche sólo se relajarían en la cama concentrándose en sentir sus labios unidos mientras las olas del mar componen una melodía suave y la luz de la luna iluminaba todo a su alrededor.
Durante el desayuno sólo podían mirarse la una a la otra, conectando sus coloridas miradas mientras conversaban acerca de todo y de nada a la vez, eran pequeños momentos que resultaban perfectos. En un momento Taylor recibió una llamada, era de parte de su hermano, quien era el único que sabía sobre su secreto viaje y quien las estaba ayudando a ocultar que estaban juntas.
—¡Hola Austin!—Dijeron ambas al unísono.
—Se oyen felices—Dijo el chico entre risas al oírlas—¿Qué tal todo?
—Muy bien—Taylor estaba muy emocionada, y se notaba en su rostro—¿Pasó algo?
—No mucho, sólo que estoy aprendiendo a cuidar a cinco gatos y está siendo algo complicado—Las chicas rieron—No me imagino cuando se casen y tenga que verlos siempre, aunque son tiernos—Bromeó.
Las mejillas de Taylor se pusieron completamente rojas, estaba nerviosa porque Lana se enterara de sus planes ya que estaba escuchando toda la llamada, Austin sabía sobre aquella propuesta y claro, estaba emocionado. Pero Taylor quería que fuese una completa sorpresa, pero era difícil cuando ni siquiera ella misma era buena disimulando, por suerte sólo tendría que hacerlo un día más.
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𝐅𝐋𝐈𝐏𝐒𝐈𝐃𝐄 - Taylana
FanfictionUna de las amistades más icónicas de la industria, Lana Del Rey y Taylor Swift. Dos de las mejores artistas de la década juntas otra vez, pero esta vez mucho más cerca la una de la otra. Dos estrellas brillando como si formasen una hermosa constelac...