011 - August

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La mente de Taylor no dejaba de repetirle que era la culpable de haber perdido a Elizabeth, el sentimiento de buscarla en cada cosa que le recordara a ella y no encontrarla era simplemente horrible, estaba completamente arrepentida de lo que había hecho, pero ya era muy tarde para arreglarlo.

Ni siquiera habían palabras para describir todo lo que estaba en su mente en ese momento, aunque lo principal era claramente Lana Del Rey, no dejaba de pensar en ella, era como si le hubiese dejado una marca dorada que no podría borrarse jamás.

—Pudo haber sido completamente mía —Dijo la rubia con lástima mientras se servía otra copa de vino blanco—Y solo la dejé irse, la perdí.

Seguro llevaba un par de horas sentada en el suelo, tratando de calmar sus emociones con alcohol mientras el vinilo de Norman Fucking Rockwell era lo único que podía escuchar en las cuatro paredes de su habitación, extrañaba tanto su voz y su presencia que escuchar sus canciones parecía funcionar.

Canceló su vuelo y demás planes para quedarse en su departamento en Nueva York, donde todo le recordaba a Lana y esos momentos que habían pasado juntas allí. La cama vacía aún guardaba ese dulce olor de la castaña, flores y lavanda, frutos rojos y coco, que Taylor amaba tanto que no quería separarse de ahí.

Era tan hiriente como ese lugar había prescenciado algo que estaba destruido ahora.

En la ciudad llovía y parecía mezclarse con las lágrimas que aún corrían por las mejillas rosáceas de Taylor mientras ella tomaba cada copa del dulce licor que la hacía recordar a la dulzura de los labios de Elizabeth, aunque nada se comparaba a ellos, Love Song ahora sonaba y sus lágrimas se intensificaban, pudo haberlo tenido todo con Elizabeth, pero decidió dejarla ir tan fácilmente que dolía tanto como tocar el fuego.

Se sentía tan tonta de haber dicho todo aquello, tenía la felicidad en sus manos y la dejó ir, odiaba el hecho de no haber luchado lo suficiente y disculparse como debería, y ahora era tarde, su mente no dejaba de repetir la voz de Lana diciendo que no quería volver a verla.

Trataba de olvidar todo con alcohol, sabía que era un problema pero no le importaba nada ahora que no tenía a la única persona que realmente le daba felicidad. Trataba de olvidar algo inolvidable, algo que no recordaba como olvidar y es porque ni siquiera sabía cómo olvidarlo.

¿Cómo olvidarse de su voz dulce como una melodía de piano, de sus ojos de diamante, de sus labios suaves del color de las rosas, de su cuerpo tan perfecto y delicado como el de una diosa? ¿Cómo olvidarse de Elizabeth Grant?

En el fondo sentía que necesitaba este tiempo para sanar y pensar acerca de sus sentimientos conscientemente, hubiese preferido hacerlo de otra manera que no incluyera herir de esa manera a la chica que estaba iluminando sus días y le estaba dando los mejores, a esa chica que parecía ser el amor de su vida con cada mínima cosa que hacía.

O quizás se trataba de otro de sus amores de verano a los que se aferraba por alguna extraña razón, quizás fue muy pronto o muy repentino que se transforma poco a poco en otro recuerdo que se pierde en el tiempo mientras el verano se acaba y con él, todas las vagas ilusiones que sintieron porque al final, ni ella fue completamente suya, ni ella completamente de Elizabeth.

Pero las ilusiones que parecían pasajeras seguían atrapadas en su corazón, solo deseaba poder sentir esos labios dulces y escuchar esa voz llamándola una vez más. Ella no quería un amor de verano, quería un amor para todas las estaciones. El amor de Lana.

——————— ☆ ࿐ ࿔*:・゚

Elizabeth volvió a sentirse en casa al ver los hermosos campos verdes y las delicadas flores blancas adornando la entrada de la casa donde creció, a pesar de todo lo que pasó en ese tiempo, aún sentía que era lugar seguro, al que podía ir cuando se sentía mal y sentirse en casa de nuevo.

𝐅𝐋𝐈𝐏𝐒𝐈𝐃𝐄 - Taylana Donde viven las historias. Descúbrelo ahora