𝐅𝐋𝐈𝐏𝐒𝐈𝐃𝐄 - Taylana

017 - You Are In Love

Y si organizar un viaje no era rápido, ellas hicieron que lo fuera, y lo antes posible. Pasaron toda la mañana entre llamadas y mensajes tratando de conseguir que alguno de sus jets fuese el que las llevara a Los Angeles, y que claramente, fuese algo cauteloso y privado solo para ellas.

—¡Lizzy! Tengo uno, pero tendremos que correr—Gritó la rubia emocionada—Tenemos como veinte minutos, no sé cómo estaremos listas.

Lana rió, le parecía asombroso todo lo que Taylor podía hacer cuando se proponía algo, era ágil y siempre lograba conseguir lo que quería de la manera que fuese.

—Podemos Tay, ¿Qué necesitas hacer?—Cuestionó la castaña.

—Necesito ir al departamento, hay mucho que hacer ahí—Taylor estaba nerviosa de no llegar a tiempo para el vuelo.

—Entonces, no perdamos tiempo.

Era casi mediodía, no tenían tanto tiempo y realmente lo necesitaban, pero sabían como aprovechar esos minutos que valdrían la pena absolutamente cuando estuviesen juntas.

Lana recogió sus cosas rápidamente, tanto que la rubia quedó sorprendida, y se ofreció a conducir esta vez, el tráfico de Nueva York no sería un obstáculo para ella, y por supuesto no lo fue. No tardaron mucho en llegar al departamento, Taylor con todo el estrés y emoción hizo sus maletas lo más rápido posible, con ayuda de Lana claramente.

Elizabeth por su parte hizo todas las llamadas necesarias para que llevaran su auto de Nueva York a su casa en Los Angeles, y aprovechó de llamar a su hermana y decirle que estaría en la ciudad esta semana por “asuntos importantes” omitiendo por ahora el hecho de que estaba con Swift.

Era como otra de sus pequeñas aventuras, se volvía mucho más divertido cuando lo veían de esa manera ignorando lo que todo el mundo pudiese decir o ver.

—¿Estás lista?—Susurró Taylor al oído de Lana, ya listas para subir al avión.

—Más que lista—Se tomaron de la mano y caminaron hacia las escaleras sin ningún problema.

Los nervios ya no existían estando juntas, las dudas acerca de su amor y el miedo constante de que las relacionaran parecía desaparecer por fin, no se fijaban en los flashes de las cámaras o las especulaciones por doquier, ellas eran solo ellas mismas y eso era lo importante. Ya nada ni nadie podría separarlas ahora que estaban cayendo en el abismo que era su amor como nieve en la playa, inusual y quizás extraño, pero hermoso y único.

Sonreían como si hubiesen ganado un concurso, sus mejillas rosas y el brillo como estrellas en sus ojos no lo podían ocultar, estaban completamente felices y emocionadas con tan solo imaginar todo lo que sería esa semana para ellas. Incluso el vuelo pareció ser corto de lo mucho que hablaron acerca de tantas cosas, parecía que este tiempo juntas las ayudaba a conocer pequeñas partes de ellas mismas y aprender mucho más la una de la otra.

Pronto estuvieron en la maravillosa ciudad, que guardaba los recuerdos de sus primeros días juntas y de cómo empezó toda su naciente relación, era divertido y especial recordar todos esos detalles y de alguna manera repasar su historia desde el inicio.

Ya era de noche en la ciudad de Los Ángeles, así que decidieron ir a casa de Lana primero, así aprovecharían y ella haría sus maletas, con todo lo necesario para pasar una de las mejores semanas de su vida. Era como si fuese una pequeña niña apunto de adentrarse en un castillo de fantasía, su emoción se sentía de esa forma.

Sus manos no se separaron en ningún momento, sentir la suavidad de ellas y la conexión que tenían era algo inigualable, cuando sus manos estaban entrelazadas parecía que había un hilo invisible atàndolas en cuerpo y alma, las hacía sentir como si ya hubiese mucho de ellas mismas en la otra y por supuesto, las hacía sentir unidas por algo mágico.