Taylor procuraba despertar a Elizabeth con sus besos, besando cada parte de ella con una delicadeza especial, desde su rostro y cuello hasta sus brazos y pecho dulcemente. Su primera noche en Hawái había sido maravillosa, habían dormido envueltas en un abrazo que las mantuvo cálidas y juntas durante toda la noche mientras las olas del mar que se oían desde la habitación actuaban como una canción de cuna para ambas.
—Despierta, bebé—Seguía besando cada parte que podía—Es hora de levantarse, cariño—Sabía lo mucho que Lana amaba los apodos, así que pensó que podían ayudarla—Son las nueve de la mañana princesa durmiente, es hora de despertar.
Lana parecía tener el sueño bastante pesado, pues ni siquiera con los apodos y el tono de voz dulce de Taylor pudieron despertarla, Taylor rió un poco y le dio otro beso en la mejilla antes de levantarse. Salió un momento al balcón de la habitación dándose cuenta que el sol parecía brillar mucho más que el día anterior y las olas del mar parecían más calmadas y de un color incluso más intenso, era un día perfecto.
Taylor se dio una ducha y decidió usar un atuendo cómodo, pues saldrían a visitar Honolulu durante la mañana. Hizo el desayuno para ambas, cortando unas cuantas frutas y acompañándolas con yogurt, era algo que a Elizabeth le encantaba. Todo esto le tomó unos cuarenta minutos, lo que le parecía suficiente para que Lana se despertara.
—¡Be...!—Hizo una pausa antes de terminar su frase—¡Elizabeth!—Dijo en un tono de enojo al ver que la castaña aún estaba entre las sábanas cubriendo su rostro.
—Un rato más—Dijo bajo las sábanas—Por favor Tay-Tay.
Taylor dejó la bandeja de comida sobre la mesa de noche un momento, y se sentó en la cama junto a Lana buscando hacerle cosquillas para poder despertarla.
—¡Alison!—Exclamó entre risas al sentir las manos de Taylor—¡Ya suéltame!
A la rubia también le resultaba divertido, y a pesar de que Elizabeth ya estuviese despierta seguía jugueteando con ella con tal de escuchar su dulce risa y luego ver como sus mejillas estarían completamente rosas.
—Es el castigo por levantarse tarde—Bromeó la rubia hasta por fin soltar a Lana—Buenos días, princesa.
—Buenos días nena—Lana se abalanzó a los brazos de la rubia buscando su atención en un abrazo—¿Por qué no me despertaste antes?
—Lizzy te estoy intentando despertar desde las nueve de la mañana—Rió y besó la mejilla de Lana—Pero alguien parecía estar en sus mejores sueños.
—Ya te contaré—Se separó de la rubia para ir al baño—Veo que ya preparaste el desayuno.
Taylor asintió y preparó la cama para que comieran ahí mismo, aprovechando del sol colándose por la ventana y la intimidad de la habitación.
—Aw, Tay, se ve delicioso—La sonrisa de Lana inspiraba dulzura—¿Por qué no comemos en la playa?
—Esa es la mejor idea bebé, ¿Junto al muelle dejando que el agua nos moje?—Dijo la rubia emocionada.
—Si eso es lo que quieres...—Taylor la interrumpió abrazándola y llenando su rostro de pequeños besos.
—Te amo, te amo, te amo—Dio un último beso antes de separarse de la castaña—Yo llevaré esto, tú sólo vístete bebé, te esperaré allá.
Lana asintió y se dispuso a hacer lo que Taylor le había pedido. Eligió un vestido color amarillo que resaltaba el color de sus ojos, era uno bastante parecido al que había usado en su álbum Blue Banisters, e incluso imitó el peinado del mismo. Se puso maquillaje de una manera sutil y tomó sus gafas de sol para dirigirse a la playa, donde en efecto, Taylor la esperaba sentada en el muelle junto a la comida.
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𝐅𝐋𝐈𝐏𝐒𝐈𝐃𝐄 - Taylana
FanfictionUna de las amistades más icónicas de la industria, Lana Del Rey y Taylor Swift. Dos de las mejores artistas de la década juntas otra vez, pero esta vez mucho más cerca la una de la otra. Dos estrellas brillando como si formasen una hermosa constelac...