𝐅𝐋𝐈𝐏𝐒𝐈𝐃𝐄 - Taylana

014 - Diet Mountain Dew

Elizabeth estaba en su semana de gira por Estados Unidos, era una de las primeras presentaciones de esta primera parte y estaba realmente feliz de volver a sentir la emoción de estar en el escenario y ahora con nuevas canciones que amaba.

Un par de días antes una de sus ideas impulsivas había cruzado por su mente, se presentaría en Los Ángeles y sabía a la perfección quién había vuelto a la ciudad, así que decidió enviarle algo para invitarla al concierto de esa noche. Empacó ella misma una de las chaquetas de carreras de su mercancía, autografió uno de los vinilos de su nuevo álbum e incluyó un pase VIP exclusivo para ella, con otra de sus cartas de dedicatoria, esta vez de su puño y letra.

—Han sido meses sin tí, rubia
Se sienten como años de soledad
Todo esto es para tí,
con el mismo amor de aquel verano
Sería bueno verte ahí esa noche,
quisiera que hablemos luego del concierto, por favor.
LDR.

No estaba segura si la rubia iría, pero estaba feliz con haberle enviado ese pequeño detalle, lo hacía desde el amor que aún le tenía y que al parecer le tendría para siempre.

Para Taylor, recibirlo fue lo mejor que le pudo pasar en mucho tiempo, estaba demasiado emocionada desde que vió las iniciales LDR en la caja, y solo deseaba abrirla.

Subió a su habitación directo a su cama, sus gatos husmeaban la caja curiosos del contenido. Lo primero que vió fue la tarjeta de dedicatoria, al leerla sintió como su corazón se aceleraba y su emoción crecía, no podía creer que Elizabeth había escrito eso con sus angelicales manos y que era real, siguió viendo todo lo demás simplemente maravillada, no tenía palabras para describir todo lo que sintió en ese momento, fue increíble sentirse tan especial gracias a Lana.

Definitivamente iría al concierto, necesitaba ver a Lana y aceptaría la propuesta de hablar con ella luego de la presentación, la necesitaba y ya no soportaba estar sin ella, y si esta era la oportunidad correcta, correría hacia ella sin dudarlo.

Desde ese día no pudo ni siquiera dormir, pero esta vez era solo por la emoción de ver a Lana otra vez, había esperado tanto por este momento que parecía ser parte de un sueño del que definitivamente no quería despertar, buscaba la carta en medio de la noche solo para leerla y cada día parecía eterno esperando por su amada Elizabeth.

Para la suerte de ambas, el día del concierto llegó mucho más rápido de lo esperado. Esa tarde Taylor estaba más feliz que nunca, ni siquiera sabía que atuendo elegir, sentía la necesidad de lucir lo más hermosa posible para Elizabeth, definitivamente sabía que usaría la chaqueta de carreras, le había encantado, pero aún no sabía con qué combinarlo.

Mientras estaba en su pequeña pelea interna tratando de decidir, recibió una llamada de su mejor amiga Selena.

—¡Taylor! ¿Dónde se supone que estás?—Fue lo primer que escuchó al contestar la llamada—Tengo unas veinte llamadas perdidas de números distintos Taylor, contesta tu teléfono.

La rubia estaba extrañada, no recordaba que tenía que estar en algún lugar o que alguien la esperara. O quizás se le había olvidado.

—¿Dónde se supone que debería estar?—Cuestionó la rubia.

—Taylor, hace meses estaban planeando esta sesión de fotos, es imposible que no recuerdes—Dijo Selena casi reclamándole.

En ese momento, Taylor recordó que en efecto, se suponía que debía estar en una sesión de fotos para Vogue, pero con la emoción de los días pasados se le olvidó por completo, ni siquiera pudo posponerla o adelantarla, estaba en problemas.