052 - Body Electric

191 33 3
                                    

Aún era de madrugada en la ciudad de Los Ángeles, Lana ya tenía sus maletas preparadas y sólo necesitaba esperar a que la llevaran al hotel cerca del lugar del concierto para hacer las cosas mucho más fáciles.

Esa noche no había dormido casi nada, a pesar de saber a la perfección que tenía que hacerlo, pero siempre se las arreglaba para dormir al menos unos veinte minutos antes de presentarse, y supuso que eso haría esta vez también.

Uno de los autos que se encargaría de su traslado se detuvo frente a ella, el hombre que conducía la ayudó con su equipaje no sin antes saludarla cariñosamente. Era algo de Lana tener una buena relación con cada persona con la que trabajaba.

Se subió a la parte trasera del vehículo y abrochó su cinturón, lista para continuar su viaje. De camino tomó su teléfono y revisó las notificaciones rápidamente, entristeciéndose un poco al no ver ninguna de parte de su novia como ya era costumbre para ella. Apagó el teléfono y lo dejó a un lado, ahora concentrándose en el cielo estrellado a través de la ventana.

Sus ojos verdes se llenaron de lágrimas repentinamente, y ella sólo dejó que corrieran libremente, al final era una buena manera de liberar ciertas tensiones. Observaba la luna como si estuviese perdida en su brillo, le tenía una gran admiración.

“¿Se encuentra bien, señorita Del Rey? Escuchó a su espalda, a lo que simplemente asintió sin dejar de mirar al cielo, como si estuviese rogando por algo, por alguien.

Antes de ir al hotel debía hacer la prueba de sonido, era muy temprano para ello pero sabía que no tendría demasiado tiempo al no poder haber ido el día anterior. Para su suerte pudo hacer dicha prueba, ensayar las canciones que presentaría y todo salió bien.

Una vez llegó al hotel, notó que tenía un lapso de tiempo no tan corto como había pensado. Eran menos de las doce del mediodía y el concierto sería por la noche, aunque sabía que debía prepararse mucho antes, pero aún tenía tiempo de dormir, por lo que tan pronto llegó a su suite, pensó en aprovechar su tiempo y hacerlo. Pero se detuvo en el espejo por un momento, admirando su propio reflejo.

Jugueteaba con su cabello y sonreía para sí misma, mientras pensaba en tantas cosas que ninguna terminaba teniendo que ver con al otra, pero ella estaba perdida en sus propios pensamientos.

“¿Debería volver a ser rubia como cuando era más joven?”Si la Virgen María me conociera, creo que rezaría un rosario por mi mente rota”¿Cuál sería la mejor manera de terminar con su vida?” “Ella no debería preocuparse por eso”.

Rió un poco y se levantó de la silla del tocador, caminando hacia la cama mientras tarareaba una parte de una de sus canciones del álbum ‘Paradise’. También pensaba en lo arriesgada y despreocupa que era en esa época, era 2012 y ella estaba haciendo cosas poco vistas en la industria, la tachaban de ser una “molestia para la sociedad”, pero ella era libre. Y lo sigue siendo.

Se recostó sobre la cama cubriendo su cabeza con una de las almohadas, aún pensando y tarareando mientras poco a poco se quedaba dormida. Finalmente podría descansar.

Y lo hizo, de hecho lo había hecho por demasiado tiempo.

—Elizabeth—Sintió la voz de su hermana Caroline acompañada de unos cuantos toques en su hombro—Lizzy ¡Vamos! ¿No dormiste anoche?

Lana bostezó e intentó abrir los ojos, frotándolos para poder dejar su cansancio de lado, miró a Chuck e intentó buscar su teléfono para revisar qué hora era.

—¿Qué hora es?—Balbuceó al no encontrar lo que buscaba.

—Falta como una hora para tu concierto—Dijo un poco preocupada, sabía que su hermana no podría estar lista en ese tiempo—Anna ya te está esperando para el peinado.

𝐅𝐋𝐈𝐏𝐒𝐈𝐃𝐄 - Taylana Donde viven las historias. Descúbrelo ahora