𝐅𝐋𝐈𝐏𝐒𝐈𝐃𝐄 - Taylana

051 - Don't Blame Me

—Contéstame, Taylor—Los ojos de Lana estaban llenos de ira, Taylor no la reconocía así, era imposible. Esa no era su chica.

—¿Qué era todo eso, Elizabeth? ¿A quién quieres asesinar?—Se atrevió a decir en un tono de preocupación.

Taylor ya sabía de quién se trataba, había revisado demasiado como para averiguarlo. Pero necesitaba escucharlo de los labios de Elizabeth, necesitaba saber la completa verdad.

Lana se alejó de ella sosteniendo su cabeza entre sus manos, preocupada de que Taylor hubiese descubierto lo que estaba planeando. Se suponía que era suyo, se suponía que era el secreto más profundo que necesitaba ocultarle a todos hasta el último día.

—¿Qué carajo leíste? ¿Qué viste?—Elizabeth caminó hacia su escritorio, notando como todo estaba desordenado.

—Elizabeth, ¡Simplemente explícamelo!—Gritó—¿A quién planeas matar?

Lana se quedó completamente callada, no sabía cómo reaccionar, cómo responder. No podía decirle nada a Taylor sobre el asunto, pero ¿Qué sentido tendría mentirle ahora? Ella vio cosas, ahora sabe cosas, sería inútil seguir ocultándose pero también peligroso para su relación, otra vez.

—Lo único que tienes que entender es que lo hago por nosotras, lo haré por las razones correctas—Murmuró viendo a Taylor a los ojos.

—¿¡Cuál podría ser la “razón correcta” para matar a alguien!?—La rubia gritaba.

—¡No lo sé, Taylor!—La castaña alzó la voz levantándose de su asiento—¡Estoy intentando salvar tu vida y la mía! ¿Por qué no puedes entenderlo?

Taylor se acercó a ella, la miró de frente y notó que sus ojos verdes ahora estaban más oscuros y la ira y la preocupación eran lo único que se reflejaba en ellos. En realidad no podía creer que esa fuera Lana y no podía creer que fuese precisamente ella quien estuviese planeando ese misterioso asesinato. Esa no era la chica a la que conocía tan bien.

—¿Cómo podrías salvarnos la vida con eso? Elizabeth, sería peor, ¿Quieres terminar en prisión?—La rubia realmente estaba preocupada.

Pero Elizabeth jamás se había detenido a pensar en las consecuencias, o tal vez tenía todo tan bien planeado que sabía a la perfección como actuar para no dejar rastro. Ningún crimen es perfecto, pero en algo tenía razón, ¿Quién podría sospechar algo sobre Lana Del Rey? ¿Quién podría pensar que la reina del género alternativo y una de las más grandes artistas de la década cometería un crimen? Exacto, nadie. Y eso era una gran ventaja.

Pero ahora había algo más: Taylor. Ella mantenía todo en un perfil bajo, nunca pensó que la rubia se eacabulliría en su estudio y descubriría todo lo que había estado haciendo desde hace mucho tiempo. En su mente retorcida, ese pensamiento era sólo algo intrusivo, que no pasaría. Pero la historia tomó un rumbo diferente.

—¡Yo sé lo que voy a hacer!—Afirmó la castaña—Y ni tú, ni nadie me detendrá, Taylor. Tenlo en cuenta: Haré lo que sea para mantenernos a salvo, ¡Lo que sea!—Suspiró, ella también tenía miedo—Te he perdido suficientes veces como para permitir que vuelva a suceder.

—Elizabeth, te estás volviendo loca, paranoica—Dijo en un impulso—Tienes que parar antes de que sea demasiado tarde.

La castaña se quedó callada, pensando en las palabras de Taylor, analizándolas una y otra vez en su mente. ¿Por qué demonios no podía entender que todo lo que estaba haciendo es para que ellas estuviesen bien?

—Taylor esto es por nosotras, ¿No puedes verlo así?—La voz de Lana era casi dolorosa—Sólo quiero protegerte, lo he deseado desde el primer día que te conocí.