Entiendo cuál es mi papel

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Varvara Chein

Me coloco un vestido rojo cereza y me hago una coleta alta, veo mi reflejo en el espejo mi abdomen no es plano, quizás debería ponerme una faja para meter todo eso, pero lo cierto es que las cosas apretadas no son lo mío. Me coloco el collar que me regaló Ámbar hace años, es un perrito en oro tan pequeñito y delicado que realmente pega con este vestido.

Salgo de la habitación justo cuando estoy a dos pasos de cerrar la puerta, mis ojos se enfocan en el, su figura es imponente en todos los sentidos, Gedeon es de esos hombres que te ordenan caer en sus pies con solo su presencia, lleva puesto un traje azul rey, una camisa blanca abierta hasta el segundo botón solo deja ver trasoes de tinta negra pero no se puede ver qué es.

—¡No vas a ir así! —su voz es firme, mis ojos me hacen una revisión, mis pechos se ven lo suficiente pero de resto el vestido me llega hasta el tobillo.

—¿Disculpa? —me quejo retrocediendo—. ¿Que tiene mi vestido?

—Ese lugar Varvara está lleno de hombres, tus pechos están casi afuera —se queja mientras da dos pasos hacia mi—. No quiero partirle la cara a nadie hoy.

—No voy a cambiarme Gedeon, me gusta mi vestido, además mis pechos son lo único que me favorece ya ves que no tengo el cuerpo fibroso de mis hermanos , a mi me tocó ser la Curvis de la familia.

Me queda observando de pie a cabeza, como si estuviera pensando en decir algo pero a la final no lo hace, solo se quita su chaqueta y la pone encima de mis hombros. Se gira hacia las afueras.

—No voy a pasar la noche con tu chaqueta puesta Gedeon Korrat le gritó a su espalda —una risa divertida sale de sus labios.

—No te preocupes muñequita es solo para que no te entre un frío —se burla.

Cuando salimos a las afueras un sedan color rojo menta está allí estacionado, Gedeon me abre la puerta mis ojos se quedan pegados en su figura mientras pasa por frente del auto.

Tomo mi teléfono y le escribo a Mateo

Varvara

Estoy en vía bobo, llevo a Gedeon Korrat conmigo espero que nos deje divertirnos

Mateo

Te espero nena, yo buscaré la forma de desasernos del viejo geriátrico.

Sonrió ante el teléfono y Gedeon me da mala cara, una risa se escapa de mis labios.

—¿Que te causa tanta risa? —dice mientras le baja el nivel al aire.

—Mateo es muy divertido —digo mordiendo el labio inferior reprimiendo una risa.

—¿Te gusta el chico Rizzo?

—Es guapo tiene unos bonitos ojos —digo tratando de hacerlo enfadar, pero entonces el solo sonríe.

—Su tía también es muy hermosa —asegura mientras una risa se le escapa, una risa traviesa.

El enojo crece en mi, no me causa ninguna gracia.

—Si, supongo que es el tipo de mujeres que te gusta —suelto sin darme cuenta que mis palabras salen muy picadas.

—Es una mujer preciosa —suelta mientras llegamos al club, no espero que me abra la puerta me bajo del auto tirando su chaqueta en el asiento, y comienzo a caminar hacia el interior.

—Varvara espérame —dice mientras le da las llaves a un hombre, me quedo allí parada mirándole como toda la idiota que soy.

Cuando está a unos pasos de mi toma mi mano, suavemente sus dedos se unen a los míos y una sensación de hormigueo recorre mis manos sudadas, mi corazón late fuertemente y mis pies tardan unos segundos en seguirle los pasos.

Peligrosa Audacia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora