Silencio Furiso

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Gedeon Korrat

Siento mucha rabia contra Zacarías después de salir de la cocina antes de que fuera a partirle la cara, encontré a Varvara bastante nerviosa en el pasillo, sus ojos oceanos me miraron con una angustia evidente cuando de repente toda la seguridad callo encima de nosotros.

—¿Que está pasando?

Robert se frena en seco y se gira a mirarme.

—La señora Nikita me ha pedido que venga a separar una pelea entre usted y el señor Zacarías.

No, Nikita nos ha visto pelear más veces de las que me gustaría admitir y jamás se   vuelve tan loca, hay algo más aquí.

—¿Dónde está ella?

Comienzo a caminar hacia la cocina de nuevo, si Nikita no está aquí y le pasa algo juro que le partire la cara a Zacarías.

—Nikita envío a la seguridad a separarnos, puedes revisar si está en tu habitación joder, estoy seguro que se ha jugado —los ojos grises de Zacarías se vuelven aún más plomo líquido.

Se levanta del meson y me golpea al pasar, yo empiezo a ir al cuarto de seguridad allí es donde debí ir al inicio.

—Vamos Robert llévame a las camaras de seguridad, estoy seguro de que los ha engañado y escabullido.

Al entrar al cuarto empezamos a retroceder las cámaras, y tardamos varios minutos al ver a Nikita con un bolso de mano, escabullirse por la puerta de Robert, casi podría sonreír ante lo valiente que es, si no fuera porque somos  la mafia francesa y por ende tenemos más enemigos que amigos. Mi estado de alerta de dispara incluso Varvyra que está a mi lado aprieta mi mano en un gesto de angustia.

—Voy a encontrarla —digo mientras me giro veo a Zacarías.

—Se ha ido —es todo lo que dice mientras empieza a buscar en las cámaras frontales a ver donde subió.

Un taxi, no se ve muy bien la placa, Robert tarda unos diez minutos en pasar la imagen a un programa para darle mejor resolución y así poder dar con la placa y la compañía del Uber.

Zacarías, sale de la habitación y yo voy detrás de el, cuando sube a su camioneta, no dudo en subir y me importa muy poco si me quiere aquí o ni, reviso mi pistola por si se necesita. Al cabo de unos diez minutos estamos frente a la empresa de Uber y Zacarías baja, le espero dentro del auto porque se que no tardará más de diez minutos en conseguir la información que quiere. Así que pongo mi reloj en cronómetro mientras empiezo hacer apuestas de si serán cinco o 6 minutos, apuesto yo mismo seis minutos, pero incluso en menos de cinco minutos está de vuelta.

La dejaron el hotel este , me muestra un papel.

—Es cerca de casa ¿Que piensas hacer dejarla allí?

Se gira para mirarme furioso.

—No ella vendrá conmigo, mientras sea mi esposa no va a quedarse fuera de mi alcance.

—No creo que usando esas palabras la vayas a convencer de regresar —casi me rio en su cara pero al ver su tensión decidí guardarme la sonrisa.

—No la convenceré yo, la convenceras tu —sentencia mientras gira hacia el hotel.

—Es tu mujer no la mía —sentencio con el mismo tono —. Me vale mierda si no quieres ser padre o lo que sea, vas a mover tu trasero, te vas a tragar tu mierda y traeras a Nikita a casa, porque si no te juro, que serás tu mi próximo muerto.

—Ella me mintió Gedeon, yo no tolero las mentiras.

—No te mintió ¿Que pasa si el aparato estaba vencido o se rodó? Esas cosas pasan Zacarías, además no veo cuál es tu problema con ser padre.

—Gedeon este no es un mundo para un niño tu mejor que yo lo sabes, nosotros no vamos a Disney de quince años, nosotros vamos a una carnicería para mostrar nuestra valía, no puedo traer un niño o niña a vivir está vida.

—Pues demasiado tarde, tenías que haberte hecho cura pero la abstinencia no fue tu fuerte —me rio y se que está a punto de golpearme pero para mí suerte estámos llegando al hotel.

Zacarías golpea el volante y luego de cinco minutos nos bajamos a buscar a mi adorable cuñada, cuando la conocí jamás pensé que sería así de especial siempre estaba llorando y era tan tímida, pero ahora estoy sorprendido de lo osada que se ha vuelto, desobedecer a Zacarías incluso para mí es un riesgo.

—Buenas Noches , estoy buscando Nikita De Korrat —pide Zacarías a la recepcionista.

—Lo siento no podemos dar información de los huéspedes por su seguridad, si usted quiere llamela y —Zacarias puso el arma en el mostrador la recepcionista trago duro.

—Es mi esposa, llamela y dígale que Zacarías la espera abajo.

No creo que Nikita este tan demente como para no bajar, quizás le queda algo de sentido común, Zacarías recoge el arma mientras la recepcionista marca el número y habla con Nikita.

Esperamos unos minutos cuando veo a Nikita salir del ascensor es furia pura, no es un huracán, no hay simpatía en ella, no hay nisiquiera un rastro de simpatía.

—Disculpe señorita por todo —dice Nikita a la chica de seguridad mientras pasa frente a nosotros y sale del hotel.

Zacarías le dice a la chica un par de consejos que implican no llamar a la policía y no meterse en dónde no la llaman.

Al salir del hotel, Nikita está parada frente a la Jeep Comander de Zacarías, el activa el seguro y ella sube. Cuando subo al auto y no dice nada, siento que está enojada gravemente y eso también me incluye.

—Disculpame Niki —digo porque de verdad no me gusta que esté así.

—No quiero hablar Gedeon no lo tomes personal —es todo lo que dice y yo entiendo que su enojo va dirigido al ciudadano que va de piloto que básicamente es mi hermano, pero tengo el presentimiento de que Nikita podría pasarlo a mejor vida en cualquier momento, eso casi me hace sonreír , solo que de verdad me dolería perder al cabeza dura de Zacarías.

Peligrosa Audacia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora