Decisión

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Varvara Chein

Agarro lo primero que consigo y se lo lanzo, una maldita sonrisa preciosa adorna su rostro, haciendo que se vea aún más perfecto.

—Eres un imbécil —busco otra cosa, lo segundo que agarro es un reloj que está en la cómoda.

—No te atrevas —su sonrisa es reemplazada por una sentencia judicial.

No miro el reloj, solo lo lanzo. El reloj pega directo en una pared. Silas posa sus ojos en el reloj, sus ojos grises son una tormenta justo cuando se posan sobre mi.

—¡Quiero que te vayas! —la furia en su voz hace que mis piernas tiemblen—. ¡Vete Varvara!

Es la primera vez que usa mi nombre.

—Lo siento yo...

—No importa, solo vete por favor —miro hacia el reloj, no parece muy nuevo, parece un regalo , seguro de su novia o ex novia.

Me giro, no es para tanto es solo un reloj.

—Es solo un reloj Silas, puedo comprarte otro.

Mis palabras quedan opacadas cuando su cuerpo envolvente me hace volverme haciéndome chocar contra su pecho.

—No todo tiene un precio Varvara Chein y aunque pudieras regalarme un reloj, no tendría importancia para mí, tu no me importas.

—Lo se, se que no te importo —la idea me molesta, aunque debería tranquilizarme, me enfurece.

—¡No me importas!

Asegura mientras sus manos me envuelven en un abrazo enlazado, haciéndome imposible separarnos, sus dedos al final apenas me rozan y aún así siento Miles de cosas.

—Tu tampoco me importas.

—¿Sabes Tigresita ahora estás en deuda conmigo como me pagarás?

—No tengo nada que pagarte.

—Ese reloj era...—se detiene como si se arrepintiera de hablar—. Una reliquia , no tiene precio Tigresita , bueno el precio de lo pongo yo.

—¿Cuál es el precio para darte el doble?

—La altivez te sienta a la perfección , el precio es tu exclusividad.

—La exclusividad está sobrevalorada —digo mintiendo amo lo exclusivo pero cuando la vida es una mierda uno no le quedan muchas opciones que hacerle la competencia.

—Puede, pero a mí me gusta ya ves el reloj único en el mundo, por una mujer única en el mundo —hay un acertijo en sus palabras o una burla.

—No voy a dejar a Gedeon, o me aceptas con el o no me aceptas.

Sus ojos grises se vuelven brazos de carbon, peligrosos.

—Es una pena Tigresita porque tengo un montón de ideas de como sacar a tus hermanitos de ese agujero oscuro.

Sus palabras me golpean y me enfurecen en partes iguales. Me aparto de el, tiene que haber otra forma, tiene que haber una forma de que pueda salvar a mis hermanos. Soy demasiado cobarde para ser yo la que termine con Gedeon, yo no podría romperle, tengo que hacer que se decepcione de mi.

—¿Cuál es el plan que tienes para salvarlos?

—Consegui un agujero en su expedientes podría lanzar mucha basura de ellos a ese lugar permitiendo así que se les deje en libertad por no tener pruebas fidedinas en su contra.

La alegria me invade ver a Kanat y a Dominic fuera de ese lugar es todo lo que necesito para estar feliz.

—Toma anota este número —digo enseñándole el número de Gedeon , Silas me mira con incertidumbre,pero comienza anotarlo—. Voy acostarme en tu cama desnuda, escúchame bien, le vas a enviar esa foto, pero mañana mismo te pones a sacar a mis hermanos de ese agujero los quiero afuera rápido, y segundo no tienes derecho a tocarme más.

—¡Hágase su voluntad señorita!

—Volteate —digo mientras comienzo a sentirme con ganas de vomitar, no me va a perdonar Gedeon no me va a perdonar ni lo de esta noche, ni esto. Lo siento mi hacker favorito debo salvar a mis hermanos.

Comienzo a quitarme toda la ropa, el frío me cuela en los huesos, cuando me recuesto en la cama, Silas aún sigue de espalda pero hay un espejo gigante que le da una vista, una pequeña sonrisa adorna su rostro.

—Toma la foto Silas.

Camina hacia mi, sus ojos conectados en mi rostro, como si estuviera tratando de no mirar por debajo de ellos.

—Permiteme acomodarte no estás creíble —asiento mientras sus dedos acomodan mi cabello—. Colocate de espalda abraza la almohada, eso es perfecto.

Se devuelve toma la sabana y me tapa casi por completa , solo ha dejado un pedazo de mi espalda a la vista , cuando escucho el teléfono sonar me giro.

—Toma escríbele el mensaje y envíalo tu —me lanza su teléfono, mientras va a un nevera y saca unas cervezas—. Está noche creo que necesitarás una de estas.

Casi le grito, todo esto es tu culpa imbécil ,sin embargo solo miro la foto.
No hay nada que escribir, se nota que soy yo y se nota que estoy desnuda es suficiente para que Gedeon se lo crea.
Envío la foto sintiendo como cada una de las partes que forman mi respiración se desintegra, me levanto de la cama y me cambio. Cuando vuelvo a estar con ropa vuelvo a ver el mensaje y tiene las dos flechas de visto y leído, sin embargo no hay nada, no hay ninguna reacción.

—Me das mi teléfono por favor —pide mientras con la otra mano me ofrece una cerveza, no bebo, pero hoy se siente como un mal necesario, así que la tomo, y le doy un sorbo largo.

Mi teléfono no suena, no hay nada, no hay ninguna reacción de Gedeon y eso es peor, saber que Gedeon no me ha llamado, que no está aquí tumbando esa puerta es solo sinónimo de que no le importo tanto como yo pensaba, las lágrimas caen por mi rostro pero me las seco antes de que Silas pueda verme, toda mi vida soñé con ser la novia de Gedeon Korrat, toda mi vida soñé cada segundo como debía ser, como sería si el se fijara en mi y cuando se logró cuando mi sueño se hizo realidad, todo mi mundo se derrumbó, le doy otro trago a la cerveza, salud por Kan y Dominic ,pronto estarán afuera viviendo y yo estaré. Yo solo estaré.

Peligrosa Audacia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora