Peligrosa Audacia

Le diste sentido

Nikita

El cultivar flores ha sido mi salvación, si no hubiera pasado tantas horas abriendo el espacio en la tierra y colocando semillas o tallos, yo estaría muerta. Si no hubiera descubierto mi pasión por las flores no hubiera podido sobrevivir. Probablemente muchas personas piensen que es una cosa pequeña, pero a veces son las cosas pequeñas las que nos salvan, una adicción por los café, por la navidad, por el deporte o por los libros, por algún cantante, no se cada uno va encontrando algo que lo hace seguir adelante y yo encontré eso en semillas germinando, en girasoles que se negaban a morir, me enamore de las rosas y su fragilidad ante el toque, me deleite entre los tulipanes y me perdí en las orquídeas.

No puedo recordar casi nada de mi pasado es como si parte de mi memoria hubiera decidido borrar todo, quizás para que no doliera tanto, pero lo cierto es que duele no tener recuerdos porque en el fondo sabes que debieron ser aterradores como para que tu mente los lanzara al laberinto sin salida.

La voz de Nadia y de Catrina retumba en la sala, estaban de compras, creo que iban a comprarse ropa para navidad, una parte de mi piensa en Kanat, ya no como ese amor que creí que le tenía, ahora me doy cuenta de que solo era una niña buscando refugio en cualquier lugar porque el frío era gélido y cualquier destello de calor parecía una fogata. Ojalá pueda salir de la carcel y criar a su hijo o hija. También espero que Dominic lo logre.

—Nika, Nika —la voz de Catrina me produce dolor de cabeza, esa alegría ensordecedora que la caracteriza me roba mucha energía, no es que me caiga mal es que es demasiado alegre.

—¿Cuál es el alboroto Catrina?

—Te compré está flor —se detiene en medio del jardín sus ojos se quedan pegados en las flores—. Bueno viendo esto mi regalo no es tan...

—Es preciosa, gracias —ahora me siento como una mierda de persona.

Es una sábila.

—¿Te gusta? —sonrie con sus cabellos al cuello , mierda se ha cortado el cabello.

—¿Te cortaste el cabello?

—Si, ¿Cómo me veo? Apuesto que parezco una treintona sexy?

—Siempre te ves sexy —admito porque Catrina tiene eso, es sexy sin querer serlo tiene una piel ligeramente tostada, un culazo, pechos, cintura y una boca roja cereza que la acompaña a todos lados.

—Perfecto, ven que tú con cuñada va a preparar la cena —me acerca a ella—. Hay algo mal con su marido, no se creo que no es como parece ser.

Niego, el esposo de Nadia es un pan de Dios. Justo cuando vamos entrando Zacarías aparece en mi campo de visión, lleva una camisa arremangada hasta los hombros color azul rey, sus ojos grises me miran divertido.

—¿Me permites a mi esposa?

—Vamos Zacarías es tarde de chicas.

—Lo siento Catri, pero tengo planes.

La sonrisa de Catrina se ensancha y me mira pícaramente.

—Eso suena mejor que una tarde de chicas —hace un puchero falso—. Por favor no hagan ruido, miren que aquí no hay pan para los pobres.

Tardo unos minutos en darme cuenta de a qué se refiere.

—¿Que planes tienes?

—Es una sorpresa Nika.

Me lleva camino a nuestra habitación, cuando entro una caja negra está encima de la cama.

—¿Es para mí?

—Abrelo Niki.

Abro la caja, un precioso vestido color jade está allí, con pendientes a juego, y unos tacones dorados. Lo saco lentamente impactada por la belleza de la tela es realmente precioso. En el fondo de la caja hay flores muertas, o mejor dicho a punto de morir. Me giro furiosa.