Varvyra Chein
Al llegar a Francia mi pecho comienza a latir con calma, mis emociones se sienten más tranquilas lejos de Silas, al llegar a la mansión Korrat, nos recibe Nadia, la hermana de Gedo y Zacarías, junto a Nikita quien se queda allí parada en el umbral, Gedeon envuelve en sus brazos a Nadia quien pega un chillido, el hombre de ojos miel que está detrás no tiene el aspecto de hombre de la mafia, cero tatuajes, pelo perfectamente cortado y sonrisa calida.
—Por fin te conozco Gedo me hablo mucho de ti —Nadia tiene el rostro más limpio que yo he visto en mi vida, no posee nisiquiera un mísero lunar que arruine su piel traslúcida, es tan bonita su cara que no puedes dejar de mirarla, miró a Gedo quien niega la afirmación de su hermana.
—Un placer —mi voz sale inerte aunque la situación pareciera ser alegre para los hermanos, los míos están bajo las rejas.
El grito de Mateo me hace saltar, está en un Jeep Comander su cabello rubio revuelto y una sonrisa de hijo de Evans que no puede ocultar ni en kilómetros.
Gedeon curiosamente no se altera, se queda en una calma sorprendente frente a Mateo, quien viene hacia mi con rapidez.
—¿Me extrañaste? —susurra en mis oidos mientras me envuelve en sus brazos gruesos.
—Ya quisieras —claro que lo extrañe, Mateo es mi mejor amigo, mi confidente, mi persona favorita del mundo, fuera de Gedo y mi familia.
—Tengo buenas noticias para ti, reuni un grupito para irnos contigo a Rusia, estuve hablando con Tadeo y según su hermana las cosas están muy mal, necesitarás de nosotros, Tío Leonel y Paul vendrán.
—Gracias —digo sintiendo el peso de lo que en unas horas vivire, enfrentarme a la gente de la bratva por algo nos llaman la mafia roja, no es porque comamos manzanas.
—¿Cuando partes a Rusia?
—Dentro de cuatro horas estaremos saliendo.
—Perfecto, nos veremos en Rusia, estaré contigo —vuelve abrazarme—. Te protegeremos.
Mis ojos se llenan de lágrimas.
—Lo haremos —la voz de Gedeon es una sentencia.
Mateo se fue y todos entramos a la mansión, Nadia tenía una comida ya servida para todos, sin embargo no me pasó desapercibido que Nikita no estaba muy habladora, no es que ella fuese la persona más habladora del mundo, sin embargo estaba en un silencio sepulcral.
—¿Zacarías vendrá con nosotros? —me acerque al oido de Gedo, quien asintió—. No, pídele que se quede con su esposa, mírala.
Gedeon fijo sus ojos oscuros en Nikita que sostenía el tenedor con su mano izquierda y jugueteaba con la comida sin siquiera darle un bocado. Zacarías por su parte estaba concentrado en una conversación con el esposo de su hermana, sin siquiera darse cuenta de que su esposa estaba casi muriendo.
—Hablare con el —aseguro Gedo levantándose y yendo a interrumpir.
—Niki sientate aquí —señalo el espacio que dejó vacío Gedeon , Nikita se levanta de su asiento y me regala una sonrisa de esas que no le llegan a los ojos.
—¿Cómo llevas esto? —su voz suena apagada.
—Fatal, espero que pronto está pesadilla termine, tu cómo vas?
—Superando la desilusión —intenta parecer alegre pero todo en ella demanda tristeza.
—Todo se va a solucionar vale —confio que sea así, ella aprieta mi mano.
—Te quiero Varvyra.
—Yo a ti Niki, vas a ver qué todo esto nos pasará, estaremos bien.
Una pequeña sonrisa se dibuja en sus labios.
—Dejen el secreto —se queja Nadia mientras deja a su esposo y se une a nosotras—. ¿Que pasa entre tu y Zacarías?
—Nada, no pasa nada —se apresura a decir Nikita justo en ese momento la voz profunda de Zacarías pronuncia su nombre.
Nikita
Todas nos giramos a verle sus ojos grises no muestran nada, su cuerpo nisiquiera sede un poco de la rigidez que lo caracteriza. El la mira y ella se levanta, sin decir nada más se pierden en la mansión.
—¿Que paso? —pregunto a Gedo.
—Se quedará con ella.
Asentí mientras Nadia me preguntaba algunas cosas, cuando llegó la hora de irnos, Leonel, Catrina y Mateo aparecieron en la casa.
—Esta es Nadia —la voz de Leonel sonó algo extraña como si no pudiera creerlo.
—Si ella es la hermana de Zacarías y Gedeon —asegure mientras venían a nosotros sin el esposo de Nadia, quien quizás estaba usando su tablet.
—Mucho gusto Leonel Rizzo —la forma en que miró a Nadia hizo que todo el aire del lugar fuera reemplazado por un fuego ardiente, ella se quedó paralizada mientras sus mejillas perfectas se quedaban teñidas de rojo.
—Nadia Korrat un gusto conocerle —su voz sonó débil y luego fijo su atención en Catrina dándole la mano y saludándole.
—Catrina la viuda de la mafia preciosa para servirte —sonrio divertida como si hubiera un chiste que nadie conoce solo ella.
—¿Estamos listo? —Mateo se metió en medio de su tía y de mi cuñada, quien simplemente retrocedió.
—Listos, vamos a Rusia —la determinación de Gedeon me hizo sentir esperanza.
Al llegar al aeropuerto los nervios empezaron a jugar me una mala pasada y unas inmensas ganas de vomitar se apoderaron de mi.
—Muñeca tienes que calmarte, no voy a permitir que nada te pase, mírame —sus dedos rozaron mi menton—. Sabes que soy letal, estás a salvó conmigo.
—Tengo miedo Gedo —mi voz fue un susurro.
—Estamos bien amor, mira Leonel es un carnicero, Catrina es la puta ama de cuchillos y armas, el Mateo tiene buena mira y Paul es capaz de explotar media ciudad, también Pavel, Dimitri, Tadeo...somos un gran equipo princesa no dejaremos que ese Raphael te toque un cabello, no podrá tocarte, primero tendrá que matarme.
Un escalofrío aterrador me cubrió todo el cuerpo, Gedeon muerto, la idea hace que mi alma se ropa en pedazos, no podría pasarle nada, el tiene que estar también protegido, todos tienen que estar bien, no puedo perder a ninguno de ellos, todos deben vivir es mi unico deseo.
ESTÁS LEYENDO
Peligrosa Audacia
Novela JuvenilVarrvyra Chein ha pasado años amando cada parte de Gedeon Korrat, cada minúsculo gesto. Hasta que de repente el empieza alejarse de ella, tanto que incluso su mera presencia lo hace salir huyendo. Algunos corazones son fuertes y duros, otros son bla...