Camaras de Seguridad

133 9 1
                                    

Varvara Chein

Mis piernas apenas eran consiente de que se estaban moviendo porque estaba temblando como si estuviera en medio del frío, quizás esos ojos grises me recordaban al invierno helado ¿Los inviernos pueden ser convertidos en fuego? No, el invierno es invierno y el verano , verano.

Gedeon es Verano.
Silas invierno.

Deja de pensar en Silas, me digo a mi misma por décima octava vez, no puedes pensar tanto en alguien que acabas de conocer y que de hecho se ha negado a ayudarte. Respiro profundo, debo encontrar otra forma de lograr esto, debe haber una forma de que pueda ayudar a mis hermanos.

Lo cierto es que Silas es el único que puede regresar esos papeles a Rusia y no dejarlos entrar a la corte Penal de derechos humanos, porque el problema de eso es que después que entran allí no hay vuelta atrás, tu vida se queda sentenciada en todo el mundo.

—No te desanimes, confía en mí ese hombre te llamará —la voz de Catrina me hace girarme para verla sentada en la esquina contraria del auto.

—No lo se Catrina, estoy viendo esto mucho más difícil de lo que pensábamos.

—Nunca pensé que sería fácil, pero tengo el presentimiento de que vamos a lograrlo.

—¿Por qué te importa?

—No lo se, Dominic me agrada.

—¿Que paso entre ustedes?

—Ojala hubiera pasado algo —la risa triste de Catrina parece anehlar algún sueño —. Ya sabes es un caballero.

No creo que Ámbar lo definiría así, a veces la he escuchado llamarlo idiota.

—Me dijeron que hizo algo por ti —lanzo arriesgándose a pisar la tierra movediza e hundirme.

—Cuando mi esposo murió, muchas veces fui humillada en público, ya sabes antes en la mafia las mujeres solo representaban hijos y una pantalla, como yo no tuve hijos porque mi esposo no quiso tenerlos, ellos empezaron a decir cosas ofensivas sobre mi cosas que ninguna mujer debería escuchar, y Dominic le corto la oreja con su cuchillo a un italiano ese día.

Dominic y los cuchillos, no sería Dominic sin algún lanzamiento.

—Le caiste bien seguramente —aseguro porque Dominic solo hace cosas así por gente que se gana su respeto o admiración.

—Supongo que si —sonrie mientras me guiña —. Así como a ti te agrada el Silas.

Mis mejillas se calentaron en fracción de segundos.

—No me agrada es un imbécil —me digo, si jamás me agradaría alguien como el.

—Si, es un imbécil pero tiene una pinta de que es de esos que en aquellos te arrastran al cielo —sonrio divertida—. No estoy subestimando a tu chico el Gedeon, pero Gedo sería como un pan dulce  y Silas sería como una torta tres leches o un pai de limón.

—Dejate las locuras Catrina —dejo de mirarla y empiezo a ver la carretera.

—Pruebalos a los dos así sabrás que decisión es la correcta.

—¿Tu has hecho algo así?

—Con más —bromea o quizás no bromea.

El silencio reina mientras llegamos hasta donde nos esperan Zacarías y Gedeon. El rostro de Gedeon esta enrojecido, sin embargo al verme intenta disimular lo mejor posible que esto le está afectando un montón.

—¿Cómo te fue? —su voz se vuelve un susurro en mi oído.

—Bien, al menos estamos a salvó y Williams no a regresado con nosotras —le doy una sonrisa, observo a Gedeon, como si fuese la primera vez que lo veo, sus ojos oscuros, sus cabellos negros, su piel ligeramente tostada y su boca, es el, tiene que ser el, siempre he soñado con Gedeon Korrat y ahora es mi novio, nada podrá cambiar eso.

—¿Que pasa porque me miras así? —sus ojos se vuelven oscuros y hay mucha picardía derramada en ellos.

—Eres agradable a la vista —digo antes de que Zacarías y Catrina rompan nuestro momento.

Cuando ya estamos en el hotel llamo a Vegoña, pero no me contesta, intento con Dimitri y tampoco, entonces llamo a Ámbar.

—¿Varvy como estás? —su voz no suena para nada bien.

—¿Dónde está Vegoña que no contesta, que está pasando Ámbar?

Tarda unos minutos en hablar.

—Un grupo de la bratva se reveló quieren un nuevo capo, y no aceptan a Vegoña, a mi nisiquiera me dejaron entrar en la reunión y si no fuese por Pavel y por Dimitri estaríamos peor.

—Yo soy su capo ahora —Gedeon me mira tratando de entender la conversación—. Ellos deben aceptarme a mi.

—No es tan fácil Varvy ellos no consideran a una mujer digna de ese lugar ¿Haz logrado hacer algo?

—Nada aún Ámbar ¿Y Kanat y Dominic como están?

—Dom se está recuperando y Kanat también, hemos pagado protección para ellos, quien no está bien es Vegoña, esta situación de verdad que con su embarazo no es sana, tengo que obligarla a comer y a descansar, y yo me estoy rompiendo por Dominic lo extraño tanto.

—Lo se, se que está siendo difícil yo voy a estar pronto allá, lo resolveremos.

—Les diré a Vegoña y Dimitri que te llamen en cuanto salgan de la reunión.

—Perfecto, cuidense por favor.

Respiro entre cortada mente siento que el pánico comienza a crecer en mi.

—¿Muñeca que pasa?

—En Rusia todo es un caos Gedo, se levantaron unos hombres de Kanat y quieren elegir ellos su capo.

—No, eso no va a pasar tu eres la sucesora.

—Parece que en la bratva las reglas ya no son tan importantes.

—Ya veremos Varvara, sea quien sea que quiera ocupar tu lugar es hombre muerto.

Se que no miente, recuerdo las historias de pequeña que escuche de Zacarías y Gedeon, algunas eran como pesadillas.

—Esto Gedo me está sobre pasando yo no soy tan fuerte.

Sus dedos rozan mi hombro haciendo un apretón suave en estos.

—Lo vas a lograr y no estás sola princesa tienes a toda la mafia contigo o bueno a la mayoría.

Si que es así, es increíble como Tadeo Vugoski unio a los Rusos ,italianos y franceses en una red brutal. Si hay alguien más inteligente que Gedeon, ese sin duda es Tadeo Vugoski cuando de negocios se trata, el es el amo.

Siento el beso de Gedeon en mi hombro y  me giro para encontrarme con sus preciosos ojos.

—¿Cómo te sientes?

—Aun me duele —digo entendiendo su pregunta, ante mi respuesta sigue habiendo incomodidad en su mirada.

—Lo siento, prometo ser más cuidadoso —me giro para buscar sus labios, cierro mis ojos y la imagen de unos ojos grises me golpean, abro mis ojos espantada, mi mente me está jugando una mala jugada.

Sigo perdiendo me entre los labios de Gedeon obligando a mi mente a apartar al invierno de mi, quedándome por completo con mi verano. Después que nos acomodamos para dormir, no tarda Gedo en quedarse dormido. Yo no dejo de pensar en todo lo que están pasando mis hermanos, las lágrimas caen por mi rostro. Mi teléfono empieza a sonar y antes de que Gedo se despierte lo contesto.

Corro al baño.

—¿Si dígame?

—¿Tigresita estabas llorando?

—¿Que quieres burlarte de mi?

—No respondiste a mi pregunta ¿Dime estabas llorando?

—No tengo porque darte esa información.

—Te quiero mañana en mi despacho 8am , sin nadie, no quiero a nadie contigo y si tú novio vuelve a entrar a mis camaras de seguridad, juro que lo mato.

Cuelga ¿Que Gedeon vio todo lo que hice y no dijo nada?

¡Mierda estoy perdida!

Peligrosa Audacia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora