24 - Stathvis (Continuación)

164 27 2
                                    

Dio un largo suspiro mientras analizaba las palabras del mago con detenimiento. Algunas partes hacían que su curiosidad se encendiera de manera explosiva.

—Entonces los magos transforman el maná en magia y los caballeros en habilidades —repasó en voz alta —¿Los magos no pueden usar algún hechizo para copiar las habilidades de los caballeros? O tal vez, incluso modificar sus características físicas para mejorar su rendimiento en el campo de batalla, algo como lo que hacen los caballeros.

—Eso es un tabú —dijo Jens mientras una extraña sonrisa se extendía en su cara, como si él también hubiera pensado alguna vez una idea similar— Las veces que se ha experimentado con algo como eso, el resultado ha sido fatal. Por esto cualquier hechizo para hacer modificaciones físicas están prohibidos, excepto en el caso tal vez de la familia real. Solo tú y el rey pueden autorizar cambios menores que no influyan directamente en la salud de la persona en cuestión

—Entonces cambiar el color de los ojos o el cabello si está permitido— dijo Aylah recordando por un momento a Selian, que había estado trabajando en la mansión como espía, usando este tipo de magia.

—Pero incluso los que están autorizados a hacerlo, deben tener un control casi perfecto sobre su maná —dijo Jens mientras miraba de manera distraída por la ventana— Su creadora, Dalyth, poseía un poder excepcional que la convirtió en la maga más sobresaliente de su tiempo. Siendo capaz de crear un hechizo adelantado a su época, algo que protegió muchas vidas y permitió la existencia del linaje real actual —añadió con voz misteriosa

—¿Acaso te refieres a la concubina del emperador Kenán? ¿La que lo asesinó? ¿Ella era una maga? —preguntó Aylah casi sin respirar, mostrando un creciente interés al escuchar semejante pieza de información. Recordando la historia de Alstania donde estas personas habían sido los actores principales de lo que parecía un distorsionado cuento de hadas.

—Veo que has estudiado algo de la historia del reino —dijo Jens con voz divertida

—Pero según lo que leí, ella no fue precisamente una buena persona

—A veces la historia retrata a los héroes como villanos, en dependencia que quien la escriba y para quien esté dedicada la lectura e interpretación de esta

—Suena como si estuvieras familiarizado con ella, o supieras algo que no sé —inquirió Aylah mientras alzaba una ceja curiosa

—Puede ser —dijo Jens mientras regresaba a sus pergaminos— la verdad solo la conocen los que estuvieron presentes en ese preciso momento de la historia. Aunque sí te adelanto un pequeño consejo: No deberías confiar en todo lo que lees, las mentiras más creíbles suelen estar disfrazadas con dulces y hermosas palabras —añadió con voz misteriosa

—Hablas como si hubieras conocido a Dalyth, como si hubieras estado ahí —dijo Aylah mientras se acercaba al mago con cautela, evaluando la indescifrable expresión de su rostro— ¿Cuál es exactamente tu edad?

—Esa es una pregunta grosera princesa —respondió Jens con pícara ironía —así que no pienso responderla con un número exacto. Solo digamos que soy lo suficientemente viejo como para aburrirme de ver a las personas cometer los mismos errores una y otra vez, obteniendo el mismo desastroso resultado.


Destinada a renacer 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora