4. Ella se fue, no volverá.

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Colin entró al despacho de su hermano, estaba aturdido, no tenía voluntad de nada. Benedict y Anthony lo observaban.

- Ayer salve a Colin en el burdel, se estaba yendo con dos... señoritas, pero lo vi y lo rescate. - Dijo Benedict sonriendo para romper el silencio dentro del despacho, Colin lo miro de mala gana.

- ¿Debo agradecerte? - Benedict miro a Anthony sorprendido.

- Colin, tienes que decirnos que ocurrió. - Colin solo miraba al piso, Anthony desinfló el pecho. - Colin vamos hacer algo. Salgamos a buscar a Penelope, los lugares que crees que pueda estar, los lugares que visita, todo es posible y luego tu y yo vamos a hablar.

Los tres hombres montaron a caballo y se fueron por diferentes rutas, pero entre pasaban las horas el panorama era más desalentador. Penelope no estaba por ningún lado. Anthony y Benedict regresaron a casa, pero Colin no. Las horas siguieron pasando, Violet tomo el carruaje y ordeno que la llevaran a la iglesia donde Penelope y Colin se iban a casar.

- ¿Colin?

- Madre... - Respondió Colin con dolor. Como un niño que solo quería el abrazo de su madre.

- ¿Encontraste a Penelope? - El negó con la cabeza. - Estoy segura que ella aparecerá. Debemos seguir buscando...

- No, ella se fue. Penelope, no volverá.

- Colin, ¿qué fue lo que paso? - Violet se paro a lado de su hijo, ella lo abrazó y Colin sollozo. Violet pudo sentir como su hijo estaba dolido, roto, mal. - Dime de una buena vez que ocurrió. No puedes cargar con toda la culpa Colin.

- Madre, yo... - miro a los ojos a Violet, ella aprecio los hermosos ojos azules que tiene su hijo - yo, hice lo que juré nunca hacerle a Pen... la humille y la presione hasta que ella no soporto más. - Colin se deslizo hasta los pies de su madre y de rodillas hacia ella lloro como un indefenso niño que acababa de ser reprendido por alguna travesura, pero está vez las consecuencias de la travesura no eran nada fácil de asimilar, la perdida Penelope el amor de su vida.

Violet le acarició el cabello, se inclinó y también se puso de rodillas frente a su hijo. - ¿Es por su secreto? - Colin la miró.

- ¿Lo sabes? - Violet le seco las lagrimas a su hijo.

- A mi también me dejo una carta. No te voy a negar que estoy un tanto decepcionada, pero es Penelope. Es como una hija para mí, estaba tan emocionada por que se vuelva una Bridgerton. No perderé la esperanza, se que ella te ama, volverá. - Colin abrazo a su madre, se tranquilizo y la miró. Ella saco de una bolsa de mano una hoja de papel y se dispuso a leer la carta que Penelope le habia dedicado.

Querida señora Violet Bridgerton:

Si usted esta leyendo esta carta, es porque he tomado la decisión de cancelar la boda con Colin, por favor no me juzgue hasta terminar de leer estas líneas.

Yo Penelope Ann Featherington soy lady Wishtledown, le pido me perdone por las veces que los expuse en mi estúpido panfleto pero era la única manera en que podía ayudar cuando los Bridgerton estaban en algún problema de la sociedad. A veces fuí cruel y otras veces no tanto pero era la única manera de poder apuntar a otro lado para dejar de señalar a los Bridgerton.

Anthony, Benedict, Colin, Daphne, Eloise y Francesca son la prueba de que la sociedad se mueve por el que dirán y a veces es increíble como un par de palabras escritas en una hoja tienen el poder de manipular todo a favor y yo siempre busque tal vez no de la mejor manera, el beneficio de la familia que siempre me habrío las puertas.

Lamento mucho hacerle pasar por este momento, me debe odiar por influir en sus planes, pero al final siempre se busca hacer feliz a cada uno de sus hijos. No me quiero colgar el lazo a la mejor persona porque se que no lo soy pero estoy segura que recordará las veces que la reina quiso imponerse en la relación del duque de Hastings y Daphne, queriéndola emparentar con el príncipe Friederich pero sin amor.

En tu ausencia... Pen, vuelve a mi.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora