62. Entre flores amarillas y canela.

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Colin Bridgerton estaba caminando por todo Mayfair estaba cumpliendo con lo que le dejo escrito a su amada sirena, el tenia un plan y lo llevaría a cabo todo sea por defender a Penelope de la señorita Cressida Cowper o de la misma corona.

Había ido a tres imprentas y como Oliver le dijo serían custodiadas, el también le había comentado sobre los retenes que ordenó la reina, que más bien eran para fastidiar a la sociedad de Mayfair porque la reina Charlotte no tenía ni la mínima idea de que hacer con la mentada lady Wishtledow.

Iba concentrado caminando, alzo la mirada y encontró lo que era el edificio de la editorial Lennox, será qué hay algún encargado se preguntó, podría a caso hacer funcionar las maquinas para seguir con el plan. Alguien entro a ese edificio y el cruzó la calle.

- ¿Adam? - Pregunto mientras se acercaba a la escalinata.

- ¡Bridgerton! ¿Qué te trae por aquí? ¿Quieres firmar un contrato? - Colin le sonrió mientras se acercaba, se dieron la mano y se saludaron con un fuerte apretón. - ¿Cómo va todo?

- Bien.

- ¿Cómo, solo bien? ¿La señora Ferlington? ¿Lograste hablar con ella? ¿Se fue de la ciudad? - Y alzó una ceja.

- Ella esta en su casa, con mi hijo y necesito ayuda.

- Ah, ya sabes que tienes un hijo, excelente, ¿a quién de los dos se parece? - Colin guardo silencio, Adam soltó una carcajada. - ¿Aún no lo conoce señor Bridgerton?

- Mi madre dice que se parece a mi.

- Tendré que visitar la casa de la señora Ferlington para comprobarlo.

- ¿Qué haces aquí Adam?

- Mi tio Enrique Vicente Lennox me ascendió a jefe, representante y casi dueño de esta imprenta, me establecere en Mayfair, ¿lo puedes creer? ¡Por fin dejaré de seguir al trío de Lennox! - Colin solto una carcajada. - ¿Qué es lo divertido? Te recuerdo que por poco de casas con una de ellas. - Colin cambió su semblante.

- Me río de las ironías de la vida, necesito que me hagas un favor.

- Adelante, bienvenido a la editorial e imprenta Lennox, mi nombre es Adam Lennox, ¿en que lo puedo ayudar? - Dijo Adam con una sonrisa en el rostro mientra entraban a ese edificio.

Mientras tanto en la casa de lady Danbury, tres personas llegaron a visitarla.

- Lady Violet, señorita Bridgerton y señor Bridgerton, ¿a qué debo su visita?

- Lady Danbury me veo en la necesidad de pedirle un favor. - Y los tres sonrieron. Danbury los analizó.

- Dígame niña, ¿qué los acongoja?

- ¿Yo? - se señalo Eloise con su dedo indice de la mano derecha. Danbury asintió. - Vera lady Danbury tenemos un gran, gran, gran problema, Penelope esta siendo amenazada - Danbury alzo una ceja. - y mi hermano también.

- ¿Porqué esta siendo amenazada y que hermano?

- Yo no, - dijo Benedict que miraba unas pinturas. - es Colin. - Danbury lo miro y volvió su vista a Eloise.

- Es que... es que la señorita Cressida Cowper le descubrió un secreto.

- ¿Tomas? - Pregunto Ágatha.

- No, su otro secreto, - respondió Eloise, - esperé, ¿cómo sabe usted de Tomas? - Violet miro al techo - Ah, ya lo entiendo, escuche bien lo que tengo que decir lady Danbury

- Eloise. - La reprendió su madre.

- Yo hablo mucho y a veces no mido mis palabras, y las personas como usted y sobretodo armadas con un bastón me intimidan demasiado pero, mi única y mejor amiga, el cabeza dura de mi hermano y mi hermoso sobrino están en peligro. La señorita Cressida Cowper los esta chantajeando con delatarlos a la corona - Ágatha alzo el rostro. - A ella por ser... lady Wishtledow y a mi hermano por ser complice de ella. - Ágatha sonrió satisfecha.

En tu ausencia... Pen, vuelve a mi.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora