En tu ausencia... Pen, vuelve a mi.

59. Conociendo un poco de Tomas.

- Señora Ferlington, me preguntaba si me puede conceder un baile.

- Lord Santiago duque de Killmer claro que será un honor un baile, el último. - Penelope le regalo una sonrisa a ese caballero, mientras le hacia una reverencia.

- No puede ser que usted crea lo que dice ese tonto panfleto. - le ofrecio el brazo y Penelope lo tomo, para dirigirse a la pista.

- Lo lamento lord Santiago, pero demasiado tengo con salir en ese panfleto en contra de mi voluntad.

- Contraigamos matrimonio y salgamos de Mayfair.

- No lo veo correcto mi lord, no va con mis principios - y la pista inició. - pero admito que fue divertido pasear con usted en el parque.

- Lo que dice ese panfleto es mentira, no debe creer en chismes, son calumnias.

- Mi lord, ¿podríamos disfrutar solo de este vals, despedirnos y seguir con nuestras vidas?

- Ahora si me esta terminando... - Penelope guardo silencio, miro a su alrededor y miró al caballero que le hace latir el corazón con rapidez, pero se seguía preguntando de qué es capaz Colin por ella y Tomas.

- Solicito verle mañana en su casa. Iré formalmente a pedir su mano.

- Mi lord, por favor eviteme la pena de rechazarlo de nuevo. - Sonaron los últimos acordes de esa canción y salieron de la pista.

- La visitaré mañana a las once antes meridiano. - le soltó el brazo y se retiró. Penelope negó con la cabeza y caminó a su madre.

- Penelope, ¿cómo estás?

- Bien madre.

Al otro lado de la pista Cressida Cowper estaba observando a todos, se preguntaba cómo la sociedad se Mayfair tenía esa facilidad para olvidar todo y hacer caso a un estúpido panfleto, ella lo había experimentado. Obtuvo dinero gracias a Penelope, se beneficio en su ausencia y con la amenaza de la reina se tuvo que hacer a un lado, si no ella también estuviera amasando una fortuna, pero no, Penelope Ann Featherington de nueva cuenta le había ganado.

Asi que decidió hacer la maravillosa jugada de esperarla en el callejón y cerciorarse de quién era Wishtledow y fue un premio gordo porque Colin Bridgerton la esta ayudando y si hay alguien que tuviera dinero en esta ciudad sin duda eran los Bridgerton, además estaba segura que le darían el dinero, porque demasiada vergüenza habían pasado hace unas temporadas atrás gracias a la niña bonita Bridgerton, Eloise quien se atrevió a ir a su casa y la amenazó con no mencionar a su familia en ese panfleto, pero no le importo y lo hizo, mencionó a los Bridgerton y parece que las palabras de Eloise se la llevo el viento o no tenían ningún tipo de peso, porque Eloise lo dejo pasar.

Qué se traían Penelope y Colin, ¿eran amantes? ¿se miraban a escondidas? Eso sin duda alguna si, porque ella los vió en el callejón y agradecía haberlo hecho porque no solo iba a chantajear a Penelope con cuatro mil libras, también a Colin Bridgerton con otras cuatro mil, el plan era simple.

Mandar una nota donde pudieran dejar el dinero, cobrar el botín y huir de Mayfair, con ese dinero en otro lado se establecería y conseguiría un buen partido, porque resulta que la dote que su padre tenia para ella ya no existía. La había perdido en una apuestas con el padre de Penelope, el difunto baron Archibald Featherington. Así que para los ojos de ella solo estaba haciendo justicia por su propia mano.

Además que Penelope la había mencionado varias veces en ese panfleto pero lo que más le dolió fue que la comparé con esa flor del campo la estúpida de Sarah Ferlington. Cómo le caía mal esa mujer, no había comparación alguna, el cabello, el tono de piel, los ojos incluso la educación. Para nada se comparaban.