Había programado su viaje en barco para América a diez dias, después visitar a la viuda Ferlington su primo Vicente Lennox le dijo que Micka llegaría hasta aproximadamente tres semanas después, le dijo que se quedara un tiempo más en Mayfair, pues era muy probable que Micka y el señor Colin Bridgerton regresen comprometidos.
Entonces Adam Lennox volvió a cancelar su viaje. Vicente le asigno un trabajo en la editorial, mientras esperaban las buenas nuevas de Micka, su trabajo era sencillo recibir las columnas de los escritores, leerlas, redactarlas en caso de algun error ortográfico y pasarselo a los que ordenan los tirajes e impresiones, era muy sencillo.
Una noche de tantas Adam fue a un bar, bebió un par de copas y disfruto de la compañía de señoritas de dudosa reputación, pero que más daba, el era un hombre libre, soltero, mayor y que sabía que nadie lo espera en casa o en América, así que el podía vivir la vida plenamente.
Al salir del bar se encontró con la persona que nunca creyó ver, decidio ignorarlo pero no logro pasar desapercibido.
- ¿Adam? ¿Adam Lennox? - Adam saludo con la cabeza. - Creí que estabas en América.
- Me iré en un par de días, buenas noches.
- Ella, ¿se casó?
- No soy la persona indicada para darte esa información.
- Tienes razón, la visitaré pronto.
Adam emprendio el paso, se dirigió a la casa de sus primos y se metio a su habitación. Adam había experimentado el amargo sabor del engaño, Camila lo engaño todo el tiempo y además ella estaba embarazada de otro hombre. Adam siguio yendo a la imprenta a hacer su trabajo y de ahí regresaba a su habitación a encerrarse por horas.
Cuando a Adam le daba la inspiración se encerraba por horas en cuatro paredes, no comia nada, solo se la pasaba escribiendo, asi que según el estaba en una buena racha.
Las semanas pasaron y su prima regreso de la gira con el señor Colin Bridgerton pero no llego con las noticias que se esperaban. Adam programo de nuevo su viaje a cinco dias.
- He de admitir que hiciste un buen trabajo en mi ausencia Adam. - Comento Micka.
- Me alegra saber que estes satisfecha con mi desempeño. He comprado un boleto para América para irme en cinco dias, lamentablemente no logré convencer a la señora viuda Ferlington de venir a Mayfair espero que tengas mejor suerte que yo y logres convencerla.
- Si, mi hermano me a puesto al tanto de eso.
- Bueno Micka, te deseo lo mejor. Estaré aquí un par de días mientras sarpo, espero no ser una molestia. - Micka lo miro con desaprobación.
Dos días después a la editorial llegaron un par de cartas dirigidas a Adam. El miró los sobres y fue a un escritorio que le habían asignado.
Primero abrió la carta con la dirección del campo y mientras mas leía su rostro más se iluminaba, - ¡Micka! ¡Vicente! ¡Micka! - Entro a la oficina sin avisar. - Lo lamento yo no... - Micka, Colin y Vicente lo miraban en silencio. - vendré más tarde.
- ¿Qué pasa Adam? Te escuchas muy emocionado. - Adam enseño la carta.
- ¡La señora Ferlington viene a Mayfair! ¡Acepto hacer el libro! - Contó muy emocionado.
- ¡¿De verdad?! - Pregunto Micka emocionada de la misma manera que su primo, Adam asintió. - Quiero leer la carta. - El la bajo y la doblo.
- Lo lamento Micka, no puedes. - Mientras se la guardaba en el bolsillo del pantalón.
- ¿Qué? ¿Porqué no puedo?
- Porque... mmm, ella me pidió que yo trabaje con ella a su lado.
- ¿Qué? Era convencerla de que viniera a Mayfair Adam, no quitarme mi trabajo. - Colin, observo ese gesto de Micka y Vicente el de Colin.
- Haber primero que nada, lo importante es que la señora viene a Mayfair, los dos pueden trabajar de la mano con ella. Supongo que al ser una anciana, alguien tiene que escribir sus relatos y la otra persona luego redactarlos, ¿cuándo llega?
- Me dijo que me avisara, ella se pondrá en contacto conmigo. - Micka soltó un bufido cuando Adam dijo eso.
- Vicente ese es mi trabajo.
- Lo se, pero hay que darle crédito a Adam, logro convencer a una señora de más de ochenta años de venir a Mayfair a contar historias de su juventud.- Colin era un espectador de lo que ocurría en esa oficina. - Lamento mucho que tengas que ver esto, pero Micka es muy celosa con su trabajo y Adam un seductor de señoras muy mayores para su edad. - Colin sonrió y se puso de pie.
- Me tengo que ir, te veo mañana para almorzar Micka, me gustaria seguir hablando del próximo libro. - Colin se despidió y salio de la oficina.
- Déjame ver la carta.
- No puedo, nadie puede.
- ¡Eso es estúpido!
- Micka comportate, y tu Adam respondele la carta dile que la esperamos que necesitamos saber cuando llega, si necesita ayuda para transportarse. Si la señora esta interesada tenemos que aprovecharla. Además solo nos quedan dos columnas de "el alhelí " pidele más Adam.
- Perfecto. Yo tendré que cancelar mi viaje... - Adam miro al suelo - de nuevo.
- Si la señora Ferlington te quiere con ella, tenemos que cumplir sus pedidos al pie de la letra, ve a escribirle. - Adam se retiro no sin antes fijarse en la cara de enojo de Micka.
- No es justo, esa señora es mía y lo sabes, porque tu fuiste el primero en rechazarla y yo me puse en contacto con ella.
- Si Micka lo se, pero tu estas saliendo con el señor Bridgerton y necesitamos de alguien que este con esa señora viuda, que no para de hablar de sus recuerdos de juventud y que mejor que Adam para escucharla. - Micka lo pensó mejor, no era mala idea. - Si hay algún baile, un paseo o actividad que el señor Bridgerton quiera hacer contigo, no tendrás tiempo porque estarás encerrada con esa señora, así que deja que Adam sea parte de esto. Tu no te preocupes, yo le diré a Adam que el tiene que estar con ella. Si la señora quiere asistir a un baile o visitar algún lugar de su juventud Adam lo hará posible mientras tu no descuidas al Señor Bridgerton.- A Micka le brillaron los ojos, su hermanos pensaba en todo.
Adam llego a su escritorio y redacto una carta para la señora Ferlington donde le decía que la esperaban en Mayfair o si ella necesitaba algún carruaje para ella y su acompañante. Le escribió que no se preocupe por su secreto, que estaba a salvo. Tambien le escribio que seria un honor trabajar con ella en su libro. Adam doblo el papel e hizo que la carta sea enviada inmediatamente. Luego leyó la segunda carta.
Adam Lennox.
Amigo lamento mucho la distancia que hay entre nosostros, los recuerdos de Oxford me invaden de vez en cuando, fui muy tonto en dudar de tu palabra. Camila se escapo con ese soldado y regreso seis meses despues con su hijo. Aquel hombre no se quiso hacer cargo del niño.
Tenías razón, nunca la tocaste, arruine nuestra amistad y mi matrimonio con Micka, estoy decidido a reconquistarla esta temporada en Mayfair. Se que están ahí por el periódico dominical.
No te voy a pedir que me ayudes con ella, pero por favor no le digas que quiero intentarlo. Yo quiero recuperar a Micka.
Saludos, tu amigo Felix Carter.
Adam arrugó la hoja, la rompió y la tiro a la basura. Si hay algo que el odiaba en esta vida era que no confiaran en su palabra, el tenia muy presente la promesa que le hizo a su tío Enrique Vicente Lennox le prometió que seria un buen estudiante y el cumplió, desde eso adopto la postura de no volver a hablar con gente que no crea en su palabra.
Decidió enfocarse de nueva cuenta en su libro de poemas mientras recibia la respuesta de "El alhelí " para arribar a la ciudad de Mayfair.
ESTÁS LEYENDO
En tu ausencia... Pen, vuelve a mi.
RomanceColin Bridgerton está completamente disgustado con Penelope, su ahora prometida, recién descubrió que ella es "Lady Whistledown" y esta molesto, pues Penelope no tuvo reparo en hablar y exponer a todos los Bridgerton las veces que ella y su alter eg...