En tu ausencia... Pen, vuelve a mi.

21. ¡No puedes hacer eso!

Estaban regresando a Mayfair la gira de la presentación del libro "guía de viajes" había terminado, Colin estaba satisfecho con tan grata compañía y emocionante experiencia. Había conocido muchos lugares pero nunca había intentado hacer amigos en cada ciudad que visitaba y ahora regresaba con una agenda llena de ellos interesados en sus libros.

- ¡Estamos de vuelta en Mayfair! - Dijo Micka muy emocionada, demasiado para gusto de Colin, mientras el carruaje se adentraba a las calles principales de la ciudad. - ¿Estás feliz?

- Si, claro. Estoy agotado también.

- Ni que lo digas, estuvimos cuatro meses juntos, viéndonos todos los días, creo que... te voy a extrañar para el desayuno, el almuerzo y a la hora de la cena. - Colin le sonrió.

- Podemos vernos para almorzar o cenar. - sugirió Colin.

- ¿De verdad? - Colin asintió.

- Micka antes de llegar a casa quiero decirte algo. - Colin le agarro las manos enguantadas.- quiero decirte - Micka trago saliva - que todo este tiempo juntos a sido muy grato, me la he pasado muy bien contigo y que - el carruaje se detuvo, que mala suerte pensó Micka.

- ¡Casa Lennox! - Grito el cochero. Colin le sonrió.

- Por fin en casa. - Dijo Colin mientras Micka lo miraba, pero notó que Colin no diría más.

- ¡Oh! ¡Por fin en casa! ¡Que alegría! - Respondió mientras se soltaba de las manos de aquel caballero. - Seguro que Alexandra me debe estar esperando para que le entregue todos sus obsequios. - la puerta del carruaje se abrió. - Que descanses Colin, te veo en la editorial en un par de días.

- Que tengas buen descanso Micka. Nos vemos pronto. - El carruaje se cerro y fue puesto en marcha de nuevo hacia la mansión Bridgerton unos quince minutos después llego a su casa y entro.

- ¡Buenos días familia! ¡Estoy de regreso!

- ¡Colin! - Grito Hayacinth con sorpresa. Violet lo saludo seguidamente.

- Escuche que Colin esta de regreso, - Anthony entraba a la sala.

- Estoy de nuevo en casa.

- Bienvenido hermano, es un gusto tenerte en casa. - lo saludo de abrazo.

- ¡Colin, estás de regreso! - Saludo Kate entrando con un bebe en brazos. La niñera traía al otro bebé dando pequeños pasos. Colin lo alzo en el aire y lo lleno de besos. Anthony lo miró y asintió.

Colin se retiro a su habitación quería descansar, se quito la ropa y se tiro en la cama, se durmió por mucho tiempo hasta que abrió los ojos en plena oscuridad. Se puso de pie encendio una vela y por instinto miro por el cristal de su ventana, la casa de enfrente seguía tal cual, a oscuras.

Colin solicito su baño, se metió a la tina y pidió que lo dejaran solo, echó la cabeza hacia atrás mientras relajaba el cuerpo y pensó... Penelope, no se dónde te metiste, te he buscado un tiempo razonable y parece que no volverás nunca. He cumplido con tu petición de sacar un libro con mis escritos, he tenido una gira y tu no te apareciste en ninguna de esas ciudades, llego el momento de soltar toda esperanza de encontrarte o de que volverás...

Colin sabia que Micka simpatizaba con el, que ella tenía sentimientos para con el, pero el no le quería hacer ilusiones y mucho menos herirla, en su corazón estaba Penelope enraizada, pero el también era consiente de que quizá Pen se pudo haber casado e incluso hasta tener hijos y ser feliz con su esposo. Colin era consiente de eso y por eso tomó la decisión de pedirle a Micka que se case con él.

Micka es una buena mujer, lo procura, se preocupa por él, siempre tiene una sonrisa en su rostro, su mirada es inocente y esos olluelos en sus mejillas la hacen ver bonita, tiene unos grandes ojos verdes como todos sus hermanos y viene de una buena familia. Estaba seguro que Anthony le daría la bendición para que se casen y que Vicente también estaría feliz con esa unión. Y que decir de Eloise y Alexandra se habían hecho muy amigas.