41. ¡Maldita mentirosa!

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La casa Ferlington se levanto desde muy temprano, el padrino de Tomas, el duque de Hastings visitaría a su ahijado y a su madre. Sarah decidió ir al mercado con la diferencia de que esta vez si había avisado.

- Buenos días precioso Tomas, ¿cómo dormiste? - Penelope cerro el libro de Colin y lo asentó en la mesita de noche, tomó la sonaja de plata, se la entrego a ese hermoso bebé de ojos azules y le sonrió. La puerta fue golpeada. - Adelante.

- Buenos días familia, - Saludo Sarah. - he ido por flores y unos panecillos a la esquina Corlette, hoy tienen - Penelope la interrumpió.

- Tenemos...

- Hoy tenemos de visita al duque de Hastings, tu padrino Tomas, seguro se sorprenderá - Sarah abrazo a Tomas. - cuando vea lo grande que estás.

- Es muy amable de tu parte eso Sarah.

- ¿Podemos ir a desayunar? - Penelope asintió y bajaron al comedor a disfrutar de un delicioso desayuno.

En la mansión Bridgerton también estaban emocionados, los duques de Hastings llegarían en cualquier momento, todos estaban en el comedor desayunando, bueno casi todos porque Colin se quedo dormido debido a que ayer se desvelo y se paso con los tragos.

- Madre, ¿cómo a qué hora dijiste que llegarían?

- Pues supongo que como dentro de dos horas...

- La carta dice que ellos saldrían desde el día de antier así que como dice Violet deben de llegar en aproximadamente dos horas. - Kate, Hayacinth sonrió.

- Madre, después del desayuno te veo en el despacho. - Anthony, Violet asintió.

- Hayacinth apostemos. - Gregory.

- ¿Qué? - Respondió la más pequeña de los Bridgerton.

- ¿Qué sobrino es más alto? ¿El de hermana Daphne o el del hermano Anthony?

- ¡Gregory! ¡¿Qué son esas apuestas? - Violet. Benedict se echó a reír.

- Yo apuesto por mi sobrino August. - Benedict.

- ¿A si? - Respondió Anthony. - Yo digo que mi hijo es más alto. - Kate puso los ojos en blanco.

- ¿Apuestas? - Pregunto Benedict, Anthony asintió. - bien aceptó la apuesta.

- Pero si pierdes el dinero es mío. - Benedict lo miró. - Yo tengo tu cheque. - Anthony y Eloise se echó reír.

Dos horas más tarde los duques de Hastings arribaron a la mansión Bridgerton.

- ¡Familia llegamos! - Saludo una Daphne con una panza de unos cinco meses, el rostro de todos fue de sorpresa, la niñera entro detrás de ella con el niño tomado de la mano. - ¡Sorpresa! - todos se pusieron de pie y corrieron a saludar a Daphne el sello Bridgerton sin duda.

- ¿Y Simon? - pregunto Violet.

- Ah, seguro en el despacho con Anthony me vino diciendo en todo el camino que necesitaba hablar con el sobre unos libros y con un licenciado. - Violet le sonrió a su hija.

- ¿Daph? - Pregunto Colin.

- ¡Ahí esta el futuro novio! - Daphne se volteo y Colin la miro.

- ¡Felicidades hermana! - Se acercó y la abrazo. Violet miro a Colin, estaba feliz de que su hermana esperará un bebé.

En el despacho Anthony y Simon se ponían al corriente de muchos temas pero sin duda el de la joven viuda, señora Ann Ferlington era el más urgente.

- Estoy llevando las cuentas de Penelope y vaya que su billetera a engordado. Es muy buena llevando cuentas, sabe invertir, es una gran mujer de negocios. - Simon, Anthony le sonrió. - ¿Aún no a dicho nada?

En tu ausencia... Pen, vuelve a mi.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora