12. Un helado.

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- ¿Pen?

- ¡Colin!

- ¡Pen! ¿Dónde has estado? ¡Te he buscado por todos lados!

- No buscaste bien Colin - Y Penelope lo sonrió.

- Pero ya te tengo a mi lado.

- Lo lamento Colin, ahora yo... estoy comprometida.

- ¿Qué?

- No te entiendo, tu dijiste que te tendí una trampa, te liberé de todo. Yo también puedo hacer mi vida... ¿Colin?

- Yo no... puedo dejar que te cases, Penelope, yo te amo.

- Colin, lo lamento tanto, pero yo ya no siento nada por ti. Te lo dije en la carta, encuentra un amor, alguien que pueda estar a tu lado y no tenga secretos...

- Yo te quiero a tí - Colin la abrazo y Penelope se esfumó de entre sus brazos. - ¡Penelope! - grito y se sentó en la cama, su ropa de dormir estaba húmeda. Bufó. - Otra vez ese estúpido sueño... - Colin se pregunto hace cuánto que no soñaba eso, se puso de pie y miro por la ventana el sol que ya había salido. Se cambio de ropa y bajo.

- Justo a tiempo para el desayuno.

- ¿Cómo estuvo el baile ayer? - Pregunto Kate.

- Madre me obligo a bailar con tres caballeros cabeza hueca.

- Si hoy no viene ninguno de esos caballeros, me daré por vencida con Eloise.

- ¿Apostamos? - Pregunto Gregory a Hayacinth. Colin recordó su compromiso, así que empezó a devorar lo que tenia en su plato.

- Ey, tranquilo, nos vas a dejar sin almuerzo. - Benedict. Colin lo miro de soslayo.

- Señora. - Una bandeja con el correo y el lady Wishtledow.

- Gracias. - Violet miro la correspondencia y dejo para lo último el Wishtledow. - Parece que todo es para el vizconde Anthony - y estiro la mano para hacentar las cartas.

- No te detengas por mi madre se que llego el lady Wishtledow, adelante. - Dijo Colin limpiándose los labios con una servilleta de tela bordada por Eloise, pues se podían ver los hilos enmarañados por la parte de atrás. Colin extendió la servilleta. - Dedujo que esta servilleta la bordaste tu hermanita. - Eloise lo vio sorprendida, mientras los demás se aguantaban la risa.

- Soy una bordadora incomprendida.

- Que se diviertan escuchando el lady Wishtledow, tengo que salir.

- ¿A dónde con tanta prisa? - Benedict.

- ¿Puedo preguntar lo mismo? - Benedict guardo silencio. - Regreso más tarde.

- ¿Qué le sucede? - Pregunto Benedict mientras Anthony lo miraba alzando una ceja.

- ¿Madre leerás el Wishtledow? - Pregunto Hayacinth. Violet la miró con aprobación.

Mis lectores, están sosteniendo en sus manos el último lady Wishtledow de la temporada, pero antes de despedirme de tan aburrida temporada les contaré como el baile de los Agnes no fue lo que se esperaba. Fueron muy altas las expectativas para tan aburrido salón de baile.

La viuda Agnes se limito a dar limonada y unos bocadillos nada buenos, los vestidos de las Rockerfeller se estaban rompiendo, que vergüenza. La señorita Eloise Bridgerton de nueva cuenta fue llevada a rastras a tres bailes con tres distintos caballeros y se le veía tan incomoda con cada uno de ellos, que el mejor consejo que le puedo dar a esos hombres es no ir a la mansión Bridgerton porque seguramente se negará a bajar a recibirlos diciendo que tiene cosas más importantes que hacer como leer un libro o jugar a las cartas con sus hermanos. - Todos miraron a Eloise.

En tu ausencia... Pen, vuelve a mi.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora