En tu ausencia... Pen, vuelve a mi.

48. ¡Eloise!

Le dolía la cabeza, no había bebido una sola gota de alcohol en toda la noche, estuvo cuidando a Penelope, si ella se movía un centímetro el dos, si ella miraba a ese tal lord Santiago con una sonrisa de complicidad, el lo miraba con el doble de odio. Luego llegó el punto donde todo cobró sentido el porqué Penelope era la reina del hielo con él. Fue una discusión muy pero muy fuerte, primero que el sepa Penelope no es ningúna ladrona para salir huyendo de ahí por el jardín, en segunda Penelope no lo quería ver, no estaba de humor, ella se lo recalcó muchas veces, en tercera - trago saliva - la mirada de Penelope estaba cargada de odio e irá.

Cómo se supone que la iba a recuperar si todo este tiempo el la había tratado mal, después de la discusión que sostuvieron en el jardín, le dolía la cabeza. Estaba metido en su habitación y para fortuna de el nadie hacía un solo ruido, cerró los ojos de nuevo, Penelope estaba ahí parada recitandole lo que escribió en ese diario a detalle. Se lo sabía de memoria, esa mujer lo odiaba y no sabía cómo recuperarla se estaba hundiendo el solo en su miseria. Solo le quedaba esperar un milagro y con todo lo mal que se había portado dudaba mucho que alguien ahí arriba le hiciera un favor o se compadezca de su vida, de su miserable vida.

Luego se puso a analizar esa nota, Penelope estaba aturdida y nerviosa, alguien más sabía su secreto, su familia no era, pues era obvio que la defenderían no dejarían por nada del mundo que alguien la toque al final es una Bridgerton honoraria y quiera o no Penelope el pequeño Tomas era un Bridgerton, su hermano mayor Anthony se lo recalcó, "Si la temporada termina y tu no logras tener un acuerdo con ella, yo no te voy a dar mi bendición para nada, si te vas de viaje, si te pasa algo, si se atraviesa alguna dama en el camino, lo que sea Colin ahora mi prioridad es mi sobrino, ahora el esta por encima de todas las cosas, seré un padre para el. No pienso desampararlo es un Bridgerton". Ese era su hermano el Vizconde Anthony Bridgerton, ese joven que tomó las riendas de la familia y asumió su papel en un abrir y cerrar de ojos y que sin duda alguna lo llenaba de orgullo, Colin miraba a Anthony y se sentía orgulloso de él, cuánto le faltaba a Colín por aprender de su hermano. Sacudió la cabeza de lado a lado y retomó la idea de quién podría ser esa persona chantajeando a Pen.

- Micka y Vicente - tomó la nota y estudio la letra, - no, está no era la letra de Micka, Alexandra está en París desde hace ya varios días.

Quién podría ser el chantajista y sobretodo que quería. Porque dos mil libras son tentadoras, para cualquiera. - Colin se levantó de su cama, fue a su pieza de baño hizo uso del orinal, se lavo las manos, la cara y luego se miró al espejo.

Tenía un mejor semblante que el día de la fiesta de compromiso si, en definitiva pero ahora se sentía peor porque la mujer que ama con su hijo lo odia, lo detesta y no tenía idea de cómo recuperarla además hay que agregarle que el lord Santiago duque de Killmer esta detras Penelope y ella es libre de elegir lo que quisiera, por el simple hecho de que ella es una mujer libre. Retomó la idea de quién podría estar detrás de esa nota, alguien con mucha necesidad o alguien con ganas de hacer sufrir a Penelope. Se cambió de ropa y bajo al comedor, ya se estaba acostumbrando a desayunar solo.

- Señor Bridgertor, buenas tardes ¿desea el desayuno o quiere esperar por el almuerzo? - Colin miró a la señorita de servicio.

- ¿Qué hora es?

- Son la una de la tarde con quince minutos señor.

- ¿Dónde está mi madre?

- Todos salieron a dar un paseo al parque.

- Traeme el almuerzo. - Colin espero diez eternos minutos se decía a su mismo que tal vez con el estómago lleno pueda pensar mejor. Así que al ver su plato de sopa y luego una pierna de venado no dudo en clavarle el colmillo y los dientes. No paro hasta estar satisfecho bebió una jarra de agua de melón. Se puso de pie y fue a la biblioteca observo sus cosas y todo estaba como el día anterior en definitiva la que robó ese diario fue Alexandra. La pregunta es: ¿Le dijo a Micka o a Vicente o no le dijo a nadie? Eso pensaba hasta que llegó su escándalosa familia del paseó.