En tu ausencia... Pen, vuelve a mi.

16. ¡Canasta de sorpresas!

- No lo entiendo ¿cómo se va a llamar? - Penelope ya le había explicado tres veces lo mismo a Sarah.

- Su nombre debería de ser Tomas Bridgerton Featherington pero es muy arriesgado nombrarlo así, si quiero que mi hijo reciba el sacramento del bautismo lo tendre que hacer con mi nombre actual. - Sarah la miro y colocó la canasta en la cama. - le he pedido a mi licenciado un documento falso... se que no es correcto Sarah pero ya tiene tres meses y debería de ser bautizado.

- ¿Qué le solicito a su licenciado?

- Un acta de nacimiento que diga el nombre de Tomas, Tomas Ferlington.

- Pero eso también es muy arriesgado.

- Lo sé, pero no hay más opciones. - Sarah saco lo que había en la canasta y se lo fue mostrando a Penelope.

- Sábanas, pañales, colonias aromáticas, un cepillo, enterizos, una sonaja de plata y una de madera, ungüentos y un par de guantes de tela y un chupete y mucha ropita.

- Es muy lindo todo ¿quién dijiste que lo mando? - Cuestionó Penelope, Sarah busco una etiqueta que traía la canasta.

- Aquí dice "Deseando que su bebé nazca sano y crezca fuerte, los duques de Hastings"

- ¿Los duques de Hastings dijiste?

- Si, ¿por?

- Los duques de Hastings son Daphne Bridgerton y Simon Basset. - Penelope trago saliva.

- La duquesa de Hastings es...¿la hermana del señor Colin Bridgerton? Eso quiere decir que...

- Debemos ser más cuidadosas Sarah.

- Creo que debes de hablar con el señor Richard, según escuché el duque de Hastings esta interesado en alguna cosecha.

- Estoy segura que es la de maiz y estoy muy segura que ya esta apalabrado, el duque es el único que ofreció lo que valía toda la cosecha. - Penelope y Sarah se miraron. - Si me niego, el querrá hablar conmigo, es mejor que siga tratando con el señor Richard.

Penelope de repente sintió que tenia ganas de huir, con su hijo y Sarah pero a dónde iría si lo tenia todo donde estaba. Solo le quedaba ser más sigilosa, pasar desapercibida y seguro no levantaría sospecha alguna. Penelope dio la escricta orden que cualquier persona que sea encontrada merodiando o pasara cerca de la carretera sea investigada y notificada lo antes posible. Los empleados hacian guardia en la entrada de la mansión todo el tiempo.

Un mes después en un acta no oficial se podía leer el nombre Tomas Ferlington y el nombre de un hombre fallecido Henry Ferlington y claro el nombre falso de Penelope, Ann Ferlington Featherington. En la carreta de la finca salieron rumbo a la iglesia, era domingo y aprovecharía que el padre del pueblo le diera el bautismo al bebé. Así le hubiera gustado a las abuelas de Tomas.

Entraron a la iglesia, se acomodaron en una banca al fondo de la pequeña capilla y esperaron que la misa termine. Después se acercaron al padre y le explicaron la situación el padre miro al bebé no se podía negar, fue por los instrumentos que se requerían para darle el sacramento del bautismo a ese bebé.

- Bien vamos a bautizar a este hermoso bebé, - el padre miró a las dos mujeres. - ¿Quién es padrino de este hermoso niño?

- Yo, seré su madrina. - Respondió Sarah muy orgullosa.

- Dígame, ¿usted es casada?

- No... - Sarah hizo un puchero.

- Señora, necesito un padrino o una madrina que estén casados, así nos lo pide nuestra iglesia.