24. Cumpliendo peticiones.

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Colin había ido al mercado personalmente a comprar flores, tierra, semillas y todo lo que iba necesitar para reparar el jardín, no, el santuario de su madre. Ella estaba muy molesta con el, ni siquiera se molestaba en preguntaba por su paradero.

Hayacinth se había ofrecido a ayudarlo y el iba aprovechar esa oportunidad seria una manera de convivir con su hermanita, casi nunca lo hacia porque siempre estaba de viaje, luego Hayacinth debutará, se casará y el nunca se habría tomado la molestia de conocerla, de regreso a casa miro unos panesillos que le recordaron la feria del globo, muy parecidos al que Penelope compro, sin darse cuenta ya se había mojado los labios con la lengua y deshecho la idea de seguir esperando en vano. Llego a casa, se cambio de ropa y se fue al jardín, Hayacinth llego y se pusieron manos a la obra.

Anthony los miraba por la ventana de su despacho, tal vez no sabían lo que hacían pero estaban haciendo recuerdos.

- ¿Qué miras? - Pregunto Kate. Anthony le pidió que se acerqué.

- Eso es muy lindo por parte de Colin. - Mientras abrazaba a su esposo sin dejar de verlos.

- Estoy preocupado.

-¿Porqué?

- Colin, me pidió mi bendición para casarse con la señorita Lennox. - Kate se alejo de Anthony.

- ¿Y que le dijiste?

- Que no, le dije que aclare sus pensamientos. Que se tome esta temporada para cortejarla y si el se da cuenta que ella es realmente la indicada yo le daré mi bendición y permiso.

- ¿Y Penelope? - Anthony la miro preocupado.

- No lo sé, no tengo idea. - Kate lo miro y le regaló una leve sonrisa.

- Ordenaré que les lleven limonada a los jardineros, deben tener mucha sed. - Anthony le dio un beso a Kate y ella salio del despacho. Los observo un rato más y se puso a trabajar.

Mas tarde, escucho unas risas y miró de nuevo por la ventana, Colin y Hayacinth se reían de Gregory que se había manchado de tierra.

Colin tomo el rostro de su hermana y le hizo unos bigotes con el barro fresco, Gregory se rió más fuerte y vio que más risas se agregaban a la diversión, Benedict estaba sentado en una silleta disfrutando del espectáculo. Kate llego y se sentó con su hijo mayor y el bebé lo cargaba Eloise. Eso lo tenia que ver de cerca, Eloise cargando un bebé, imposible. Salio del despacho y corrió hacia la parte trasera de la casa, se freno y salio como si nada a mirar.

- ¿Has decidido salir del despacho? - Pregunto Kate asombrada.

- Sus risas no dejan que me concentré. - Se escudo, miró de reojo a Eloise, sí ella estaba cargando a su hijo. Benedict se puso de pie y se acerco a Colin.

- ¡Te hacen falta unos bigotes!

- Y a ti una barba - Colin quiso correr pero cayo en el charco de barro.

- ¡Colin! - Gritaron todos. El se sentó, los miró y se rió.

- Estoy bien. - Benedict se acerco para ayudarlo a ponerse de pie, pero fue mala idea, cuando reacciono ya estaba sentado a lado de Colin. Hayacinth se rió. - Kate...

- ¡No! Yo no necesito barro.

- Solo quiero que me digas si el jardín quedo bien. - Kate miro de lejos.

- Quedó en perfectas condiciones. - Respondió Kate.

- Desde aquí no lo veras Kate, - Dijo Anthony mientras se ponía de pie y se acercaba a mirar el jardín, Colin y Benedict se miraron en complicidad, Anthony sintió una bola de barro estreyar en la espalda. - ¡Ahhhh! - Hayacinth y Gregory se echaron a reír, Kate se tapo la cara y Eloise reía por lo bajo.

En tu ausencia... Pen, vuelve a mi.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora