En tu ausencia... Pen, vuelve a mi.

57. Sarah & Oliver.

Sarah estaba nerviosa, primero porque "Javier" entraría a casa de Penelope sin su permiso, esa era otra traición a su amistad y segunda pero no menos importante, qué tenía que decirle "Javier" a ella. Ayer después de dejarla con lady Portia, se fueron a la casa Featherington y ella durmió en la habitación de Penelope, esa es su recamara cuando Wishtledown entra en acción, en la habitación contigua Varley estaba cuidando del niño Tomas. Esa casa de noche es un silencio absoluto pero de mañana cuando llegan de visita las hermanas mayores de Penelope con sus respectivas familias es un caos, por eso se quitan temprano.

Escucho un carruaje y miro por la ventana, el señor Colin Bridgerton descendio de el. ¡Como le caía mal el papá de Tomas! No se merecia a Penelope, era mucha pieza para tan poco hombre. Si el se hubiera presentado al otro dia a reclamar o rogando piedad por lo que ella le ayudo a descubrir, ahora Tomas tendría un padre y Penelope un esposo y serían felices. Ella no figuraba en esa familia, era obvio que nunca tendría una, sus padres habían fallecido y su hermano Oliver, entro al palacio y nunca supo más de el.

Se preguntaba qué había sido de el, tenia apenas nueve años y desapareció del mapa, el le prometió que la visitaría en casa de los Cowper pero nunca llego. Luego escucho que sus tíos dijeron que lo atraparon en el palacio robando y lo más probable era que lo habían llevado a algún calabozo, lo torturaron o lo dejaron morir de hambre. Era una vergüenza para los Cowper ir a decir que era su sobrino, qué iba a decir la sociedad de Mayfair de eso.

Era su calvario perder a las personas que quería, sus padres, su hermano, Penelope y el que más le dolía Tomas. Ese niño que llego a cambiarle la vida, lo adoraba. ¡Pero como odiaba a su padre! ¡Lo tenia ahí! ¡A su hijo! y el no hacia nada, solo miraba y ya.

Miró por la ventana y vió como una habitación se alumbró, era el, era obvio que era el cobarde de Colin Bridgerton. Sarah chasqueo la boca, miró como ese hombre se movía por la habitación y entendió porque Penelope se enamoro de el, lo tenía enfrente de ella todos los días de su vida, miro de nuevo y la habitación ya estaba oscura. Sarah puso los ojos en blanco - Ni para desvelarse sirve. - y soltó una risita. - El duerme mucho como Tomas, obvio es su papá. - Cerro los ojos y se quedó dormida y ahora se encontraba en la casa de Penelope, nerviosa.

- Sa prrrr Sa - Y Sarah dió unos brinquitos Tomas le había hablado.

- Hola Tomas, lamento haber tenido que despertarte antes, pero nos teníamos que quitar de casa de tu abuela temprano, tus tías aún no tienen el privilegio de conocerte.

- Buenos dias, ¿cómo durmieron en la casa Featherington?

- Miré llegar al papá de Tomas.

- ¿Ah, si? - Respondió Penelope nerviosa, Sarah asintió. - Hoy es la exhibición de cuadros en las salas de Mayfair, ¿quieres ir?

- No, me quiero quedar con Tomas. El y yo practicaremos unas palabras - Sarah penso en: Papá estúpido, Papá idiota, Papá lento.

- ¿Sarah?

- ¿Qué?

- ¿Estas segura que no quieres ir?

- Muy segura. Ve y disfruta de esas pinturas. - Penelope le sonrió.

- ¿Qué te ocurre?

- Ayer bailaste con el papá de Tomas y tu... vaya Penelope aún lo amas. - Penelope se puso roja.

- El solo me ayudo en algo.

- ¿Cómo? ¿Ya se hacen favores? - Sarah la miro esperando una respuesta.

- ¿Qué te pasa?

- Nada, - bajo la mirada. - Solo...solo tengo miedo de que el te haga daño a ti o a Tomas.