----------Harry---------
Finalmente habían llegado las vacaciones de Navidad, y Hogwarts brillaba con luces festivas. La atmósfera estaba llena de risas y emoción mientras mis amigos se preparaban para irse a casa, mientras yo me quedaba en el castillo, ya que Severus también se quedaría.
Todos sabíamos que Hagrid tenía más información de la que revelaba sobre la piedra filosofal y Nicolás Flamel. Él fue quien la llevó del banco, y al enterarnos de que había sido robada, quedó claro que era lo que el perro de tres cabezas estaba protegiendo. La idea de que algo tan valioso estuviera tan cerca me inquietaba, pero también despertaba mi curiosidad.
En medio de todo, me sentí cada vez más interesado en el Quidditch. Durante un emocionante partido, no pude evitar imaginarme en el campo el año siguiente, luchando por la posición de buscador. Draco, a mi lado, parecía anticipar mi deseo, y cuando finalmente lo expresé, vi la complicidad en su mirada.
Las dinámicas entre nosotros habían cambiado. Desde que Ron defendió a Draco de Seamus, lo que sorprendió a todos, incluido a mí, había comenzado a forjarse una pequeña amistad. Aunque aún había cierta tensión, estábamos formando un vínculo inesperado.
Al llegar el momento de despedirme, el grupo de Slytherin estaba junto a mí: Theo, Blaise y Pansy. La preocupación era evidente en sus rostros al enterarse de que me quedaría solo.
—Harry, ¿estás seguro de que no te importa? —preguntó Theo, con su habitual seriedad.
—¿Qué hay de nosotros? ¿No quieres irte a casa? —intervino Pansy, con una mirada de preocupación.
—No hay problema. La verdad es que prefiero quedarme aquí. Además, solo hay otros dos que se quedan y son de años superiores, así que no estaré completamente solo —les respondí, intentando tranquilizarlos. Aún no les había dicho que mi tutor era Severus; esperaba poder decirles pronto, pero primero tenía que consultarlo con él.
Blaise soltó una risa leve, intentando aligerar el ambiente. —Bueno, siempre puedes pedirle al Profesor Snape que te cuente historias de terror por la noche, Harry.
—¡Eso no suena muy atractivo! —respondí con una sonrisa, mientras ellos se reían.
El momento de despedirme de Draco se acercaba, y el nudo en mi estómago se hacía más intenso. Ya estaba tan acostumbrado a su cercanía, a compartir las noches juntos, que no podía imaginarme cómo sería sin él.
—Draco... —comencé, sintiendo que mi voz se volvía más suave.
—¿Te vas a sentir solo sin mí? —preguntó él, con una sonrisa traviesa, pero sus ojos revelaban algo más profundo.
—Tal vez un poco —admití, bajando la mirada.
Draco se acercó, y en un instante, nuestras miradas se encontraron. Sin pensar, lo abracé con fuerza, sujetando su pequeña cintura. Su cuerpo era cálido y reconfortante, y el familiar aroma de su cabello me envolvió.
—Voy a extrañar esto —dije en un susurro—. Te extrañaré a ti.
—Yo también, Harry —respondió él, rodeando mis hombros con sus brazos—. Tienes que prometerme que no te perderás en el castillo.
—Lo prometo, ¿con quién crees que estás hablando? —le dije, sonriendo.
—Dudoso, muy dudoso —me contestó con un tono juguetón.
Nos separamos, pero no pude evitar sentir un vacío en mi pecho.
—Dos semanas parecen una eternidad —dije, deseando que el tiempo pasara más rápido.
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El Destino Fragmentado de Draco
Fanfiction-Será como si nada de esto hubiera pasado, excepto para él. Draco lo recordará todo: su dolor, su sufrimiento, tu destrucción... pero tú, Harry Potter, olvidarás quién eres. Volverás a ser el niño que fuiste antes de conocer la magia, antes de conoc...