Un Buen Trato

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--------------Harry---------


Al día siguiente, todo el castillo estaba sumido en un murmullo constante sobre Sirius Black. Los rumores sobre cómo había logrado infiltrarse en Hogwarts circulaban por todos lados, algunos más ridículos que otros. Algunos decían que había usado magia oscura para pasar desapercibido, mientras que otros aseguraban haberlo visto convertido en un perro negro merodeando cerca del Bosque Prohibido.

Los días continuaron con cierta tensión, aunque pronto retomamos el ritmo de las clases. Sin embargo, las cosas cambiaron cuando tuvimos Defensa Contra las Artes Oscuras con Snape, ya que el profesor Lupin estaba enfermo. Era difícil no notar el desprecio apenas disimulado en cada palabra que Severus decía cuando se refería a Lupin. Nos encargó una tarea sobre cómo identificar hombres lobo y animagos, destacando sus diferencias. Parecía más que obvio que quería que todos notáramos algo específico, y no tardamos mucho en darnos cuenta: Lupin era un hombre lobo. Severus, siempre tan sutil.

—¿Se está burlando de nosotros? —le susurré a Draco mientras leía las indicaciones del trabajo. Draco solo asintió, esbozando una sonrisa maliciosa.

—Esto es su forma de vengarse... sin duda.

Después de aquello, las cosas se fueron calmando un poco. La temporada de Quidditch comenzó, y la emoción en el aire era palpable. El primer partido fue entre Gryffindor y Hufflepuff. Todos daban por hecho que los leones ganarían, pero para sorpresa de todos, Cedric Diggory atrapó la snitch, y los tejones se llevaron la victoria.

Nuestro primer partido sería contra Ravenclaw, y ya era mediados de noviembre cuando llegó el gran día. El clima era gélido, pero no dejó de entusiasmarme el hecho de volver a volar. El partido fue rápido, y tras solo veinte minutos, atrapé la snitch. Durante el partido, los dementores se acercaron al campo, pero extrañamente no me afectaron. A pesar de los gritos de mis compañeros y del miedo evidente que flotaba en el aire, yo no sentí nada. Supongo que algo en mí se había endurecido tras enfrentarlos antes.

La siguiente salida a Hogsmeade fue un caos absoluto. Todos parecían estar como locos comprando regalos para Navidad. Me tomé mi tiempo para elegir algo especial para Draco. Sabía que le encantaba tocar el violín, así que encargué un violín blanco que sabía que le encantaría. Además, le compré un nuevo juego de joyas para su cabello, pequeñas y delicadas, exactamente lo que a él le gustaba.

Draco, sin embargo, pasó la Navidad con sus padres. Fueron dos semanas largas sin él, lo sentía en cada rincón del castillo. Incluso Zarina había hecho un berrinche y se había ido con él, negándose a quedarse en Hogwarts. La buena noticia fue que Severus me sorprendió con una Saeta de Fuego como regalo de Navidad. Aún me costaba asimilar que ahora había gente que se preocupaba por mí, que me apreciaba. Este año, incluso recibí más regalos que en cualquiera de los anteriores. La señora Weasley me había hecho un suéter a mano, como lo hacía con todos sus hijos, y según Ron, parecía que hasta Draco y Pansy, Blaise y Theo habían recibido uno.

Draco me envió una daga increíblemente hermosa, diseñada específicamente para tallar runas. También me envió varias fotos, momentos que habíamos compartido, que ahora estaban en mi álbum.

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El Destino Fragmentado de DracoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora