Mate un Dragón Y?

1.1K 186 142
                                    


------------Harry---------

Regresé a la tienda de los campeones con el maldito huevo bajo el brazo. Sentía la adrenalina aún zumbando en mis venas, pero lo primero que me recibió al cruzar la entrada fueron las miradas incrédulas de los demás. Krum, Fleur y Diggory me miraban como si les hubiera crecido otra cabeza. Parecían incapaces de procesar lo que acababa de suceder. Pero, ¿quién los culpa? Acababa de matar a un maldito dragón, y no solo lo maté, le rebané el cuello. Todo por una promesa. Y joder, si había alguien a quien no quería decepcionar era a Draco. El maldito dragón me había dado menos miedo que Draco.

—¡¿Qué mierda hiciste, Potter?! —gritó Cedric, sacudiendo la cabeza como si tratara de despertarse de una pesadilla.Me encogí de hombros, sin soltar el huevo.

—Maté al dragón —respondí, como si fuera lo más obvio del mundo.Cedric casi se atraganta con su propia saliva.

—¡Pero no tenías que matarlo ¡Solo tenías que tomar el maldito huevo! —gritó Cedric, desesperado, como si hubiera matado a su abuelita. Su rostro estaba entre la incredulidad y el horror.Lo miré con indiferencia y alcé una ceja.

—¿Y dónde diablos decía que no podía matar al dragón? —respondí, con ese tono frío que tanto desespera a la gente.Cedric parecía listo para explotar.

—¡Por sentido común, Potter! ¿Quién en su sano juicio mata a un puto dragón solo por un huevo?

Me encogí de hombros otra vez, disfrutando de su frustración.
—Pues yo imbécil evidentemente.

Krum soltó una risa ronca desde su esquina.
—Potter tiene razón... técnicamente no está contra las reglas.

Fleur me miraba como si estuviera frente a un dementor recién escapado.
—Estás completamente loco —murmuró, sacudiendo la cabeza.

—Bueno, al menos yo estoy entero —dije con una sonrisa maliciosa, sabiendo que esa frase los dejaría rumiando por un buen rato.

Madame Pomfrey se acercó a toda prisa, agitando su varita sobre mí para un diagnóstico rápido. Después de unos segundos, su expresión pasó de preocupación a pura sorpresa.

—Sorprendentemente, estás completamente ileso, señor Potter. Ni un rasguño. —Su voz era una mezcla de incredulidad y resignación.Yo simplemente me eché a reír.

—Excelente, Draco estará encantado.

Antes de que pudiera decir más, sentí un peso familiar chocar contra mí. Draco prácticamente me aplastó con un abrazo feroz, envolviendo sus brazos alrededor de mi cuello. Lo sujeté con fuerza, hundiendo la nariz en su cabello, dejando que su aroma me calmara.

—¡Maldito seas, Harry! ¡Me hiciste pensar que ibas a morir! —exclamó, su voz temblando entre el alivio y el enojo.

—Pero no morí. Estoy aquí, ileso. —Sonreí contra su oído y le susurré con voz baja—. ¿No merezco un premio por cumplir mi promesa?

Draco se estremeció ligeramente en mis brazos, como si mis palabras lo recorrieran como electricidad.

—Sí... —murmuró en un tono casi inaudible, su cuerpo relajándose contra el mío.

Antes de que pudiera aprovecharme más del momento, Blaise decidió interrumpir con su usual descaro.

—Mierda, Potty. Me dejaste patidifuso. Y mira que te he visto hacer estupideces, pero esto... esto se lleva el premio mayor.No solo mataste al Dragon le rebanaste el cuello —Blaise se hizo aire con la mano, teatral como siempre—. Si no fuera porque Draco y Pansy me despellejarian vivo, te pediría matrimonio ahora mismo. ¡Por Merlín, qué hombre!

Toda la tienda estalló en carcajadas, y hasta Draco tuvo que reprimir una sonrisa, aunque me lanzó una mirada de advertencia, como si dijera "No te atrevas a creértelo más de la cuenta."

El Destino Fragmentado de Draco Donde viven las historias. Descúbrelo ahora