Lo prometido es deuda. Entre más comentarios más capítulos...
Este capítulo se convertirá en uno de mis favoritos...---------Harry------
Comencé a enviarle mensajes desesperados a Draco a través del brazalete, pero no había respuesta. Cada segundo que pasaba sin una contestación aumentaba la ansiedad que se arrastraba por mi pecho. "Draco, contéstame. ¿Dónde estás?", mandé una y otra vez. Pero nada. Ni una señal de que los hubiera leído. Carajo, ¿por qué demonios no me contestaba?
La desesperación empezó a apoderarse de mí. El brazalete, aunque útil, no me servía para rastrearlo. Merlín, tendría que haberle puesto un maldito localizador en el siguiente regalo. Me mordí el labio, sintiendo la impotencia crecer.
"Lo haré arder todo si no me contestas." Fue lo último que le envié. Ya no podía esperar más. Sin pensarlo, conjuré mi Patronus: un imponente dragón de luz plateada que brilló con fuerza. "Encuentra a Draco y dile que, si no me responde, quemaré el maldito castillo", le ordené con una voz rota de desesperación.
El dragón se lanzó por los corredores a toda velocidad, dejando tras de sí un resplandor fantasmagórico que se desvaneció en el aire. Esperé en la oscuridad, contando cada segundo como si fueran horas. Finalmente, sentí el calor familiar del brazalete en mi muñeca: "Torre de Astronomía".
Sin pensarlo, salí corriendo. El eco de mis pasos rebotaba por los pasillos vacíos mientras la oscuridad envolvía el castillo. Subí las escaleras de caracol hacia la Torre de Astronomía, mi respiración agitada mientras el viento gélido se colaba entre las paredes de piedra. Cada peldaño que subía hacía que la sensación de angustia en mi pecho se intensificara. Merlyn, que esté bien. Por favor, que esté bien.
La Torre de Astronomía siempre había tenido un aire majestuoso y tranquilo, con su vista panorámica del cielo estrellado y las estrellas titilando como testigos silenciosos de todo lo que ocurría. Pero esa noche, la torre parecía tener un aire diferente: un frío cortante y desolador, como si incluso las estrellas se hubieran apagado.
Al llegar a la cima, lo vi. Draco estaba de pie, de espaldas a mí, al borde de la rendija de la torre, mirando hacia el vasto vacío del cielo nocturno. Su cabello, largo y perfecto, se agitaba salvajemente con el viento, como si el aire mismo quisiera arrastrarlo lejos de mí. El brillo de la luna hacía que su silueta se viera más frágil de lo que jamás lo había visto.
—¿Amor...? —lo llamé con suavidad, sintiendo cómo mi corazón se aceleraba.
Draco no se movió al principio, no hizo ni el más mínimo gesto. El frío de la noche parecía haberlo envuelto en una especie de trance. Mi corazón se aceleró, temiendo lo peor. Pero cuando finalmente se giró para mirarme, mi mundo se desmoronó. Sus ojos, normalmente de un gris tormentoso, estaban inyectados en sangre, completamente destrozados por el llanto. Había lágrimas secas manchando sus mejillas pálidas, como cicatrices del dolor que no podía soportar. Y esa mirada... Dios, esa mirada me rompió. Era una mezcla de vacío y dolor tan profundo que dolía como una perra mirarlo.
—Draco... —mi voz se quebró mientras daba un paso hacia él, pero algo en su expresión me detuvo. Una barrera invisible se había levantado entre nosotros.
—No vengas —su voz era débil, apenas un susurro rasgado por la tristeza. No era una orden, no había ira en sus palabras. Era casi como si suplicara que lo dejara en paz, como si creyera que no merecía ni siquiera mi presencia.
—Te dije que te daría todo... y lo haré. Pero te advertí que no me pidieras que me alejara de ti, porque maldita sea, no lo haré. —Mi voz temblaba, desgarrada entre la desesperación y la furia. ¿Qué estaba pasando? No soportaba verlo así, roto, atrapado en su propio dolor, tan lejos de mí, como si una parte de él se estuviera desmoronando justo frente a mis ojos—. Dime, ¿a qué le tienes tanto miedo? —le grité, mi garganta cerrándose con cada palabra.
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El Destino Fragmentado de Draco
Fanfic-Será como si nada de esto hubiera pasado, excepto para él. Draco lo recordará todo: su dolor, su sufrimiento, tu destrucción... pero tú, Harry Potter, olvidarás quién eres. Volverás a ser el niño que fuiste antes de conocer la magia, antes de conoc...