----------Draco---------Se suponía que esto no debía pasar. Le había pedido a mi padrino un sueño sin sueños, y aun así, aquí estaba de nuevo, atrapado en esa maldita pesadilla. Quizá fuera el regreso a Hogwarts o, peor aún, la cercanía con Potter. No, ya no era solo Potter. Ahora era Harry. Y todavía no lograba entender por qué estaba aquí, en Slytherin, compartiendo cuarto conmigo.
¿A quién quería engañar? Sabía exactamente por qué. Era yo quien había sido un imbécil en el pasado. Había tratado a Harry como si fuera un ser inferior, y al final... bueno, al final ya no importaba. Pero ahora todo era diferente. No podía permitirme repetir los mismos errores. Había demasiado en juego.
Las pesadillas, no obstante, seguían siendo un problema. No podía dejar que me robaran la poca energía que me quedaba. Tener tanto poder en mis manos... hubiera sido mi sueño hace unos años. Pero el destino es una perra, siempre lo ha sido. Usar ese poder me cuesta parte de mi energía vital, como si fuera una maldición. Qué ironía, ¿no?
Me desperté mucho antes que Harry y me dirigí al baño para comenzar mi rutina matutina. El agua fría en mi rostro era un recordatorio de que seguía vivo, atrapado en este ciclo interminable. Lavé mi cabello largo y, mientras lo secaba, recordé la promesa que había hecho a Lady Magic donde nunca cortaria mi cabello a cambio de salvar a quienes amaba. No me arrepentía, pero mantenerlo era un fastidio. Por ahora solo llegaba a mis omóplatos, así que lo recogí una parte de el con una cinta de seda negra.
Cuando salí del baño, Harry ya estaba despierto, sentado en el borde de la cama, observándome. Su mirada era... diferente. ¿Era admiración? ¿Curiosidad? O tal vez, simplemente, desconcierto. Estaba tan acostumbrado a ver odio en sus ojos en el pasado que ahora me sentía perdido ante su expresión.
—Buenos días, Draco —dijo Harry con una timidez que me desconcertó—. Yo... iré a prepararme.
—Buenos días, Harry. Te espero —respondí, más calmado de lo que me sentía por dentro.
Mientras Harry se preparaba, mis pensamientos divagaban. Tenía que mantener el control. Aunque mi cuerpo y mente fueran ahora de un niño de 11 años, no podía permitirme ser tan impulsivo como antes. Hogwarts no era solo una escuela; para mí, era un lugar lleno de recuerdos de muerte y sufrimiento. No podía volver a caer en esos errores.
Había olvidado que, en el pasado, Harry me había confesado que me amaba. Esa confesión había sido una de las tantas cosas que había reprimido. No tenía tiempo para eso ahora. Había otras prioridades, y una de ellas era mantenerme sereno.
Harry salió del baño, listo con su uniforme, y fue entonces cuando lo noté. Algo en él había cambiado. Sus gafas eran diferentes, su porte más confiado, más intimidante incluso.
—¿Listo? —dijo con seguridad.
Asentí, y juntos salimos de la habitación. En la sala común ya nos esperaban Theo, Blaise y Pansy.
Theo fue el primero en acercarse. Me abrazó, y me recordé lo mucho que odiaba que fuera más alto que yo. Todos eran más altos, claro, pero eso no quitaba lo irritante que era. Desde el incidente en su mansión, Theo se había vuelto terriblemente protector. No era que no lo agradeciera, pero a veces era sofocante. Blaise y Pansy también lo eran, pero de una forma más sutil.
—¿Cómo dormiste, Dragón? —susurró Theo en mi oído, cuidando que solo yo lo escuchara.
No podía mentirle. Theo era bueno leyéndome, y lo sabía con solo mirarme.
—Pesadillas —admití en voz baja.
Theo asintió en silencio, sin necesidad de preguntar más. Luego, se volvió hacia Harry con una expresión seria. Eso solo podía significar una cosa: una charla seria estaba en camino.
—Harry, tenemos que hablar antes de ir a desayunar. Aún hay tiempo —dijo, usando ese tono que no dejaba lugar a discusión.
—¿De qué se trata? —preguntó Harry, algo sorprendido.
Theo me dirigió una mirada que lo decía todo. Con un suspiro, levanté un hechizo silenciador para que tuvieran algo de privacidad. No es como si no supiera lo que estaba a punto de decirle.
—Bien, ya que eres el compañero de Draco y parece que le has caído bien... —Theo me lanzó una sonrisa burlona, y sentí el calor subir a mis mejillas—. Es mejor que sepas algunas cosas. Draco tiene una complexión frágil.
—¿Fragilidad? —preguntó Harry, frunciendo el ceño.
—Sí, pero no te equivoques —continuó Theo—. No se deja vencer tan fácilmente. De hecho, si quisiera, podría derrotarnos a todos con una mano atada a la espalda. Pero esa fragilidad física es algo que preferimos no poner a prueba, si entiendes a lo que me refiero. Además, a veces... tiene ataques de pánico.
Harry escuchaba con atención, sus ojos fijos en Theo. La seriedad con la que tomaba todo esto me sorprendía.
—Cuando Draco tiene uno de esos ataques, necesitas saber qué hacer. —Theo siguió explicando con la calma de quien ya ha vivido esto demasiadas veces—. Tienes que acercarte con cuidado y hacerle tres preguntas: "¿Cuántos años tienes?", "¿Qué día es hoy?" y "¿Dónde estamos?". Eso lo ayudará a volver en sí.
—Lo entiendo —respondió Harry con firmeza—. Haré lo que sea necesario. Si hay algo más en lo que pueda ayudar, o si hay algún libro que pueda leer para estar más preparado, dímelo.
Theo sonrió ante la respuesta, claramente satisfecho con la actitud de Harry.
—Vaya, Draco —dijo Pansy, con una sonrisa juguetona—, parece que te has conseguido a alguien más protector que Theo. Mira a Harry, lo escucha como si estuviera recibiendo una lección de Lady Magic.
Blaise soltó una risa baja, mirando la escena con diversión.
—¿Qué puedo decir? —respondí, tratando de ocultar mi rubor—. Debo ser irresistible.
—Claro, irresistible... —bromeó Blaise—. Bueno, mientras no nos congeles en mitad de la noche, estamos bien.
La conversación siguió de manera más ligera, aunque el peso de lo que había hablado Theo aún flotaba en el aire. Mientras caminábamos hacia el Gran Comedor, no podía dejar de sentir una extraña sensación en el pecho. Harry se había tomado todo tan en serio, como si realmente le importara. Y esa sensación de cuidado y preocupación... me desconcertaba. Pero a la vez, algo en mi interior se sentía... agradecido.
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El Destino Fragmentado de Draco
Fanfic-Será como si nada de esto hubiera pasado, excepto para él. Draco lo recordará todo: su dolor, su sufrimiento, tu destrucción... pero tú, Harry Potter, olvidarás quién eres. Volverás a ser el niño que fuiste antes de conocer la magia, antes de conoc...