Bajo el Hielo de la Noche

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----------Harry---------

Draco estaba justo frente a mí, con una pequeña sonrisa que casi parecía tímida. No esperaba verlo así. Sin decir mucho, comenzó a presentarme a sus amigos. Primero, Vincent Crabbe, un chico robusto y de aspecto algo torpe, con una expresión siempre ligeramente perdida. Sus ojos oscuros parecían siempre entrecerrados, como si estuviera enfocado en algo que los demás no podían ver. Luego, Gregory Goyle, igual de corpulento que Crabbe, pero con una presencia más pesada, como si siempre estuviera preparado para proteger a Draco a toda costa. Sus hombros eran anchos.

A su lado estaba Blaise Zabini, un chico alto y delgado, con una piel morena impecable y ojos que parecían analizarlo todo con una mezcla de arrogancia y misterio. Había algo en su postura, su manera de mirar, que hacía que todos a su alrededor le prestaran atención, aunque él no dijera mucho. Luego, Pansy Parkinson, de cabello oscuro y expresión orgullosa, me miraba de reojo, como si intentara evaluar si era digno de su tiempo. Tenía una belleza afilada, y aunque sonreía, había una chispa de desdén en sus ojos que no podía ocultar.

Millicent Bulstrode también estaba allí, de apariencia más robusta que Pansy, con un rostro fuerte y una expresión neutral que no dejaba ver mucho de lo que pensaba. Finalmente, Theo Nott, el chico que ya había visto en la librería, con su pelo castaño y ojos de miel, siempre atento a Draco, como si su principal preocupación fuera su bienestar.

Al parecer, había más compañeros de su grado, pero no se molestaron en presentarlos, ya que comenzaron a hablar por sí mismos. Y así fue como la atención se centró en mí. Cada uno de ellos, con diferentes grados de curiosidad y desconfianza, empezó a hacer preguntas sobre mi vida. Blaise fue el primero en hablar:

—¿Es verdad que vivías con muggles? —preguntó, sin ningún esfuerzo por ocultar su sorpresa.

Asentí lentamente, notando cómo los demás me miraban con una mezcla de asombro y ligera incredulidad.

—Vivía con ellos hasta hace menos de una semana —dije, intentando mantener la calma a pesar de las miradas—. Ahora me he mudado con mi guardián mágico y apenas estoy empezando a asumir mis responsabilidades como heredero de la casa Potter.

Las cejas de Pansy se arquearon en señal de interés.

—¿Eres el heredero de una casa ancestral? —preguntó, su voz ligeramente más suave, pero con un toque de curiosidad genuina.

—Sí —respondí, intentando no parecer demasiado incómodo con la idea—. Estoy aprendiendo sobre mis deberes como heredero y todo lo que conlleva.

Theo asintió lentamente, y su mirada se suavizó.

—Muchos de nosotros también somos herederos de antiguas familias mágicas —dijo con un tono tranquilizador—. La presión puede ser... intensa. Pero aquí en Slytherin, aprendemos a llevarlo con orgullo.

El Destino Fragmentado de Draco Donde viven las historias. Descúbrelo ahora