Sucio

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Nota: Les quería agradecer a esas personas que votan y comentan de verdad calientan mi corazón con cada comentario y me impulsan a seguir escribiendo a diario este capítulo se los dedico a ustedes...





---------Harry------

Llegamos a la enfermería a toda prisa, y mis amigos no se quedaron atrás. Hermione, Blaise, Theo, Pansy y Ron venían detrás de mí, con expresiones de horror en sus rostros. La tensión en el ambiente era palpable, y el miedo que sentía por Draco se apoderaba de cada uno de mis pensamientos.

—¡Pomfrey! —grité con todas mis fuerzas, la desesperación vibrando en mi voz.

Madam Pomfrey apareció de inmediato, su rostro mostrando una mezcla de confusión e incredulidad al no ver a nadie visiblemente herido... hasta que sus ojos se posaron en el pequeño hurón cubierto de sangre que sostenía en mis manos.

—¡Oh, por Merlín! —exclamó, su rostro palideciendo cuando comprendió lo que sostenía. Con un movimiento ágil de su varita, transformó a Draco de vuelta a su forma humana, dejándolo tendido sobre una de las camas.

El estado en el que se encontraba me hizo sentir como si me hubieran arrancado el corazón del pecho. El cuerpo de Draco estaba cubierto de moretones, y su rostro, que siempre había sido hermoso, estaba marcado por cortes y sangre. La piel blanca contrastaba con el rojo oscuro que manchaba sus labios y mejillas, como si alguien lo hubiera intentado destruir desde adentro.

Pomfrey se movió rápidamente, murmurando hechizos curativos mientras sus manos se movían con precisión. Cada palabra de su boca era como un eco distante en mi mente. Todo lo que veía era el cuerpo inerte de Draco. Finalmente, después de lo que parecieron horas, la mayoría de sus heridas visibles desaparecieron, y su respiración se estabilizó, aunque seguía inconsciente.

—Estará bien, señor Potter. —La voz de Pomfrey cortó el silencio, su tono era grave—. Necesitará descansar, pero no parece haber daño permanente... solo algo de dolor durante unos días. —Se volvió hacia mí, su mirada seria—. Ahora, alguien tiene que explicarme qué demonios ocurrió aquí.

Antes de que pudiera responder, la puerta de la enfermería se abrió de golpe. La profesora McGonagall entró seguida por Dumbledore, quien ayudaba a Moody a caminar. Detrás de ellos, Severus apareció con el ceño fruncido, su expresión oscura como la noche.

El rostro de Madam Pomfrey se volvió ceniciento al ver el estado de Moody, y corrió hacia él para ofrecerle ayuda. Mientras tanto, Theo se acercó más a mí, sujetándome firmemente del brazo.

— Cálmate antes que empeores las cosas, ahora se una buena serpiente y solo escucha—susurró Theo en voz baja, solo para que yo lo escuchara.

Dumbledore se adelantó, con una expresión que pretendía ser severa, aunque su tono mantenía esa suavidad exasperante.

—Señor Potter, la profesora McGonagall me ha informado que usted atacó a un maestro —comenzó Dumbledore, sus ojos brillando con una pizca de decepción—. Me temo que no podemos pasar por alto una acción tan grave...

Antes de que pudiera responderle, Theo dio un paso adelante y habló con una calma glacial.

—Con el debido respeto, director, hay más contexto que debería tener en cuenta. —Los ojos de Theo brillaban con astucia—. Harry actuó en defensa propia y de un compañero. Hay múltiples testigos que vieron al profesor Moody atacar deliberadamente a un estudiante, y continuó haciéndolo a pesar de que se le pidió que se detuviera.

El rostro de Dumbledore se endureció apenas un poco, pero Theo no le dio la oportunidad de replicar.

—Draco fue transformado en un hurón y torturado sin motivo alguno. Madam Pomfrey puede confirmar en qué estado llegó a la enfermería. —Hizo un gesto hacia Draco, que aún yacía inconsciente en la cama—. Nos preguntamos si esto es lo que Hogwarts considera una medida disciplinaria aceptable.

El Destino Fragmentado de DracoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora