Railo : Bajo nuestro eco

Capítulo XXII: Parte I

-- Perspectiva de Alondra --

Salí del baño, intentando controlar las emociones que me revoloteaban por dentro. No sabía exactamente qué me pasaba, pero ver a Rai y Angie tan cercanas me ponía nerviosa. Y lo peor es que no entendía por qué. Desde el principio había decidido que todo lo que había pasado entre Rai y yo se quedaría en el pasado, enterrado donde debía estar. Éramos amigas, solo amigas. Y sin embargo, cada vez que Rai y Angie soltaban uno de esos comentarios coquetos, una punzada de algo -celos, tal vez- me atravesaba el estómago.

Me encontré con Alex en la cocina, buscando agua para bajar un poco la bebida.

-¿Todo bien? Te noto... distraída -me preguntó, con esa mirada que siempre tenía cuando algo le llamaba la atención.

-Sí, claro -mentí, fingiendo una sonrisa-. Solo que estoy un poco cansada.

Alex me observó un momento, sin decir nada. Luego asintió, pero no parecía convencido.

-¿Seguro que es solo eso? -insistió, abriendo la botella de agua y sirviéndose un poco-. Parecía que estabas incómoda con lo de Angie y Rai. ¿Estás celosa?

Me reí, aunque el sonido salió un poco forzado.

-¿Celosa? ¿Por qué iba a estarlo? Son solo bromas. Ya sabes cómo son ellas, siempre bromeando con esas cosas.

-No sé, te lo noto raro -dijo Alex, mirándome con una mezcla de curiosidad y simpatía-. Y no es la primera vez que pasa. Desde que llegó Angie, no eres la misma de siempre.

Suspiré, mirando hacia otro lado. Sabía que no podía ocultarlo más. Me encogí de hombros, intentando hacerme la despreocupada.

-No sé, Alex. Supongo que me incomoda un poco. Pero no es que esté celosa, simplemente... no me gusta cómo se ven tan juntas. Y eso es raro, porque no debería importarme.

Alex asintió, pero no dijo nada. En lugar de eso, dejó la botella de agua y me observó un momento antes de hablar.

-Mira, Alondra, si realmente no te importa, entonces no le des vueltas. Pero si te incomoda, tal vez deberías pensar en por qué. Tal vez no es solo por la broma. Tal vez hay algo más.

Negué con la cabeza, intentando descartar esa idea. No quería volver a pensar en Rai de esa manera, ya lo había decidido. Y sin embargo, algo en mí seguía reaccionando cada vez que la veía con Angie.

-No lo sé, Alex. No lo sé. -mi voz se apagó mientras sentía cómo el conflicto interno se multiplicaba.

Alex se acercó un poco, sabía que sabía más de lo que me estaba dando a entender.

-Mira, he visto cómo te comportas cuando Rai está cerca. Te ríes un poco más, buscas sus miradas. Y ahora, con Angie, se nota que no te hace sentir bien. Solo te pido que te tomes un momento para pensar en lo que sientes realmente.

Apreté los labios, sintiéndome vulnerable. No quería admitirlo, pero era cierto. Desde que Rai y yo habíamos tenido ese "momento" entre nosotras, la dinámica se había vuelto diferente. Cada vez que pensaba en lo que pasó, un torbellino de emociones me envolvía.

-Es que... es complicado -dije, dejando escapar un suspiro-. Rai es mi amiga, y sé que no hay nada entre nosotras. Pero verlas a ella y a Angie en ese plan... no sé. Me da miedo pensar que puedo perder a Rai.

Alex frunció el ceño, intentando descifrar mis palabras.

-¿Perderla? ¿A qué te refieres?

-A que tal vez ya no seremos las mismas. A que todo esto se vuelve más complicado. Y no quiero que las cosas entre nosotras se vuelvan incómodas.

-Entiendo. Pero, ¿y si lo que sientes no es solo celos, sino que hay algo más profundo? Algo que no has explorado.

Las palabras de Alex resonaron en mi mente. "¿Algo más profundo?" Era una pregunta aterradora. Quería huir de esa idea, pero al mismo tiempo, me daba curiosidad. La última cosa que quería era complicar aún más mi relación con Rai, pero... había algo en mi interior que no podía ignorar.

-No lo sé, Alex. No estoy lista para enfrentar eso -admití, sintiendo un nudo en el estómago.

-Tal vez no se trate de estar lista, sino de ser honesta contigo misma. Ya sea que quieras o no explorar lo que sientes, al menos acepta que existe -me dijo con sinceridad.

Asentí lentamente, pero el miedo aún se apoderaba de mí. Antes de que pudiera responder, escuchamos risas que venían del estudio. Era Rai y Angie, haciendo una nueva broma en el stream. Un revuelo de emociones cruzó por mi mente.

-Vayamos a ver qué pasa -sugerí, tratando de cambiar de tema, aunque sabía que no podía evitar lo que sentía.

Alex me miró y sonrió levemente, como si entendiera que no quería profundizar más en el tema por ahora. Ambos nos dirigimos hacia el estudio, pero cada paso que daba me recordaba que el dilema estaba lejos de resolverse.

Una vez de vuelta en el stream, me senté y miré a Rai, notando cómo sonreía mientras hablaba con Angie. El ambiente era ligero, pero yo sentía un peso en el pecho. La distancia entre lo que deseaba y lo que era en realidad se estaba haciendo más evidente.